La línea de ensamblaje de aviones de combate Eurofighter que acaba de detenerse en Reino Unido lleva camino de reactivarse tras el Tratado de Kensigton que el país acaba de suscribir con Alemania. El primer acuerdo en el ámbito de defensa que ambas naciones han alcanzado desde la Segunda Guerra Mundial contempla un impulso a las ventas al exterior a material militar producidos por ambos, como es el caso de estos cazas, en los que también participan España e Italia. De este modo, las ventas que Berlín ha estado obstaculizando para Arabia Saudí y Turquía, aduciendo cuestiones de derechos humanos, podrán tener vía libre, si ambos países siguen interesados.
Cada socio del programa Eurofighter lidera su comercialización a determinados clientes potenciales. Y en el caso de Arabia Saudí y Turquía, ese liderazgo recae en la británica BAE Systems, socia del caza junto a Airbus y Leonardo. El hecho de que los contratos previstos para ambos países no siguieran su curso, en buena medida por el citado veto alemán, junto a que Londres es el único socio del caza que no ha realizado en los últimos meses un pedido adicional de unidades (Madrid, Berlín y Roma, los otros tres, sí lo han hecho), ha llevado a que su producción en suelo británico acabase deteniéndose.
“Programa fiable”
Ahora, en virtud del Tratado de Kensington, Alemania y Reino Unido “reconocen la importancia de disponer de un programa fiable de transferencias y exportaciones para garantizar el éxito económico y político de su cooperación industrial”. Y, según especifica la letra del acuerdo, avalan “sus competencias respectivas para autorizar la transferencia o exportación desde su territorio de equipos de defensa resultantes de programas intergubernamentales o desarrollados por sus industrias”. Así se dificulta que vuelvan a tener lugar situaciones como las protagonizadas desde hace meses respecto a las posibles ventas de aviones Eurofighter a saudíes y turcos, en la que los británicos trataban de empujar mientras los alemanes frenaban las iniciativas.
La llegada del nuevo Gobierno alemán de Friedrich Merz, líder del conservador CDU, elegido el pasado mayo, ya había abierto expectativas para facilitar la esperada venta de cazas a Turquía, como trascendió hace unas semanas. En el caso de Arabia Saudí, que ya cuenta con una flota de 72 Eurofighter, el posible suministro de al menos 48 unidades más previstas parece ahora más difícil que en el caso turco.