La empresa Eulen será la responsable del mantenimiento de las instalaciones que forman parte de los perímetros fronterizos de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla con Marruecos durante los dos próximos años.
La compañía se ha hecho recientemente un contrato del Ministerio del Interior valorado en 4,1 millones de euros para la revisión y reparación, si es necesaria, de todas las infraestructuras que componen ambos perímetros desde la red de alumbrado y los centros de mando y control, hasta pasos fronterizos y puestos de patrulla, pasando por los cerramientos y vallados y los equipos de campo informatizados.
La compañía llevará a cabo el mantenimiento integral de los 10 kilómetros del perímetro fronterizo de Melilla entre los cortados de Aguadú y el Dique Sur; y los 8,7 kilómetros aproximadamente que mide el perímetro en Ceuta entre las puntas de Benzú y el Tarajal. El contrato consta de dos lotes; uno para Melilla y otro para Ceuta, con un presupuesto de 2.351.440 euros y 1.793.902 euros -impuestos incluidos-, respectivamente, según el documento adjunto al anuncio de formalización al que ha tenido acceso Infodefensa.com. En ambos casos, el precio incluye el mantenimiento preventivo y el correctivo.
El expediente considera preventivas tareas como la comprobación del funcionamiento de máquinas e instalaciones, inspecciones rutinarias, informes de seguimiento del mantenimiento, y prestaciones como la limpieza, desinfección o gestión de residuos, entre otras actividades. Mientras, el correctivo contempla la reparación de averías en elementos para devolverlos al estado en el que puedan realizar la función requerida.
Con este contrato, el Ministerio del Interior busca dar continuidad a los trabajos de mantenimiento en ambas instalaciones fronterizas con vigencia hasta el pasado mes febrero de 2022.
Avalancha de inmigrantes en Ceuta
La memoria justificativa explica las características de estas instalaciones y hace especial hincapié en que tienen que estar en óptimas condiciones para evitar la entrada de inmigrantes. “Por su emplazamiento al aire libre y, además, por los ataques e intentos de asalto de que son objeto con bastante frecuencia, es preciso contar con un adecuado sistema de mantenimiento a fin de que se garantice su funcionamiento y operatividad”, argumenta.
El último salto masivo se produjo el pasado mes de mayo cuando más de 10.000 inmigrantes entraron en Ceuta en medio de la crisis diplomática entre Marruecos y España. En pocas horas el caos se adueñó de la ciudad y los cuerpos policiales tuvieron que solicitar el apoyo de las unidades del Ejército para garantizar la seguridad.
El documento detalla que los perímetros cuentan con componentes de diversa naturaleza: obra civil, doble vallado, caminos de ronda y sistemas y subsistemas de seguridad (detección de alarmas, circuito cerrado de televisión e integración en centro de mando y control, sistemas de iluminación, etc.).
Y añade: “Estas instalaciones constituyen una importante barrera física para la contención de la inmigración ilegal hacia las ciudades citadas y, junto con los sistemas de seguridad incorporados a las mismas, una herramienta fundamental para el desarrollo de los servicios de vigilancia y prevención en materia de control de la inmigración que prestan las unidades de la Guardia Civil encargadas de estas misiones”.
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