La Armada Argentina busca recuperar capacidades con la incorporación de patrulleros oceánicos
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La Armada Argentina busca recuperar capacidades con la incorporación de patrulleros oceánicos

ARA Bouchard. Foto ARA
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(Infodefensa.com)

La Armada Argentina tiene sus orígenes en las luchas por la independencia del país, donde las continuas batallas a partir de 1810 hicieron necesaria la creación de una fuerza marítima, que comandó el almirante Guillermo Brown.

A lo largo de los años, la fuerza incorporó unidades que le permitieron el desempeñarse en gran cantidad de ejercicios y actividades, incluyendo operaciones combinadas internacionales con Armadas de diferentes países.

El poder de la Armada Argentina está conformado por unidades de superficie, la Fuerza de Submarinos, la Infantería de Marina y la Aviación Naval, lo que constituye el Poder Naval Integrado, pero la desinversión y el desgaste ha afectado gravemente a la fuerza, que sufre la perdida de capacidades tácticas, y una progresiva obsolescencia en sus medios. Claros ejemplos de esto son la total perdida de la capacidad submarina luego del naufragio del ARA San Juan, o la permanente espera de recursos para la revisiones y modernización de las unidades aeronavales.

Los años de negligencia y abandono político han desgastado fuertemente a la Armada, que cuenta con gran número de unidades fuera de capacidad operativa. Revertir esta situación requerirá de tiempo y una gran inversión.

División de Patrullado Marítimo (DVPM)

 

Con asiento en la Base Naval Mar del Plata, la DVPM cuenta con tres corbetas clase Drummond (A-69), corbetas misilísticas construidas por los Astilleros DCAN (hoy Naval Group) para Sudáfrica, pero un embargo de armas impuesto por la ONU desechó la compra. Estas corbetas, tienen una dimensión de 80 metros de eslora, 10,3 metros de manga y 3,55 metros de calado. Tienen una autonomía de 4.500 millas náuticas, alcanzan una velocidad de 23 nudos y poseen 95 tripulantes.

La DVPM cuenta también con un patrullero oceánico OPV-90 clase Gowind, diseñada por Naval Group, incorporada recientemente. Es una corbeta monocasco de 87 metros de eslora, 13,6 metros de manga y 3,8 metros de calado. Su armamento es el propio para esta clase de embarcaciones: un cañón de 30 mm conectados a un sistema de ataque Polaris y dos ametralladoras M2 de 12,7 mm.  Además, cuenta con una serie de sensores, radares y sistemas de guerra electrónica.

Finalmente, la división posee un aviso clase Neftegaz, el ARA Bahía Agradable (A-23), incorporado en 2015; y una lancha patrullera, ARA Punta Mogotes (P-65), que funciona como plataforma para operaciones de buceo de salvamento; operaciones con buzos tácticos; operaciones de búsqueda y rescate en el mar; apoyo a buques pesqueros de la zona y seguridad y escolta a actividades deportivas náuticas.

Patrulleros oceánicos

 

En 2018, el Gobierno argentino oficializó el contrato para la compra de cuatro OPV-90 clase Gowind a la compañía francesa Naval Group por un monto de 300 millones de euros, a ser entregadas entre 2019 y 2022.

En su momento, el ministro de Defensa, Agustín Rossi, explicó a Infodefensa.com que "el pago tiene un financiamiento a 11 años y medio con dos pagos anuales. Existe un pull de bancos franceses que le prestan al Tesoro con indicación especifica de pasárselo a Naval Group. Ya los bancos pusieron el 64 de la totalidad, ahora hay que empezar a devolver. Fue un financiamiento interesante desde el punto de vista de su longitud. Recibimos las cuatro OPV en un plazo de tres a cuatro años y a pagar en 11 años y medio”.

El primero en llegar al país, en febrero de 2020, fue el buque bautizado originalmente L’Adroit utilizado por la Armada francesa, que fue adaptado según los requerimientos de la Armada Argentina, que lo denominó ARA Bouchard. Al momento de su recepción Rossi expresó: "La Armada necesita tener los medios y el equipamiento necesarios para poder cumplir con la misión que le encomienda la Constitución Nacional.”

Las tres restantes son construidas desde cero y recibirán los nombres de ARA Piedrabuena, ARA Almirante Storni y ARA Bartolomé Cordero. En octubre pasado el ARA Piedrabuena fue botado en el astillero Kership, dos meses antes de lo previsto en el contrato, alcanzando la última etapa de equipamiento. Recientemente, parte de la dotación del patrullero partió a Francia para iniciar el período de instrucción especializada y de conocimiento de la embarcación. Se espera que el buque sea incorporado en el presente mes de abril y que comparta su apostadero con el ARA Bouchard, en la Base Naval de Mar del Plata.

En cuento al ARA Almirante Storni, su casco fue remolcado desde Lanester a Concarneau, en julio, para continuar su construcción, y se espera su entrega para el segundo semestre de 2021. El cuarto buque, el ARA Bartolomé Cordero, está siendo montado en Lanester y se estima su entrega para 2022.



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