Berlín aprueba 5.700 millones para la compra de helicópteros pesados

El Parlamento alemán ha aprobado un desembolso extra de 5.700 millones de euros para hacer frente en los próximos años a los principales programas de armamento del país. Esa cantidad será empleada fundamentalmente en la compra prevista de nuevos helicópteros pesados para sustituir a su actual flota de aeronave CH-53G.

La ministra de Defensa del país, Ursula von der Leyen, ha respondido a la autorización parlamentaria, que tuvo lugar el viernes, añadiendo que se trata de “una muy buena noticia para la preparación de las Fuerzas Armadas, porque necesitamos con urgencia reemplazar el equipo viejo”, en alusión a los más de tres lustros de desgaste que los CH-53G experimentaron en el teatro de operaciones de Afganistán.

La aprobación de este mayor gasto en defensa, que supone para 2019 un incremento de los presupuestos en más de 326 millones de euros, hasta los 43.200 millones, da luz verde a la esperada compra de entre 45 y 60 nuevas aeronaves de este tipo.

Los 5.700 millones autorizados (de los que 5.600 millones está previsto que se destinen a este programa de helicópteros) es una cifra notablemente mayor a los 4.000 millones calculados anteriormente para esta compra. Sin embargo no ha trascendido una posible justificación a este incremento, informa Reuters. En todo caso, la subida permite aproximar la cifra de aeronaves que se adquieran a las 60 contempladas como tope máximo.

Berlín lleva tiempo buscando la sustitución a largo plazo de los helicópteros CH-53G con los que cuenta desde su adquisición en 1968. En su momento incluso trató de formar equipo con Francia para el lanzamiento de un programa de aeronaves de ala rotatoria para tareas de transporte. En 2004 trascendió un nuevo concepto franco-alemán denominado Helicóptero de Transporte Pesado (HTH, por sus siglas en inglés). La iniciativa perseguía la adquisición de un centenar de las nuevas aeronaves, sin embargo el proyecto no llegó a tomar impulso.

El contrato finalmente se lo disputan básicamente dos compañías estadounidenses, Lockheed Martin –propietaria desde 2015 del fabricante Sikorsky– y Boeing. La primera ofrece su aeronave CH-53K King Stallion y la segunda el CH-47 Chinook. Si no se producen contratiempos, las primeras entregas de las nuevas aeronaves tendrán lugar a principios de 2023.