Europa quiere "redoblar esfuerzos" para ayudar militarmente a Ucrania

El Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, va a proponer un nuevo desembolso del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz para financiar el envío de más armamento a Ucrania. Borrell, que también es vicepresidente de la Comisión Europea, ha concretado esta semana, ante el Parlamento Europeo, que “en los próximos días” va a proponer el sexto desembolso de esta fórmula por la que hasta el momento la Unión Europea (UE) ha suministrado a Kiev 2.600 millones de euros. La cifra, que no incluye las ayudas unilaterales facilitadas por los países miembros, está muy alejada del apoyo militar facilitado por Estados Unidos a Ucrania desde que comenzó la invasión rusa, el 24 de febrero, y que asciende a 14.500 millones de dólares (actualmente equivale a prácticamente la misma cantidad en euros), de modo que la asistencia aprobada por Washington casi multiplica por seis la acumulada por Bruselas.

Borrell ha pedido a los ciudadanos europeos “que no flaqueen en su apoyo a Ucrania”, que además “está funcionando”. El jefe de la diplomacia europea ha solicitado expresamente “redoblar los esfuerzos”, particularmente ahora que el contrataque ucraniano está obteniendo en el sur y el este del país “un éxito mayor de lo esperado, incluso por nosotros mismos”.

“La guerra se gana con armas”

“La guerra se gana con armas”, ha sentenciado Borrell para justificar el nuevo paquete que prepara la UE y alentar a los países miembros que aceleren el envío de armamento a Ucrania. El objetivo es acelerar las operaciones antes de que llegue el invierno, con las consiguientes dificultades para continuar con ellas.

En este diálogo, Borrell ha destacado los intensos esfuerzos que se están realizando actualmente para definir los parámetros técnicos de esta misión, junto con las Fuerzas Armadas de Ucrania, los Estados miembros de la UE y los socios. El ministro Kuleba ha agradecido el apoyo de la UE, que considera necesario para la recuperación de la soberanía e integridad territorial de Ucrania y el reconocimiento por parte de Rusia de su responsabilidad política, económica y moral en la destrucción del país.