Los representantes políticos griegos han dado luz verde a la compra de tres aeronaves no tripuladas de media altitud y largo alcance (MALE) MQ-9B Sea Guardian. La Comisión de Programas y Contratos de Armamento del Parlamento del país. La adquisición de los sistemas de la compañía estadounidense General Atomics Aeronautical Systems (GA-ASI) se estima en 400 millones de dólares, e incluye dos estaciones de control terrestre, piezas de repuesto y equipos relacionados.
Estas aeronaves tienen un alcance de más de 1.800 kilómetros y pueden permanecer en el aire durante 40 horas seguidas.
El Sea Guardian es la misma variante del MQ-9B que Marruecos ha adquirido, aprovechando la agilización que hace dos años decretó Estados Unidos sobre la exportación de drones armados. El Sea Guardian está dotado de un radar de búsqueda de superficie marítima multimodo en el que se incluye un modo de imagen de radar de apertura sintética inversa (ISAR), un receptor del sistema de identificación automática (AIS) y un sensor de video de movimiento completo de alta definición equipado con cámaras ópticas e infrarrojas. Este conjunto de sensores, aumentado por algoritmos de correlación automática de seguimiento y detección de anomalías, permiten la detección e identificación en tiempo real de embarcaciones de superficie en áreas de miles de millas náuticas cuadradas.
Blindados para la infantería de Marina
Junto a la autorización de esta compra, la misma comisión de defensa griega ha aprobado la adquisición de más de 70 vehículos AAV7, procedentes de las reservas estadounidenses, con los que pretende mejorar las capacidades de la infantería de Marina griega. El Cuerpo de Marines de Estados Unidos está retirando parte de su flota de estos blindados oruga, a los que está reemplazando con los nuevos vehículos de ruedas de combate anfibio ACV.
El medio local especializado Ptisi and Diastima, el MQ-9B recoge que la compra de tres unidades de esta aeronave permitirá que al menos dos estarán disponibles para operar con las fuerzas griegas, de modo que podrán realizar una vigilancia continua de un área de interés. La adquisición se produce en un contexto de incremento de las tensiones con Turquía, con la que Grecia mantiene algunas disputas territoriales.