Un nuevo presidente
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Un nuevo presidente

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30/07/2009 Por Alfredo Florensa (Infodefensa.com) - Aunque la noticia de su nombramiento fue oportunamente difundida a comienzos de la semana pasada, no fue hasta ayer mismo, miércoles 29, cuando la Junta General de Navantia aprobó, haciéndolo efectivo, el nombramiento del nuevo presidente de la empresa de construcción naval, don Aurelio Martínez Estévez, quien durante la misma mañana de ayer se incorporó a su puesto.

Quedaba así cerrado el relevo del anterior presidente, el señor Juan Pedro Gómez Jaén, un tema que durante los dos últimos meses ha generado cierta polémica, al parecer suscitada en parte por las desavenencias entre las posturas de diferentes departamentos ministeriales. Un asunto en el que, en cualquier caso, da la impresión de haberse solapado diferentes cuestiones, que no tienen por qué estar necesariamente relacionadas.

En principio, parece que el cese de Gómez Jaén era una decisión propia, amparada por motivos de edad. Se oía que el propio interesado ya venía pidiendo su relevo desde hacía algún tiempo, por su deseo de retirarse definitivamente de la actividad laboral, como al parecer piensa hacer ahora.

La respuesta a la petición estaba siendo aplazada por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), propietaria de Navantia. Sin embargo, el relevo del señor Solbes al frente del Ministerio de Economía y Hacienda por la señora Salgado hizo pensar que el tema se sustanciaría en breve, a raíz de un previsible y consiguiente cambio en la presidencia de la SEPI.

Fue por esos días, a comienzos de junio, cuando sorpresivamente se lanzó la noticia de que el nuevo presidente de Navantia iba a ser Carlos Suárez, ex responsable de la División de Aviones de Transporte Militar de EADS, quemado en el enfrentamiento con la parte alemana del consorcio por defender la españolidad y la independencia de esa División.

Muchas opiniones sectoriales han sostenido que Suárez fue el candidato propugnado desde el Ministerio de Defensa.

El experto periodista económico -y entrañable viejo compañero de fatigas redaccionales juveniles- José Antonio Navas comentaba hace unos días en su columna de ABC que, en realidad, había sido el ministro de Industria, el señor Sebastián, quien "quería resarcir" al antiguo titular de EADS-CASA "por haber sacado la cara en nombre del Gobierno (en el asunto de la División de Aviones de Transporte Militar)", designándole presidente de Navantia "con el consiguiente visto bueno de Carmen Chacón".

Fuera quien fuera el promotor de la candidatura de Suárez, lo cierto es que esta propuesta debió despertar las iras del Ministerio de Economía y de la SEPI, muy celosos de recalcar su titularidad de Navantia y su potestad de nombrar los presidentes de sus compañías, sin aceptar sugerencias de otros departamentos. El tema pareció, además, quedar totalmente sentenciado con la confirmación por parte de la ministra Elena Salgado del señor Martínez Robles como máximo responsable de la Sociedad Estatal.

Seguramente, la definitiva aceptación del cese de Juan Pedro Gómez Jaén y su sustitución ahora por Aurelio Martínez, ha respondido a otras necesidades de "encajes" internos del ministerio económico. No hay que olvidar que Martínez Estévez, anterior presidente del Instituto de Crédito Oficial desde 2004, fue recientemente crítico hacia unos criterios sobre cambios en el ICO expuestos por el Presidente del Gobierno.

Así las cosas, el Consejo de Ministros del pasado viernes nombraba oficialmente a un nuevo presidente del instituto crediticio. El mismo día 24, el Consejo de Administración de la SEPI acordaba proponer en la Junta General de Navantia S.A. a Martínez Estévez como nuevo presidente de la empresa, nombramiento que, como decíamos al principio, fue ratificado ayer en la reunión de dicho órgano.

En su citado artículo, José Antonio Navas apuntaba que "aseguran que el cambio de aires no ha sentado nada bien al hasta ahora responsable del máximo organismo crediticio del Estado para quien los astilleros militares son una cuestión de segunda derivada".

Al margen del gusto con el que Martínez Estévez se haya incorporado ayer a su nuevo despacho, la pregunta ahora es qué puede hacer al frente de Navantia.

Fuentes muy autorizadas del sector de Defensa cercanas al nuevo presidente, destacan su perfil eminentemente académico -es Catedrático de Economía Aplicada-, su capacidad didáctica para explicar de forma fácil la Economía (fue magistral, por ejemplo, una reciente conferencia que impartió analizando la actual crisis mundial), su gran experiencia en el ámbito financiero privado y su amplio bagaje en el diseño y gestión de políticas económicas (fue director del Departamento de Economía del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, de 1991 a 1993; después, conseller de Economía y Hacienda de la Generalitat Valenciana, y presidente del Instituto Valenciano de Finanzas).

Por contra, parece carecer de experiencia empresarial y de ese otro expertise, tan necesario como complejo en Navantia, de la relación con los sindicatos.

En cualquier caso, Aurelio Martínez va a encontrarse en la empresa con un sólido cuadro directivo técnico en el que apoyarse en los aspectos que le sean más desconocidos, y la llegada a la presidencia de Navantia de un economista puede aportar nuevas e interesantes perspectivas.

Recordemos que cuando Juan Pedro Gómez Jaén se incorporó a la compañía también se cuestionó su idoneidad para dirigirla. Sin embargo, su presidencia ha cuajado como una de las más cargadas de cambios significativos y positivos en lo que ahora es Navantia.

Al margen de la buena cartera de pedidos y de actos relevantes en los próximos meses (entrega de otra fragata noruega, del submarino para Malasia, de patrulleros venezolanos, del BAC Cantabria o del LHD Juan Carlos I y botadura del primer BAM de la Armada), Martínez Estévez recibe también de su antecesor una negociación bien encauzada para la integración de Navantia en la asociación TEDAE, tras la previsible disolución de AFARMADE en la Junta General a celebrar el 7 de septiembre, y dentro de la evolución asociativa ordenada y elegante que se está logrado finalmente realizar en el sector.



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