Cardama entregará dos OPV a Uruguay por 82,3 millones de euros en 2025 y 2026

El ministro de Defensa de Uruguay, Javier Garcia, y el presidente de Astilleros Cardama, Mario Cardama, firmaron el contrato para la construcción de dos buques de patrulla oceánica para la Armada de Uruguay. El acuerdo se se llevó a cabo el pasado viernes 15 de diciembre en la sede del Ministerio de Defensa Nacional de Uruguay.

El contrato, que totaliza 82.372.000 euros, establece que la primera nave deberá ser entregada en 18 meses y la segunda 12 meses después. Se espera que para junio de 2025 este la primera nave en Uruguay y la segunda en el mismo mes de 2026. 

El contrato establece además la participación de una sociedad clasificadora internacional que realizará el control del proceso de construcción de las naves junto a representantes de la Armada de Uruguay. Luego de la firma, el ministro Garcia destacó la concreción de tan importante contrato, un hito del Gobierno que tenía más de dos décadas pendiente. 

Es importante destacar que la compra de buques o cualquier tipo de material nuevo no es común para Uruguay; en general obtiene sus pertrechos de segunda mano, ya sea a través de compras a países amigos o de donaciones.

Con esta compra, España se consolida como el principal proveedor de material militar a Uruguay, algo que el Gobierno español ha reconocido y para lo que ya ha manifestado todo su apoyo.

Los nuevos OPV de la Armada de Uruguay significarán un salto tecnológico gigantesco para el país. Estarán equipados con sistemas de última generación, utilizados por armadas del primer mundo, lo que permitirá a Uruguay vigilar y proteger su mar como nunca antes y participar en operaciones internacionales al mismo nivel que las armadas de otros países.

La controversia motivada por intereses personales y corporativos

La compra de estos buques y su adjudicación estuvo enmarcada en una guerra de intereses en la que actores como China, astilleros no elegidos y un grupo de marinos retirados han criticado la negociación desde diferentes frentes de prensa.

En concreto, el Gobierno Chino manifestó su descontento con el proceso de selección, al mismo tiempo, diversos astilleros hablaron de la posibilidad de interponer recursos legales. Además, un grupo de marinos retirados presentó un informe contra la adjudicataria. La prensa se hizo eco de las críticas del grupo de presión, pero el Gobierno de Uruguay mantuvo la compostura ante las presiones.

Tanto los intereses chinos como los de otros astilleros parecen explicables, sin embargo llama la atención la presencia de los marinos retirados en este grupo de presión. Los exmarinos se opusieron través de un informe adquirido por algo menos de 500 dólares a la empresa norteamericana Dunn and Bradstreet. El texto, que fue presentado a la prensa local y extranjera, fue esgrimido como la prueba fehaciente de que la situación financiera de Cardama no era buena, por lo que el contrato no debería ser firmado, si bien parece que el texto obviaba diversos parámetros calificativos. Ver aquí el análisis del informe presentado por los marinos retirados.

En este sentido es de reseñar que, recientemente, en Argentina se ha empezado a reproducir a través de algunos medios de comunicación el proceso de presión que se produjo en Uruguay, justo cuando se está en pleno proceso para la selección de nuevos buques de patrulla oceánica para la Prefectura Naval Argentina.