El futuro de la misión de entrenamiento de la UE en Mali (EUTM), de la que España es el principal contribuyente, está en el aire tras anunciar Francia y sus aliados una retirada militar coordinada del país africano en un plazo máximo de seis meses.
En una declaración conjunta, el Gobierno galo y sus socios europeos y africanos resaltan que no se dan actualmente las condiciones políticas, operativas y jurídicas para continuar con la operación Barkhane (francesa) y Takuba (fuerzas especiales europeas) y acusan a la junta militar que gobierna Mali de falta de cooperación en la lucha contra el terrorismo yihadista.
España tiene desplegado un contingente de unos 550 militares en la misión EUTM Mali, enfocada en el adiestramiento de las Fuerzas Armadas del país. El 55% de los 1.000 efectivos sobre el terreno son españoles. El grueso de las tropas está en la base de Koulikoro, uno de los centros principales de entrenamiento en el país. También cuenta con un destacamento de helicópteros que opera desde el aeropuerto de Bamako, formado por tres NH90 de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército (Famet), y además hay personal español en el cuartel general de la operación en la capital.
El Ministerio de Defensa español ha apostado claramente por esta misión en los últimos años. La titular del departamento, Margarita Robles, ha insistido tantos en la UE como en la OTAN en la necesidad de mirar al Sahel y de garantizar la estabilidad de la región. Hasta ahora, España ha defendido la continuidad de la misión EUTM Mali, siempre y cuando pueda mantenerse la seguridad de las tropas, no obstante, cada vez más voces apuestan por una salida del país y la retirada francesa podría ser la gota que colma el vaso.
La decisión final será tomada de forma consensuada entre los 25 países que participan y la Unión Europea, como líder de la operación. El Alto Representante de la UE, el español Josep Borrell, ha afirmado esta semana que “en los próximos días” se decidirá el futuro de la misión de adiestramiento europea. Por el momento, se ha enviado una delegación a Mali para analizar la situación sobre el terreno.
Destacamento en Senegal
Pero este no es el único despliegue español en la región. El Ejército del Aire tiene desde hace nueve años un destacamento aéreo táctico en Dakar, la capital de Senegal, compuesto por dos aviones de transporte C-295 y un contingente de unos 70 militares. Su misión principal todos estos años ha sido dar apoyo a la operación Barkhane francesa. El fin de esta misión también podría afectar a este despliegue. No obstante, hay que señalar que Francia y sus aliados se han comprometido a mantener fuerzas en la región del Sahel, en concreto en Níger y en el golfo de Guinea -otra área estratégica para España-, por lo tanto, tendría sentido la continuidad del destacamento de Dakar.
Síndrome de Afganistán
Robles ha señalado que en Mali hay que empezar a poner en práctica las lecciones aprendidas de Afganistán para no repetir los mismos errores que llevaron al fracaso y la salida precipitada de Kabul, a la vez que ha advertido de que una posible retirada de la UE del país abriría la puerta a Rusia y China. En el caso ruso, de hecho, ya hay informes que hablan de la presencia de los mercenarios de Wagner, un ejército privado cercano al Kremlin.
Por su parte mandos españoles desplegados sobre el terreno reconocen que los ataques terroristas han crecido en los últimos meses y los yihadistas han ampliado su radio de acción, con acciones cada vez más próximas a Bamako, capital del país. La inestabilidad ha aumentado sobre todo en el centro de Mali, coincidiendo con el final de la época de lluvias, pero también en el oeste y el sur, mientras que el norte continúa fuera del control del Gobierno.
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