El Ejército de Chile despliega 4.000 efectivos por Estado de Emergencia en el sur y crisis migratoria en el norte
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El Ejército de Chile despliega 4.000 efectivos por Estado de Emergencia en el sur y crisis migratoria en el norte

Los relevos del personal en la provincia del Biobío y región de La Araucanía se producen cada 30 días y en las regiones del norte cada 10 días
BOE Lautaro en la Macrozona Sur foto Ejército de Chile
Personal de la Brigada de Operaciones Especiales (BOE) Lautaro en la Macrozona Sur. Foto: Ejército de Chile
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El Ejército de Chile mantiene desplegados alrededor de 4.000 efectivos cumpliendo tareas de apoyo a las Fuerzas de Orden y Seguridad en la Macrozona Norte y Macrozona Sur y en labores de combate en los incendios forestales que han afectado a las regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía.

Según el diario La Tercera, en el Estado de Excepción Constitucional de Emergencia vigente en las provincias de Biobío y Arauco de la Región de Biobío y en la Región de La Araucanía por graves y reiterados hechos de violencia y atentados terroristas, la institución cuenta con más de 1.000 funcionarios, mientras que en la extinción de siniestros forestales otros 2.000 efectivos.

A este contingente, se debe agregar un poco más de 600 militares que a contar del 24 de febrero han sido movilizados a las fronteras de las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta para incrementar las tareas de control debido a un aumento en el ingreso de personas ilegales y un aumento en los índices de criminalidad en estas áreas.

La institución explicó que el número de efectivos desplegados no incluye el personal de apoyo en las respectivas unidades militares y que contribuyen al cumplimiento en terreno de estas misiones, así como al personal que se encuentra realizando otras labores, como los integrantes del Cuerpo Militar del Trabajo que realizan obras de conectividad en zonas aisladas del país.

Sistema de turnos

La Tercera indica que el personal designado cuenta con un sistema de turnos y sin asignaciones especiales o viáticos, pues el presupuesto que usa el Ejército de Chile sale de su glosa anual y no de un nuevo fondo para estas tareas extraordinarias.

Esta modalidad funciona de distinta manera en cada zona. En el norte, explican desde el Ejército, el personal se renueva cada 15 días de manera escalonada y opera a lo largo de toda la frontera y en más de diez bases de avanzada.

Antes de iniciar sus operaciones, los militares realizan un predespliegue de 10 días, oportunidad en que reciben instrucción para el cumplimiento de sus obligaciones. El personal asignado proviene de las unidades de la VI y I División de Ejército.

Los relevos del personal en la provincia del Biobío y La Araucanía se producen cada 30 días y los efectivos pertencen a unidades del Ejército ubicadas en el centro y sur del país. La diferencia de la prolongación de estos turnos se debe a que el terreno de operaciones en el norte es geográficamente más agreste y más alejado de zonas urbanas.

En el Ejército de Chile estiman que el despliegue en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta, que tiene un vigencia de 90 días, será renovado una vez finalizado este plazo y por lo tanto el contingente deberá mantenerse en la frontera. Los militares deberán también resguardar en el mes de mayo los locales de votación en las elecciones de consejeros constitucionales.

Entrenamiento y operacionalidad

El personal militar realiza permanentemente a lo largo de todo el año maniobras de entrenamiento correspondiente a sus respectivas especialidades y este despliegue podría repercutir en la operacionalidad de la Fuerza Terrestre.

El jefe del Área de Estudios en Seguridad y Defensa de AthenaLab, John Griffiths, señaló a La Tercera que “en la norma internacional dice que si tú tienes 1.000 efectivos desplegados, tienes que tener 1.000 en reentrenamientos y 1.000 esperando el relevo. Si tienes un batallón empleado, tienes que tener uno más en preparación y otro en reentrenamiento”.

Griffiths agrega que “estas son misiones adicionales al empleo de la fuerza. Entonces, si dejas de entrenar, dejas de capacitar a los soldados. En las Fuerzas Armadas si no te entrenas -para tus labores permanentes-, pierdes la operacionalidad. Cuando asumes tareas externas, tienes que seguir reentrenándote. Por lo tanto, por cada tercio de efectivos que acuden a esta contingencia, tienes que tener otro tercero de relevo y otro capacitándose. Considerando ese circuito, el Ejército debería estar disponiendo de 12.000 efectivos sólo para esto”.

El experto en materias de seguridad y exjefe de asesores de la Subsecretaría del Interior, José Poblete, manifestó a ese medio que el despliegue militar tiene que siempre estar acompañado de especialización y capacitación.

“La militarización de tareas policiales -a través de uso de personal, equipamiento o tácticas militares- no es una novedad en el continente, ni en el mundo. Hay buenos y malos resultados. Pero si se decide usar personal militar para mantener el orden público en un contexto complejísimo, como el control migratorio, se requiere extenso entrenamiento teórico y práctico, acompañamiento policial los primeros meses y reglas claras”, indicó.



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