Las bases aéreas cuentan con una serie de vehículos auxiliares fundamentales para la operación de los cazas, los aviones de transporte o los helicópteros. En esta categoría entran desde arrancadores y posicionadores de cargas, hasta tractores remolcadores, pasando por las unidades repostadoras o los vehículos autoextintores.
Sin este material, las misiones del Ejército del Aire y del Espacio son muy difíciles de ejecutar. Por ello, es necesario disponer de flotas modernas, con el correcto mantenimiento, y de realizar inversiones de forma periódica en nuevas adquisiciones.
Esta semana, el Gobierno ha dado luz verde en el Consejo de Ministros a la celebración del acuerdo marco valorado en casi 40 millones de euros para la adquisición de dos tipos de vehículos auxiliares: unidades repostadoras para el suministro de combustible y vehículos autoextintores.
El contrato marco permitirá, de acuerdo con Defensa, "renovar el parque de este tipo de vehículos, garantizando la atención de las necesidades de suministro de combustible de aviación a las aeronaves y de los requisitos mínimos establecidas para las categorías de incendios en las bases y aeródromos del Ejército del Aire y del Espacio".
El valor estimado del acuerdo marco es de 39.336.000 euros, y tendrá una duración de dos años, con posibilidad de prórroga de dos años más.