La percepción de los españoles sobre la defensa ha dado un giro significativo en los últimos años, consolidando un respaldo creciente a una mayor inversión en capacidades militares. Así lo revela la 45ª oleada del Barómetro del Real Instituto Elcano (BRIE), que muestra que el 57% de los encuestados cree que Europa debe invertir más en armamento y defensa, y un 49% considera que también España debería hacerlo, incluso si eso implica reducir el gasto en otras políticas públicas.
Pese a que el apoyo a un incremento presupuestario nacional en defensa aún divide a la opinión pública por mitades, el dato del 49% supone una cifra considerable en un país tradicionalmente reticente al uso de la fuerza militar. La encuesta evidencia además que esta inclinación está fuertemente condicionada por la ideología política: entre los ciudadanos situados en la derecha, los partidarios del aumento del gasto triplican a los de la izquierda. Los encuestados que se identifican con el centro ideológico se dividen casi al 50%.
Estas cifras se enmarcan en un contexto de apoyo abrumador a la permanencia en la OTAN, con un 85% de respaldo, y de preocupación por la seguridad internacional. Pese a ello, seis de cada diez españoles creen que la seguridad nacional no está amenazada por ningún otro país. Quienes sí perciben amenazas señalan en primer lugar a Marruecos (55%), seguido por Rusia (33%) y, en ascenso notable, Estados Unidos (19%), probablemente por las políticas proteccionistas del presidente Trump.
División ideológica y pragmatismo europeo
Una lectura más detenida del barómetro elaborado por Carmen González Enríquez y Fernando Gijón Torres refleja cómo la posición ideológica influye decisivamente en la percepción de la defensa. Mientras que la derecha se muestra más proclive al rearme y a una defensa fuerte frente a posibles amenazas, la izquierda manifiesta mayor resistencia, salvo en lo que respecta al respaldo a Ucrania.
De hecho, la invasión rusa sigue generando una fuerte solidaridad entre los ciudadanos: el 75% cree que Europa debe seguir enviando apoyo militar a Kiev, y un notable 52% se muestra incluso favorable a que España envíe tropas para garantizar la seguridad del país invadido, pese a la tradicional reticencia nacional a implicarse en conflictos armados.
En el plano internacional, los españoles respaldan mayoritariamente una política europea más independiente y robusta. Cuando se pregunta sobre qué deben hacer los europeos ante la dependencia militar de Estados Unidos en el marco de la OTAN, la mayoría se inclina por aumentar la inversión en defensa y desarrollar capacidades propias. Sólo un 18% considera que no hay que hacer nada, mientras que otras respuestas apuestan por el diálogo, la cooperación internacional o incluso un ejército europeo.
La seguridad de España no está amenazada
Por otro lado, la mayor parte de los españoles cree que la seguridad de nuestro país no está amenazada por ningún otro. En concreto, un 60% mantiene esa posición, en un porcentaje que resulta muy estable en los últimos 40 años. También es estable la diferencia ideológica en esta materia, con la izquierda mucho menos preocupada que la derecha sobre las posibles amenazas a la seguridad del país.
Curiosamente, se ha producido una evolución en la percepción de qué país concreto puede ser una amenaza para España. Marruecos sigue en primer lugar, pero con un mayor porcentaje de respuestas que en ediciones pasadas de esta encuesta y Rusia se mantiene en segundo lugar.
A raíz de su invasión de Ucrania en 2022, la consideración de Rusia como posible amenaza para España aumentó sustancialmente, pasando del 20 al 36% de menciones. En comparación con el barómetro de 2024, EEUU ha pasado de ser visto como amenaza para España por sólo un 5% de los entrevistados a un llamativo 19% en este año, en lo que parece un efecto directo de las políticas de Donald Trump.
Gaza y Trump: el rechazo marca tendencia
Otra de las claves del barómetro de este año es el contundente juicio moral que la sociedad española emite sobre el conflicto en Gaza. El 82% de los encuestados considera que Israel está cometiendo un genocidio, y el 78% cree que los Estados europeos deberían reconocer ya al Estado de Palestina. Además, un 70% apoya que la Unión Europea imponga sanciones a Israel, frente a un escaso 15% que respalda una defensa incondicional de su actuación.
No obstante, este posicionamiento crítico no ha derivado en un aumento del antisemitismo: solo un 16% considera que existe una actitud extendida contraria a los judíos en España, y la calificación media que recibe este colectivo es positiva (5,7 en una escala de 0 a 10).
En paralelo, la figura de Donald Trump genera un notable rechazo. El 68% de los encuestados cree que su presidencia es perjudicial para los intereses de los propios estadounidenses, y un 61% teme consecuencias negativas para España, fundamentalmente en forma de aranceles. La simpatía hacia Estados Unidos ha descendido hasta un 5,1 sobre 10, por debajo incluso de China (5,8), mientras que el propio Trump recibe una nota de 2,5, superado incluso por Xi Jinping.
El desgaste de la imagen estadounidense se ha hecho evidente también en la cuestión geoestratégica: si en 2024 más de un tercio de los encuestados apoyaba que España se posicionara con Washington en su rivalidad con Pekín, hoy solo un 11% mantiene esa postura. Un rotundo 80% defiende que España no debe apoyar a ninguno de los dos.
Europa: apoyo, aunque con dudas
En relación con la Unión Europea, el 83% de los españoles considera beneficiosa la pertenencia de España a la UE. Sin embargo, el barómetro señala una ligera erosión de este europeísmo, con un 14% que ya considera perjudicial la membresía, especialmente entre los encuestados de derechas y con menor nivel educativo. Llama la atención la evolución inversa respecto a hace una década: entonces, la izquierda era más crítica con la UE; hoy es la derecha la que expresa mayor descontento.
La encuesta también pone de relieve un bajo conocimiento de las instituciones comunitarias: un 50% de los encuestados reconoce no saber quién preside la Comisión Europea, aunque el conocimiento de Ursula von der Leyen ha mejorado respecto a anteriores responsables. A pesar de esta confusión, el 68% de los españoles se declara optimista sobre el futuro de la UE.
Las prioridades europeas a corto plazo, según los encuestados, pasan por invertir en industrias que reduzcan la dependencia exterior (8,5 sobre 10), energías renovables (7,6), control de fronteras (6,9) y armamento (5,4). También en este punto la ideología marca diferencias: mientras la derecha valora más el armamento y las fronteras, la izquierda da mayor peso a la sostenibilidad.
Ucrania y Gaza: dos guerras, dos visiones
El conflicto en Ucrania continúa siendo percibido con pesimismo. La mayoría de los encuestados cree que el país no recuperará ni los territorios ocupados por Rusia en los últimos tres años (89%), ni Crimea (92%). Solo un 39% confía en que la guerra acabe este año. Aun así, como ya se ha apuntado, tres de cada cuatro españoles respaldan el envío de ayuda militar europea a Kiev.
En cuanto a Gaza, los datos reflejan una marcada polarización ideológica. Mientras que el 97% de los votantes de izquierdas cree que Israel está cometiendo un genocidio, este porcentaje cae al 62% entre los de derechas. En todos los casos, el apoyo a Palestina supera al que recibe Israel. También en este tema se observa una clara diferenciación entre el juicio moral al Gobierno israelí y la percepción sobre el pueblo judío.
Más apoyo a la energía nuclear
Por último, el estudio del Real Instituto Elcano destaca un notable cambio en la percepción sobre la energía nuclear. El apoyo al alargamiento de la vida útil de las centrales nucleares ha aumentado del 43% en 2023 al 66% actual. Este respaldo creciente se enmarca en un contexto de preocupaciones energéticas y climáticas, y apunta a una reconfiguración de las preferencias ciudadanas en materia de sostenibilidad.
El Barómetro del Real Instituto Elcano, realizado entre el 19 y el 29 de mayo de 2025 a través de 1.000 entrevistas telefónicas, ofrece así una completa radiografía del pulso sociopolítico español. La defensa, lejos de ser un tema marginal, se consolida como una de las preocupaciones emergentes para una ciudadanía cada vez más implicada —y dividida— en las cuestiones de seguridad internacional.