Londres dedicará casi 1.800 millones a construir seis nuevas fábricas de armamento para fortalecer su capacidad de defensa

La Revisión Estratégica de Defensa (SDR, por sus siglas en inglés) que ha lanzado el Ministerio de Defensa británico incluye 62 recomendaciones que abarcan distintos planos para fortalecer al país y su industria de defensa ante el nuevo contexto de tensiones bélicas. Los planes de Londres incluyen la compra “de hasta 7.000 armas de largo alcance fabricadas en el Reino Unido y [una inversión de] 1.500 millones de libras (cerca de 1.780 millones de euros al cambio actual) para construir al menos seis fábricas de municiones y materiales energéticos”, de acuerdo con la información facilitada por ese departamento.

El plan conlleva la creación de más de un millar de nuevos puestos de trabajo y el apoyo de otros 800 ya existentes en el país, “impulsando la defensa como motor del crecimiento económico y apoyando el Plan para el cambio”, que es como denomina el Gobierno del primer ministro laborista, Keir Starmer, al proyecto presentado el pasado diciembre, cinco meses después de llegar al poder tras 14 años de gobiernos conservadores.

La SDR recomienda la creación en el Reino Unido de una capacidad de producción de municiones “siempre activa” que permita aumentar rápidamente la producción en caso necesario. Asimismo, añade el documento, “el Ministerio de Defensa debería sentar las bases industriales de un aumento de los arsenales de municiones para satisfacer la demanda de una guerra de alta intensidad”.

“Las lecciones de Ucrania”

La fuente oficial incide en que se trata de aprovechar “las lecciones de Ucrania, que demuestran que nuestras fuerzas armadas son tan fuertes como la industria que las respalda”. Al mismo que tiempo que se refuerza esta actividad y se impulsa el empleo en el sector, el plan contempla mejorar la preparación de las Fuerzas Armadas.

Con esta financiación adicional, el gasto británico en municiones alcanzará los 6.000 millones de libras en esta legislatura. “Es la continuación del compromiso histórico del primer ministro de aumentar el gasto en defensa hasta el 2,5% del PIB, reconociendo la importancia crítica de la preparación militar en una época de mayor incertidumbre mundial”. En este línea, la SDR, de acuerdo con el ministerio, “se centra en la preparación bélica para la disuasión y sigue el aumento histórico del gasto en defensa” del país, que se encamina a ese mínimo del 2,5% del PIB.

Las seis nuevas fábricas “producirán municiones y materiales energéticos, componentes clave de las armas, como propulsores, explosivos y pirotecnia”.

7.000 armas de largo alcance

Está prevista la fabricación en el país de hasta 7.000 armas de largo alcance para sus Fuerzas Armadas, “lo que supondrá la creación de unos 800 puestos de trabajo en el sector de la defensa”

La SDR, continúa la información del ministerio, “marca el camino para la próxima década y más allá, con el objetivo de transformar la defensa y hacer que el Reino Unido sea seguro en casa y fuerte en el exterior”. Gracias a esta nueva estrategia, añade, el país “Pondrá fin al vaciado de nuestras Fuerzas Armadas e impulsará la innovación, el empleo y el crecimiento en todo el país, permitiendo al Reino Unido liderar una OTAN más fuerte”.

En palabras del ministro de defensa, John Healey, “estamos reforzando la base industrial del Reino Unido para disuadir mejor a nuestros adversarios y hacer que el país sea seguro en casa y fuerte en el extranjero”. En este marco, “adoptaremos la Revisión Estratégica de la Defensa, haciendo de la defensa un motor de crecimiento económico e impulsando el empleo cualificado en todas las naciones y regiones como parte del Plan para el cambio de nuestro Gobierno.

“Una economía fuerte”

La secretara de Estado de Hacienda, Rachel Reeves, se ha sumado a esa visión remarcando que “una economía fuerte necesita una defensa nacional fuerte”, y la inversión en armamento y municiones y el apoyo a casi 2.000 puestos de trabajo en toda Gran Bretaña es una prueba de que ambos van de la mano”.

Esta inversión “ayudará a transformar la preparación de las Fuerzas Armadas del Reino Unido y su capacidad para resistir en campañas prolongadas, proporcionando las bases industriales necesarias para apoyar a nuestras Fuerzas Armadas en la guerra, como ha demostrado el conflicto de Ucrania”, concluye el Ministerio de Defensa en un comunicado.