Rusia reanudará la producción del bombardero supersónico soviético Tu-160

El bombardero pesado supersónico de geometría variable desarrollado por Túpolev para la Unión Soviética en los años setenta y ochenta Tu-160 vuelve. El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, reveló la semana pasada los plantes para reanudar la producción de este aparato.

Durante una visita a la planta de aviones de Kazán, el político ruso afirmó que el país necesita “no solo reparar y modernizar los aviones de la aviación estratégica, sino también reanudar la producción de los Tu-160”, según cita la agencia estatal Ria Novosti, que recuerda que la aeronave está considerada como el avión de combate más pesado del mundo.

“Por ahora nadie ha desarrollado un aparato mejor tratándose de aviones supersónicos”, apuntó Shoigú, que apuntó que volver a fabricarlo requerirá “renovar las unidades de producción”.

El Tu-160 realizó su bautismo del aire en 1981 y comenzó a operar en 1987. Actualmente Rusia cuenta con dieciséis de estos aparatos, que se encuentran en pleno proceso de modernización. El pasado noviembre realizó su primer vuelo la primera unidad modernizada con nuevos radares y equipos de navegación, entre otros avances. La previsión es que antes de 2020 la Fuerza Aérea de Rusia cuente con más de una decena de estos aviones mejorados.

El avión ha sido considerado como el más potente del mundo, por encima de su análogo estadounidense, el bombardero B-1 Lancer. Se trata de un aparato de 50 metros de longitud por casi 56 metros de envergadura, con sus alas de geometría variable posicionadas a 20 grados respecto al fuselaje –a 66 grados la envergadura se reduce a los 35,6 metros–, y 275 toneladas de peso máximo al despegue a plena carga. Es capaz de volar a más de 2.200 kilómetros por hora y de recorrer distancias de más de 12.000 kilómetros. Su techo de vuelo es de 18.000 metros y está preparado para portar y lanzar multitud de bombas y misiles, incluso nucleares.

Los actuales Tu-160 realizan periódicas misiones de entrenamiento y reconocimiento a lo largo de la frontera del país.

Foto: Túpolev