Berlín no cede a la presión de Londres sobre el embargo a Arabia Saudí

Alemania no tiene intención de levantar el embargo a la exportación de material militar a Arabia Saudí, aunque afecte a otros países socios. El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Heiko Maas, se reunió el miércoles en Berlín con su homólogo británico, Jeremy Hunt, tras la dura carta que éste le envió el pasado 7 de febrero mostrándose “profundamente preocupado” por las consecuencias para la industria de su país derivadas de ese veto.

“La postura del Gobierno”, ha explicado Maas tras la reunión, sigue siendo “que no entregaremos armas a Arabia Saudí en este momento”, con lo que rechaza las advertencias británicas de que la medida podría perjudicar la credibilidad y los esfuerzos de Europa para lograr la paz en Yemen, informa la agencia francesa AFP.

El gobierno germano optó el pasado octubre por dejar de vender material de defensa al reino de Oriente Medio como respuesta a la intervención bélica de este país en Yemen y tras la desaparición del periodista Jamal Khashoggi, presuntamente a manos de agentes saudíes. El levantamiento de esta prohibición “dependerá de los acontecimientos en el conflicto de Yemen”, explicó el miércoles Maas, en oposición a la postura expresada por Hunt, que consideró por su parte que la decisión de Alemania no ayuda a la paz en Yemen. “De hecho, nos preocupa que haga lo contrario: reducir nuestra influencia en ese proceso”.

Vergüenza en Exteriores

El desencuentro de ambos países en este asunto no parece enorgullecer a ninguno de los dos países, ya que ninguno de sus departamentos de Exteriores, encabezados por Maas y Hunt, ha recogido esta reunión en sus portales oficiales de internet. Defense Aerospace ve en esta ausencia un claro rasgo de vergüenza de ambos gobiernos por este asunto.

En su carta previa al encuentro, Hunt citó programas concretos que, a su juicio, “es imperativo que se excluyan de la congelación de las exportaciones de armas”, como el del [avión de combate] Eurofighter Typhoon y el del Panavia Tornado”, además del misil Meteor. En este contexto, las acciones de BAE Systems, la empresa británica socia del Eurofighter, que es la encargada de negociar los contratos con Arabia Saudí, han caído un 7,1 por ciento, su mayor bajada desde la votación del Brexit a finales de junio de 2016.

Londres aduce tres motivos fundamentales para que Berlín reconsidere su postura: la implicación de distintos países en los proyectos afectados por el embargo, el riesgo de que Alemania deje de ser considerado como un socio fiable en un momento en el que Berlín busca desarrollar futuras capacidades de defensa, y la posibilidad de que se dé lugar a costosos litigios por responsabilidad legal por el impacto de estos movimientos en los operadores comerciales europeos.