Este es el nombre que la Armada ha elegido para la variante española de la corbeta de patrulla europea (EPC), un proyecto liderado por tres de los grandes astilleros del continente, Navantia, Fincantieri y Naval Group, en el que participan España, Francia, Italia y Grecia.
Las cuatro firmas explican en su nota conjunta que el objetivo principal de este paso “es maximizar las sinergias y la colaboración entre empresas industriales europeas de construcción naval”, y detallan que, al desarrollar juntos el futuro EPC, “contribuirán a asegurar la soberanía europea en el buque de guerra de segundo rango”.Sus artífices definen la futura nave como “un buque inteligente, innovador, sostenible, interoperable y flexible, diseñado para cumplir una amplia gama de misiones futuras en un contexto global en continua evolución”.
También expone el submarino nuclear de ataque rápido (SSN) Barracuda, si bien incluye una versión con motor convencional que Naval Group ofrece para los mercados de exportación, relacionada con la que en su momento seleccionó Australia, en la denominada clase Attack, y que finalmente acabó por desechar por una alternativa nuclear.
El diseño y fabricación corre a cargo de un consorcio europeo liderado por Airbus Defense and Space, en el que la francesa Dassault y la italiana Leonardo actúan como principales subcontratistas.
Una situación militar impredecible, un contexto geopolítico incierto y unas condiciones económicas muy complejas han llevado a que el presidente Macron hable de que estamos en una situación de “economía de guerra”, lo que se ha traducido en el ámbito específico de los programas de adquisiciones de defensa a plantear una revisión de las políticas y procesos que se han aplicado hasta este momento, y cuyas líneas generales se han discutido en una reunión celebrada en septiembre entre el ministro de las Fuerzas Armadas, el director general de Armamento y los CEO de las principales compañías de defensa galas.
Así definen sus responsables el cambio de imagen que han revelado para la bienal de París, calificada por sus responsables como “el mayor evento de seguridad y defensa del mundo”, y que celebrará su próxima edición en 2024.El director de exposiciones de la exhibición francesa, el general retirado Charles Beadouin, relata, para justificar el cambio, que la década actual “se caracteriza por una aceleración en la historia, con la pandemia mundial, el regreso de los principales conflictos interestatales, el reexamen de la globalización y la necesidad imperiosa de participar en la transición ecológica para abordar los grandes desafíos ambientales”.
De este modo no tendrá que echar mano de su propio inventario, de donde sí ha obtenido las 18 piezas Caesar que ya ha suministrado a Kiev, y que le ha supuesto reducir en una cuarta parte la flota de todos los sistemas de este modelo previstos por el Ejército francés (76).
Los ministros de Defensa de Francia, Sébastien Lecornu, y Alemania, Christine Lambrecht, los dos países que iniciaron hace cinco años el programa del futuro sistema aéreo de combate (FCAS), tratan de reconducir el proyecto tras los desencuentros industriales que lo han puesto en peligro en los últimos meses, Ambos políticos se reunieron el viernes en un encuentro en el que, entre otros puntos, acordaron preparar un informe sobre la situación del programa (el más ambicioso del ámbito militar que se desarrolla actualmente en Europa), que se presentará a finales de octubre.
Dicha inversión permitirá financiar la participación española en todos los pilares del FCAS en esta segunda fase y, por tanto, se distribuirá entre todos los líderes industriales nacionales. El proyecto NGWS/FCAS, apunta el Ministerio de Defensa español, "es esencial para las capacidades futuras de nuestras Fuerzas Armadas, así como para el desarrollo tecnológico e industrial del sector de defensa; tiene aplicación a otros muchos sectores del tejido industrial nacional y fomenta la creación de empleo de alta cualificación, por lo que se considera fundamental la participación de otros ministerios en un programa de Estado".
Personal de la unidad participó también en el traslado hasta el puerto de Cartagena y las pruebas de embarque de helicópteros en el buque de transporte logístico Ysabel, propiedad del Ejército y operado por la Armada.
Así, la planta de Cherbourg será la encargada de fabricar el recinto de los reactores nucleares; en Brest se diseñará la ingeniería de soporte y en Saint-Tropez los sistemas de protección de anti guerra submarina; en Lorient se ocuparán de los sistemas completos de ingeniería, aviación y munición; en Nantes, de desarrollar los componentes de conversión de energía de los reactores nucleares; en Angoulème-Ruelle, el equipmamiento de aviaición y munición; y en Toulon se diseñarán el sistema de combate y el instrumental de aterrizaje (ILS).Maqueta del futuro portaaviones de la Marina Nacional francesa.
Los desencuentros que en los últimos meses están protagonizando las compañías Dassault Aviation, como líder industrial de la parte francesa, y Airbus, con el mismo papel en Alemania, a cuenta del reparto del trabajo dentro del proyecto de avión de combate de próxima generación (NGF) que contiene el programa, pasarán factura en la cuenta temporal de la iniciativa.
Esa es la cantidad con la que ya están participando los FED, y que se centra “en los estudios conceptuales hasta el diseño inicial y el uso como buque de referencia de la clase corbeta que puede cumplir una amplia de misiones en futuros contextos de operaciones”. La descripción literal se extrae del documento en el que la Comisión recoge los detalles de esta primera partida.
470 expositores en la última edición Finalmente, el lunes 17 de octubre, en esta ocasión a las 8.30 horas, y hasta las 13.00 horas, se celebrará el denominado Coloquio Euronaval, organizado en colaboración con la Fundación para la Investigación Estratégica (FRS), que en este caso tendrá un desarrollo presencial, en concreto en el Novotel Paris Centre Tour Eiffel.
Los 36 Caesar adquiridos por Marruecos suponen un desembolso estimado en 200 millones de euros, de los que 170 millones se destinan a las armas en sí, y los otros 30 millones tienen como fin la obtención de las correspondientes municiones con la que alimentar el cañón de calibre 155/52 mm del sistema.
El primer portaaviones de la clase Ford de la Marina de Estados Unidos, el USS Gerald R. Ford (CVN 78), ha completado recientemente su lanzamiento y aterrizaje número 10.000 con éxito utilizando los sistemas Emals y AAG. GA-EMS cuenta actualmente con un contrato con la Armada para apoyar los requisitos de mantenimiento del CVN 78 y está suministrando EMALS y AAG para los dos próximos portaaviones de la clase Ford actualmente en construcción, el John F. Kennedy (CVN 79) y el Enterprise (CVN 80).
La experiencia de ambas empresas, ha añadido, “será fundamental para el éxito del concepto subsónico FC/ASW”, y reforzará “aún más los beneficios de la cooperación entre el Reino Unido y Francia en este programa".
“A partir de medios de detección, como el SMDR, el radar Murin y el radar NC1, tiene una amplia gama de capacidades de artillería y proporciona inteligencia en beneficio de la brigada y las unidades involucradas”, detalla el Ejército francés.
Lo cuenta el medio financiero estadounidense Forbes en una pieza en la que recuerda que el país dispone en la actualidad de una flota de 34 cazas F-16C/D Block 52.
Como parte de la puesta en escena de la misión, el ROV R7 del Grupo ECA investigó objetos y estructuras sumergidas en aguas poco profundas, al tiempo que el sistema de posicionamiento acústico Ixblue Gaps M7 USBL se empleó para geolocalizar el R7 y corregir su trayectoria en tiempo real.