Hay un reverso al éxito que el carro de combate alemán Leopard 2 está cosechando a raíz de la guerra de Ucrania, a la que distintos países ya se han comprometido a suministrar 85 unidades y que está impulsado sus ventas. Ante las expectativas que se abren, los dos gigantes alemanes de la fabricación de blindados se han citado en los juzgados para dirimir quién es el dueño de la propiedad intelectual del tanque que ambos producen. Krauss-Maffei Wegmann (KMW) , fabricante del casco, y Rheinmetall, encargado de la torre y el arma principal, tienen cita el próximo 2 de mayo ante el tribunal de Munich encargado de dirimir el conflicto.
El proceso ha partido de unas declaraciones del director ejecutivo de Rheinmetall, Armin Papperger, afirmando que su empresa dispone de la propiedad intelectual de la variante Leopard 2A4. KMW ha respondido llevando el caso a juicio, después de que Papperger, que acumula en los últimos meses un rosario de anuncios de calado, se negara a retractarse. Esta variante más antigua de los actuales Leopard 2, ha servido de base Rheinmetall para un nuevo desarrollo de carro de combate, denominado KF51.
El nuevo KF51 se presentó en la pasada feria internacional de Francia Eurosatory, que tuvo lugar en junio. Se trata de un modelo concebido en gran medida como sustituto de los actuales Leopard 2. De ahí que comparta su mismo tren de rodaje, la misma fuente de alimentación y parte de la estructura del casco.
La información recogida por el medio alemán Neue Zurcher Zeitung (NZZ) apunta que KMW sostiene ser poseedor de todos los derechos de propiedad intelectual del carro, del que es contratista principal. Los responsables de esta empresa acusan a Rheinmetall de estar tratando de entrometerse en su mercado legítimo, que ha ganado potencial como consecuencia de la guerra de Ucrania.
Al menos Italia, la República Checa, Noruega, Lituania y Alemania se han interesado por la adquisición de más Leopard 2 tras el comienzo de la invasión rusa del país del este europeo el año pasado, e incluso algunos ya han llegado a formalizar su compra.
Interés italiano, noruego y más
Por parte de Italia, el mes pasado transcendieron las palabras del jefe del Estado Mayor del Ejército, el general Pietro Serino, apuntando durante una entrevista en la Revista Italiana de Defensa el interés de su país por la adquisición de 125 carros Leopard 2A7+.
También el mes pasado se conocieron los planes checos para comprar medio centenar de Leopard 2A7+, y sumarlos a los 14 Leopard 2A7 que el pasado verano trascendió que iba a adquirir, en este caso de segunda mano.
Un mes antes, en febrero, Noruega formalizó la adquisición de 54 Leopard 2A7, más otros 18 como opción, con la fabricante alemana Krauss-Maffei Wegmann (KMW).
Más recientemente, el jefe militar de la defensa lituana, el teniente general Valdemaras Rupšys, ha anunciado la adquisición también de 54 carros de combate para fortalecer a su Ejército, que actualmente no cuenta con ningún blindado de este tipo.
Igualmente Alemania, país origen de esta arma, se está planteando ahora encargar una nueva versión más moderna de este modelo, denominada Leopard 2A8, para comenzar a contar con las primeras unidades en 2025. Será la primera vez que el Ejército alemán recibe tanques desde el año 1992.
Nueva generación
En este contexto de creciente interés por los carros de combate generado por la invasión ruda de Ucrania, Rheinmetall presentó en junio su KF51, concebido en gran medida para sustituir a los Leopard 2. Sin embargo, al antiguo modelo ahora parece quedarle mucho más recorrido, como dejan ver las nuevas ventas, el interés alemán por una nueva versión y, singularmente, la pelea que los dos fabricantes han llevado a los tribunales por sus derechos. Aunque buena parte de la clave del enfrentamiento entre KMW y Rheinmetall por este carro se encuentra en las oportunidades de desarrollo de una próxima generación de tanques con las que contará el propietario intelectual del disputado modelo.
Si Rheinmetall logra un reconocimiento a los derechos que se atribuye tendrá vía libre para producir su nuevo Panther. Mientras que KMW trabaja junto a la francesa Nexter, con la que está fusionada, en un nuevo producto, dentro del programa conjunto de ambos países MGCS, sobre el que Rheinmetall está atento como posible alternativa, con su KF51, si fracasa o se retrasa.
KMW y Rheinmetall son, por otra parte, socio en el desarrollo de otros vehículos blindados, como el vehículo sobre cadenas Puma y el de ruedas 8x8 Boxer.