Alemania armará sus corbetas K130 con cañones OTO-Melara

La oficina de adquisiciones del Ministerio de Defensa alemán, la BAANINBw, ha encargado a la firma italiana Leonardo siete cañones OTO 76/62 Super Rapid para equipar sus futuras corbetas K130. El contrato, suscrito por una cantidad que la firma transalpina no recoge en el comunicado con el que lo ha anunciado, también incluye servicios de formación y el suministro de repuestos.

El Parlamento alemán aprobó el año pasado la adquisición de cinco corbetas K130, un modelo del que ya cuenta con cinco naves de un lote anterior, equipadas también con cañones de OTO-Melara, ahora parte de Leonardo. El fabricante recuerda que sus OTO 76/62 Super Rapid ya prestan servicio en las armadas de casi 60 países.

En la nota destaca además que este sistema, junto con la versión compacta, es el único de medio calibre capaz de mantener una cadencia de hasta 120 disparos por minuto, lo que considera como “un requisito fundamental para la defensa en escenarios de guerra asimétricos”.

El arma, continúa el texto, se caracteriza por su escaso peso, la precisión que logra y la capacidad de emplear municiones guiadas. Su flexibilidad resulta “especialmente adecuado para la defensa de punto y frente a misiles y aeronaves”, y está concebida para equipar todo tipo de embarcaciones, incluso de pequeño tamaño.

Las primeras K130, conocidas como clase Braunschweig, fueron entregadas a las fuerzas alemanas entre los años 2008 y 2013, en sustitución de los buques de ataque rápido de la clase Gepard (Tipo 143A), que operaban desde los años ochenta. Esa antigua clase, cuya última unidad dejó el servicio el pasado noviembre, contaba con diez unidades, por lo que la nueva también está previsto que sume una decena de buques.

Un programa naval de 2.000 millones

Las autoridades alemanas anunciaron en octubre de 2017 la construcción del nuevo lote de cinco unidades de las K130 con un calendario previsto de entregas que arranca en 2019 y concluye en 2023. El coste del encargo, fijado casi un año después, alcanza los 2.000 millones de euros.

Alemania aumentó en 2.000 millones de euros su gasto militar precisamente en 2017, con lo que fijó sus presupuestos militares en 37.000 millones. La cifra representa el 1,2 por ciento del producto interior bruto del país (PIB). Berlín es por tanto uno de los países de la OTAN que aún están lejos de alcanzar el 2 por ciento del gasto recomendado por la organización como objetivo para 2024.