¡Hasta el infinito y un poco más allá

16/07/2009 Por A. Florensa (Infodefensa.com) - Dicen, estadísticamente, que el verano es tiempo propenso a revoluciones y divorcios. Debe ser por el calor, que enerva la irascibilidad aunque embote las ganas de trabajar. Y ¡pardiez!, que este verano viene caluroso. Será por lo que en el sector Defensa todo parece muy parado pero a la vez embroncado y vocinglero. Así que, buscando un ambiente más fresco y silencioso, si les parece hoy nos vamos al espacio.

Por citar sólo un ejemplo de lo que sucede en el campo de la Defensa, volvemos una vez más al tema de moda. En torno al programa 8x8, penuria (casi) absoluta de información pública por parte de las empresas y de la Administración, pero, eso sí, mal rollito digital.

Se ha dicho reiteradamente que el VBR es el primer caso de un programa español de adquisición de material militar en el que la comunicación ‘on line' va a ser significativa.

En el campo del intercambio de información oficial entre las empresas y la Dirección General de Armamento y Material, parece que, finalmente, sí se ha producido una buena tanda de preguntas y respuestas sobre la RFI a través de Internet durante el periodo establecido a este fin que concluyó ayer.

En el campo de la información pública, las escasas noticias aparecidas lo han hecho sobre todo en los medios digitales, siendo escasa la repercusión que el programa ha despertado, de momento, en publicaciones impresas. Reiterar, no obstante, que el interés de las empresas involucradas en el programa por informar a los medios de comunicación está siendo, por ahora, muy escaso en casi todos los casos.

Sin embargo, ‘la red' está que arde por la utilización que parece que se está haciendo de blogs y foros para la filtración interesada de ‘noticias' y comentarios descalificadores sobre compañías y vehículos concurrentes. Incluso para la difusión de informes amplios, alguno de los cuales pudiera estar bajo investigación oficial para determinar su procedencia, autoría y los términos presuntamente difamatorios en los que incurriera.

Desde luego no hay que ser un consumado experto en comunicación para sospechar que detrás de algunos nicks y seudónimos utilizados se esconden auténticos ‘agitadores' nada imparciales. No sé si el programa 8x8 pasará finalmente a la historia como el caso pionero de programa militar español en el que la información abierta y objetiva circuló preferentemente por la red. Pero creo que sí quedará en los manuales como el primero en el que se empleó masivamente el enorme poder multiplicador de la susodicha para diseminar rumores tendenciosos. También como el primero en el que las compañías revisan el resumen diario de blogs con más expectación que el de prensa.

Ciertamente en el campo espacial también hay su ruido de fondo, nada cósmico. El de los litigios entre unos y otros organismos de la Administración por ver quién es el que controla ese tema en España. Pero ese debate, como sucede en otros ámbitos (por ejemplo, el del control de la acción del Estado en el espacio marítimo de responsabilidad nacional), es un clásico que el que suscribe recuerda hace ya 30 años.

Sin embargo, en el aspecto empresarial, el sector español del Espacio, eminentemente dual, se nos muestra estos días, en contraste con el de Defensa o, al menos, con el de otros subsectores de Defensa, preñado de buenas noticias que demuestran vitalidad, pujanza y halagüeñas perspectivas para un año 2010 que, nos tememos, va a ser un auténtico erial en otros campos.

Basta repasar informaciones publicadas estos días en Infodefensa.com para ver cómo, por ejemplo, EADS CASA Espacio, se consolida como suministrador de las estructuras de la parte alta del lanzador y de los adaptadores para grandes satélites en un nuevo lote de 35 cohetes Ariane-5. Un contrato se garantiza la producción en CASA Espacio y su red de subcontratistas para los próximos cinco años.

Dentro de pocos días, al filo de las nueve de la noche del 25 de julio, el INTA lanzará su segundo nanosatélite, el 1B. Una plataforma que agrupa interesantes desarrollos del propio Instituto y diversas universidades españolas, y que incorpora un novedoso sistema de comunicación entre paquetes de la carga útil en el que el cableado es sustituido por conexiones infrarrojo.

La cofia del sobrio cohete ruso Dnieper -un veterano modelo de ICBM de cabezas nucleares múltiples hoy reconvertido a fines más pacíficos- que lanzará el 1B, contendrá también entre sus varios ocupantes un segundo satélite nacional, el Deimos 1. Un nanosatélite de observación de la Tierra del diseñador y operador Deimos Imaging, un consorcio formado por la empresa Deimos y la Universidad de Valladolid, ciudad esta donde se encuentra el Centro de Control de la nave.

Satélites como estos, o incluso más pequeños, casi del tamaño de una lata de refresco -en los que España está cimentando una prometedora especialización-, ofrecerán telecomunicaciones y teledetección, a precios asequibles, a nuevos clientes privados o institucionales que hasta ahora no podían permitirse el ‘lujo espacial', para seguimiento muy local de incendios, control de cosechas o áreas de denominación de origen vinícolas, recursos hidrológicos, etcétera.

Entre los potenciales nuevos clientes españoles del espacio, seguramente figurarán Comunidades Autónomas, como la propia de Castilla-León o la de Galicia, esta última cuando el próximo año se lance el nanosat Xacobeo, que está desarrollando la Universidad de Vigo asesorada por el INTA.

Hablando de plataformas más grandes, para una fecha indeterminada inmediatamente después del verano, el principal operador español de satélites de comunicaciones, Hispasat, lanzará a bordo de un Ariane-5 su Amazonas II con el que ampliará su oferta ya importante en el mercado de América del Sur, especialmente de Brasil.

En el campo de los satélites para Defensa y Seguridad, otro destacado operador español, Hisdesat, va camino de convertir a nuestro país en un notable actor espacial en el entorno de la OTAN, con una capacidad en este campo bastante superior a la que tenemos en otras áreas de equipamiento.

Los buenos éxitos de comercialización de los servicios de sus dos satélites de telecomunicaciones militares -Spainsat y XStar- a países aliados, como Dinamarca, se han visto recientemente reforzados con algunos importantes contratos por parte de la Administración estadounidense para suministrar comunicaciones seguras a mandos y agencias de muy primer nivel. En este segmento, pronto podría conocerse una interesante novedad en estudio.

Por lo que respecta a la observación de la Tierra, avanzan a buen ritmo y en calendario los proyectos Paz e Ingenio, con los que España se convertía en el único país de la Alianza que dispondrá simultáneamente de un satélite óptico y otro radárico. En los ambientes sectoriales se habla ya incluso de la posibilidad de obtención de una segunda pareja de naves.

Otro éxito asociado a estos programas es la reciente puesta en marcha por parte del INTA de su Centro de Experimentación y Ensayo Espacial, con el que se busca responder a la demanda de la industria nacional de que todos los equipos, a nivel de unidad, subsistema, sistema o satélite completo, sea cual sea su tamaño, puedan ser probados y calificados en España, sin tener que utilizar laboratorios foráneos como pasaba, parcialmente, hasta ahora. Ello ha llevado al Instituto a ampliar y mejorar varias de sus instalaciones existentes o a construir otras totalmente novedosas, como la de Ensayos Acústicos, dotándose así de la capacidad de responder a todas las necesidades de prueba, incluso de los sistemas y cargas útiles más grandes.

Serían otras muchas las cosas interesantes a comentar de los proyectos en los que hoy está involucrado el Sector Espacial español. Pero la breve muestra citada creo que es suficiente como para poder asegurar -parafraseando al ‘guardián espacial' de aquella película de animación- que parece dispuesto a dar el salto "hasta el infinito y más allá". ¡Incluso puede que hasta un poco más lejos!