Las fuerzas armadas turcas buscan un nuevo avión para el reabastecimiento en vuelo y Airbus y Boeing se encuentran en el punto de mira. El europeo A330 Multi role Tanker Transport (MRTT), que ha logrado un importante éxito internacional, y el estadounidense KC-46A, adquirido por la USAF (Fuerza Aérea de Estados Unidos) se van a volver a ver las caras en este programa con el que Ankara prevé sustituir a su anticuada flota de KC-135R de Boeing.
De momento, las autoridades turcas ya han iniciado las negociaciones con las dos empresas para iniciar el proceso que les llevará a elegir uno de los dos, según la información recogida por Janes de una fuente no autorizada a realizar declaraciones oficiales.
De momento no ha trascendido qué fechas se manejan para revelar el nombre del ganador y el inicio de las entregas, ni sobre el número de aparatos previstos. El elegido deberá reemplazar la actual flota de siete KC-135R, que llevan operando desde finales del siglo pasado. Con ellos, Turquía puede suministrar en vuelo a sus aviones de combate para poder realizar ataques y patrullas de largo alcance, al tiempo que refuerzan su capacidad de transporte tanto de carga como de pasajeros.
Preparado en Getafe
El KC-46A es el modelo que está incorporando la USAF. El fabricante, Boeing, lo describe como un aparato de fuselaje ancho, multipropósito, actualizado con las más avanzadas tecnologías y capaz de cumplir o exceder las necesidades de transporte de combustible, carga, pasajeros y pacientes de la Fuerza Aérea. La primera unidad de este modelo realizó su bautismo del aire en septiembre de 2015. Desde entonces ha ido acumulando una serie de problemas que han derivado en distintos retrasos y sobrecostes para su corrección.
Por su parte, el MRTT, que Airbus prepara en sus instalaciones españolas de Getafe, resulta un aparato notablemente más exitoso en el mercado internacional, donde ya copa el 90% de las ventas. De hecho, el A330 MRTT llegó a batir al KC-46 en su propio terreno cuando fue elegido ganador de un programa para dotar con hasta 179 unidades a la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF). Sin embargo, Boeing apeló la adjudicación y logró hacerse con el contrato en 2011.