El Departamento de Estado de Estados Unidos ha dado luz verde a la venta a Túnez de cuatro unidades de la versión de ataque del avión de entrenamiento T-6 B Texan II, conocida como AT-6B Wolverine. La autorización, que incluye además armamento, formación de personal y apoyo logístico, entre otros servicios, está valorado en 325,8 millones de dólares.
El Wolverine deriva del T-6 Texan II, del que es en un 85% igual. Su misión es la del entrenamiento del uso de armamento o el ataque ligero. Comparte la misma cabina digital del T-6B, aunque actualizada para incluir enlaces de datos y sensores electroópticos integrados, además de varias configuraciones de armas. Su motor también es más potente y la estructura del aparato está reforzada respecto a la aeronave de la que deriva.En 2016 trascendió la intención tunecina de adquirir hasta una docena de aviones de entrenamiento T-6C Texan, cuya venta fue igualmente aprobada entonces por el Departamento de Estado de Estados Unidos por 234 millones de euros, incluido equipamiento y apoyo relacionados.
El T-6 Texan II, que es el modelo al que pertenece la variante T-6C y la AT-6B Wolverine, es el avión entrenador militar más extendido del mundo.
La flota actual de T-6 Texan II ya se aproxima a casi un millar de unidades, y con ella se ha formado a pilotos de más de 40 países. Se trata del modelo que ganó el programa del Sistema de Entrenamiento Conjunto (JPATS) para la Fuerza Aérea, la Armada, el Cuerpo de Infantería de Marina y el Ejército de los EEUU. Posteriormente pasó a formar parte de otros programas militares mundiales de entrenadores, como el de Entrenamiento de Vuelo de la OTAN en Canadá, el de la Fuerza Aérea de Grecia, el de la Armada y la Fuerza Aérea Mexicana, el de la Fuerza Aérea de Israel, el de la Fuerza Aérea Iraquí, el de la Real Fuerza Aérea de Marruecos, el de la Real Fuerza Aérea de Nueva Zelanda, el de la Fuerza Aérea Argentina y el de la Real Fuerza Aérea del Reino Unido.