La base aérea de Mildenhall, en las proximidades de Cambridge (Reino Unido), ha sido el escenario del ejercicio internacional de operaciones aéreas especiales (SAO, por su siglas en inglés) Soali Exchange 25, organizado por la Fuerza Aérea estadounidense (321 STS -Special Tactics Squadron y 325 Special Operations Wing), con presencia por cierto permanente en estas instalaciones.
Las maniobras han reunido a personal especializado en SAO de Estados Unidos, Reino Unido y otros países de la OTAN, entre ellos España. El Ejército del Aire y del Espacio ha participado con varios integrantes de los equipos operativos del Escuadrón de Zapadores Paracaidistas (Ezapac), su unidad de operaciones especiales, y el 353 Escuadrón de Fuerzas Aéreas Especiales del Ala 35, que desplegó un avión de transporte C-295.
Los efectivos de ambas unidades operaron en distintas misiones con esta aeronave y además se movieron por los escenarios diseñados en motocicleta, un medio ligero utilizado con frecuencia por los boinas verdes del Ejército del Aire y del Espacio, y también de otras unidades de operaciones especiales de las Fuerzas Armadas españolas. Aunque su uso no es para nada nuevo, como decíamos, lo cierto es que no hay demasiadas imágenes de su empleo en este tipo de ejercicios. En este caso, el Ejército del Aire y del Espacio ha mostrado imágenes de militares con motos junto con un Osprey estadounidense y el citado C-295 español.
El ejercicio ha permitido, a grandes rasgos, trabajar en la integración de los medios aéreos en operaciones especiales a través de la puesta en común de tácticas, técnicas y procedimientos en materia de operación en pistas no preparadas, zonas de lanzamiento, asalto y exfiltración aérea y empleo de vehículos ligeros y motos conducidos por personal del Ezapac, entre otras unidades Soali (Special Operations Air-Land Integration).
"La participación española ha propiciado una oportunidad clave para potenciar la interoperabilidad con otras unidades aliadas en el ámbito internacional, promoviendo la estandarización de procedimientos y formatos empleados durante las misiones, con el objetivo de maximizar la eficacia en operaciones futuras dentro de marcos multinacionales", subraya el Ejército del Aire y del Espacio, al tiempo que destaca además el reto de actuar en "zonas de trabajo nunca utilizadas hasta el momento, con las implicaciones para el planeamiento y la ejecución que ello conlleva".
Detalles del ejercicio
Durante el ejercicio, la tripulación del 353 Escuadrón SAO tuvo ocasión de colaborar estrechamente con sus homólogos estadounidenses del 67th Special Operations Squadron, que operan el MC-130J, en tareas de planeamiento conjunto, ejecución táctica e intercambio de experiencias. "Esta interacción ha resultado particularmente enriquecedora a nivel técnico y operativo, y ha permitido el estrechamiento de lazos de cooperación entre ambos escuadrones, cuya operación es similar, abriendo la puerta a futuras operaciones combinadas".
Por su parte, los miembros del Ezapac se integraron dentro de los equipos Soali junto con personal del resto de naciones participantes. "La estrecha colaboración con el resto de países aliados ha permitido generar sinergias, compartir conocimiento y afianzar la cohesión táctica en un entorno internacional, especialmente en aspectos relacionados con la preparación y marcaje de zonas de lanzamiento y aterrizaje en zonas no preparadas, así como en la coordinación de medios aéreos".
Los Controladores de Combate (CCT) del Ezapac realizaron controles de aterrizaje y despegue con múltiples aeronaves, lanzamiento de cargas, así como el control y realización de saltos paracaidistas, tanto en la modalidad de automático como manual. También se ejecutó un FARP seguro (Foward Arming Refuelling Point) en el que colaboraron varias aeronaves, tanto de ala fija como rotatoria, para facilitar el reabastecimiento de armamento y combustible de las mismas, permitiendo proyectar las capacidades a mayores distancias.