15/02/2016 | Madrid
G. S. Forte
El ATD-X, el primer prototipo del futuro avión de combate furtivo X-2 japonés, ha comenzado sus pruebas de rodadura por pista antes de su primer despegue, previsto para este mes de febrero. El aparato, que fue presentado a finales de enero tras una década de desarrollo, aún tiene por delante en torno a otros diez años para que pueda entrar en servicio. De salir bien el programa, Japón adquirirá con probabilidad en torno a un centenar de estas aeronaves, con las que reemplazará a sus actuales F-2, unos cazas basados en el F-16 Fighting Falcon de Lockheed Martin.
El F-3, como muchos creen que se acabará denominando, colocará a Japón como el cuarto país del mundo que desarrolla aviones de combate furtivos, al menos que haya trascendido. Los otros son Estados Unidos, que ya cuenta con aparatos de este tipo desde los años ochenta, y Rusia y China, en los que
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