Rusia prepara la venta de cazas Su-30SM a Irán este mismo año

El fin del bloqueo comercial sobre Irán, tras el acuerdo internacional alcanzado sobre la política nuclear de Teherán, ha abierto el mercado persa a la industria militar rusa. Pese a que el veto aún continuará sobre las transacciones de armamento otros cinco años, Moscú no ha esperado para suministrar equipamiento a la república islámica.

La primera actuación en este marco ha sido recuperar el contrato de sistemas antiaéreos S-300 que el embargo dejó congelado en 2010 y que este jueves se ha retomado con el envío del primer sistema del lote. Seguidamente, Moscú ha comenzado a estudiar la demanda iraní de armamento y equipos militares por un valor que se calcula en torno a los 8.000 millones de dólares, según fuentes rusas citadas por la agencia estatal Rossiya Segodnya. En este paquete se incluye el suministro de aviones de combate Su-30 SM.

En cuanto a estos cazas, y según las explicaciones de una fuente del servicio de Cooperación Técnica y Militar ruso, “el contrato será firmado en lo que queda del año”. La citada agencia llegó a publicar anteriormente que el acuerdo estaba previsto cerrarlo esta misma semana, aprovechando una visita del ministro de Defensa iraní, Husein Dehgan a Moscú. Al final la firma ha quedado pospuesta, aunque en un horizonte que no va más allá de los próximos diez meses.

El Su-30 es un caza de superioridad aérea fabricado por Sukhoi del que hasta el momento se han construido más de dos centenares de ejemplares, actualmente operativos en las fuerzas aéreas de Argelia, Angola, China, India, Indonesia, Malasia, Rusia, Uganda, Venezuela y Vietnam.

Este caza bimotor pilotado por dos tripulantes, de 34,5 toneladas de peso máximo al despegue, capaz de volar a una velocidad de Mach 2 y con 3.000 kilómetros de alcance recuerda en su aspecto al F-15E Strike Eagle estadounidense.

Imagen: Sukhoi