Ver, oír y callar
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Ver, oír y callar

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02/07/2009 Por A. Florensa (Infodefensa.com) - A mí el general Jesús Pinillos, el subdirector de Planificación y Programas de la DGAM, me cae simpático. Tiene esa vitalidad arrolladora, a veces hasta un poco provocativa, pero siempre sazonada de sentido del humor y, desde luego, bien calculada en escasos segundos para responder a la situación que es inherente a muchos pilotos de ‘caza'. Sin duda, en buena parte gracias a eso, su intervención fue la más animada en el seminario sobre perspectivas para los programas de Defensa en 2009 celebrado el martes en Madrid. Al menos fue la única que suscitó preguntas.

Es verdad que la ponencia de Pinillos era uno de los platos fuertes de la jornada. Pero allí hubo otras personas y se comentaron otros varios temas por demás interesantes. Y no dejó de sorprendernos que ni una sola de esas presencias e intervenciones generaran la más mínima cuestión entre los aproximadamente 30 representantes de la industria presentes.

Supongo que a estas alturas uno debería estar ya curado de espanto y saber que a este tipo de actos se va a ver -a veces, a dejarse ver-, oír y callar -al menos en público-, esperando, eso sí, que el momento del cafelito propicie el encuentro ‘casual' buscado al pagar la inscripción.

En esa misma línea de ‘filosofía', los periodistas que llevamos años siguiendo el sector de Defensa, ya estamos acostumbrados a que la circulación de la información es un hecho muy escaso en el mismo, porque en él impera una especie de procelosa guerra de submarinos: cada uno intenta obtener la mayor cantidad posible de datos sobre los demás, pero ser lo más discreto posible sobre los propios.

Dicho lo dicho, he de insistir, no obstante, como caso más palmario de lo que aconteció el martes, en que resultó sorprendente -y casi grosero- el denso silencio que se hizo en la sala cuando el secretario de Estado de Defensa propuso mantener un turno de preguntas tras su intervención.

Constantino Méndez no se había limitado a inaugurar el acto. Hizo una exposición bastante amplia de ideas y líneas. Parecía, pues, un auténtico lujo el cuarto de hora largo que ofrecía para debate.

Un lujo que no aprovecharon, por ejemplo y por citar sólo un tema de rabiosa actualidad, las cinco o seis empresas presentes con intereses en el programa 8x8, mencionado por el SEDEF. Allí estaban, entre otras, esa compañía que todos creen que está, pero no se sabe si está o la han desplazado y no quiere quedarse fuera. Allí estaba esa otra empresa que no termina de querer hacer pública su incorporación a uno de los team, o la que negocia con la opción que ha sufrido tan duro y reciente golpe...

Por seguir centrados en ese Programa estrella en este momento, no digo que no sea lógico el que las empresas interesadas en participar en el 8x8 sean discretas con sus negociaciones, a contrarreloj y en un entorno de competencia salvaje. Pero de todo lo anterior me surge la pregunta de si la voluntad del Ministerio de Defensa de mantener un flujo de información muy abierta a todas las empresas concurrentes o potencialmente concurrentes a la selección del nuevo VBR español va a ser posible con la cultura industrial de "ver, oír y callar".

Por el momento, las opiniones industriales interesadas en el tema apuntan hacia una gran renuencia a hacer preguntas concretas cuya respuesta van a conocer también los demás participantes, según se propone en la RFI.



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