El laboratorio de Radio Frecuencia de Alta Potencia de la Agencia Espacial Europea reabre sus puertas en su nueva sede de Valencia
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El laboratorio de Radio Frecuencia de Alta Potencia de la Agencia Espacial Europea reabre sus puertas en su nueva sede de Valencia

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29/06/2010 (Infodefensa.com) Madrid - El laboratorio de Radio Frecuencia de Alta Potencia de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha reanudado su actividad en la nueva sede de Valencia, paralizada desde abril hasta completar el traslado de equipos desde su anterior ubicación en la ciudad holandesa de Noorwijk.

El laboratorio principal está ubicado en la Universidad Politécnica de Valencia, complementándose con una instalación para el análisis de materiales en la Facultad de Física de la Universidad de Valencia. Está previsto que estos dos laboratorios se fusionen en un futuro edificio plenamente dedicado a la investigación espacial.

Este laboratorio estudia los efectos asociados a la operación de de sistemas de radiofrecuencia (RF) de alta potencia en el espacio, que se dedica a recibir los mensajes de averías y a estudiar las averías de los circuitos de microondas de satélites y vehículos espaciales.

Unos 200 invitados asistieron a la ceremonia de inauguración, entre los que se encontraban la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá Nolla, el presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, y el consejero regional de Educación, Alejandro Font de Mora, que recibieron al director de Gestión Técnica y de Calidad de la ESA, Michel Courtois, junto a otros representantes de la Agencia Espacial Europea.

"Las operaciones del Laboratorio de RF de Alta Potencia se realizarán en colaboración entre la ESA y el VSC", explicó Michel Courtois. "El interés suscitado por la instalación de este laboratorio en Valencia es una muestra de la importancia de la tecnología espacial para el progreso y la innovación. (VSC) Valencia Space Consortium reune hoy los requisitos de competencia, dedicación y entusiasmo para hacer de este laboratorio una referencia para el futuro".

El centro detuvo sus actividades el pasado mes de abril, con motivo de su traslado desde la ciudad holandesa de Noorwijk hasta la capital levantina, formalizado el pasado 25 de marzo entre la ESA y la Comunidad Valenciana, y apoyado por el Consorcio Espacial de Valencia (VSC), que congrega a las dos universidades valencianas, al gobierno regional y al Ayuntamiento de Valencia. La inversión asciende a 15 millones de euros y permite la creación de 800 puestos de trabajo, con una veintena de empresas asociadas.

Anterior ubicación

Este laboratorio está basado en el Centro Europeo de Investigación y Tecnología Espacial de la ESA en los Países Bajos (ESTEC), siendo el director de dicho centro quien supervisa al equipo de técnicos que trabaja en el centro valenciano. Su prioridad principal es el apoyo a las misiones de la ESA, como "centro de excelencia para Europa", según afirmaciones de Michael Courtois.

Asimismo, las nuevas instalaciones en Valencia permitirán nuevas oportunidades de investigación, ya que cuentan con varias cámaras de vacío térmico, una cámara anecoica y múltiples equipos de RF de alta potencia que podrán ser utilizados por becarios de investigación y por doctorandos de toda Europa.

El Laboratorio estudia tres fenómenos de especial interés: El efecto ‘multipactor', que se produce cuando los potentes campos eléctricos que actúan en los sistemas RF aceleran a los electrones que se encuentran libres en el espacio, forzando a la estructura del sistema RF a liberar más electrones, iniciando una peligrosa reacción en cadena.El efecto ‘corona' está causado por la ionización de los vestigios de gas que se puedan encontrar en el entorno del sistema RF, muchas veces procedentes de la degasificación de los materiales del satélite o del aire que ha quedado atrapado en el interior de su estructura. Este gas ionizado provoca una degradación de la señal RF.Finalmente, la ‘intermodulación pasiva' se produce cuando la potente emisión de una antena produce interferencias sobre otros receptores instalados en el satélite.

David Raboso, director del centro, declaró que "ningún otro laboratorio está estudiando en detalle estos fenómenos de RF, que suponen un riesgo potencial para las misiones espaciales" y añadió que "simplemente se trata de un problema que no afectaba a los primeros satélites, cuyos sistemas de RF operaban a tan sólo unos pocos vatios; que se vuelve crítico en los actuales satélites de telecomunicaciones, navegación o radar, que incorporan sistemas de RF miles de veces más potentes".

"Por este motivo, cada vez recibimos más solicitudes de apoyo a distintos proyectos de la ESA para buscar formas de mitigar estos efectos antes de que pongan en riesgo la misión - no se trata ya sólo de interferencias electromagnéticas, sino de que a estas potencias pueden aparecer fenómenos como calentamientos puntuales, daños superficiales, erosión estructural o incluso descargas eléctricas", concluyó Raboso.



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