F-16, 35 años al servicio de Venezuela
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F-16, 35 años al servicio de Venezuela

Formación de cazas F-16A en una reciente demostración aérea. Foto: Agencia Venezolana de Noticias.
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Los aviones de caza Lockheed Martin F-16A/B Block 15 Figthing Falcon están cumpliendo 35 años al servicio de la Aviación Militar de Venezuela. Por varias décadas este sistema de combate fue la punta de lanza del poder aéreo de la nación caribeña-sudamericana.

La compra de 18 F-16 y seis F-16B se formalizó en mayo de 1982 directamente con el fabricante General Dynamics, luego de que el Gobierno de Estados Unidos aprobara la venta y, destacando el hecho, que era la primera vez que accedía a suministrar un avión de combate de última generación a un país latinoamericano. En esas fechas estaba vigente una prohibición que impedía la transferencia de sistemas de armas y tecnología militar estadounidense, avanzados, a naciones de América Latina. Pero estaba en pleno desarrollo la Guerra Fría y Venezuela, que se sentía amenazada, expuso ante Washington razones geopolíticas que le fueron aceptadas.

Los primeros seis aviones arribaron el 16 de noviembre de 1983 y la entrega se completó en 1985. En una fecha previa, el 31 de agosto de 1983, fue activado el Grupo Aéreo de Caza N° 16 para operar los F-16A/B. Esta unidad tiene su sede en la Base aérea 'El Libertador', ubicada en Palo Negro, estado Aragua, región centro norte costera del país.

De esa manera, la Fuerza Aérea venezolana se convirtió en la primera de Latinoamérica en recibir aviones de caza de cuarta generación y mantuvo su supremacía tecnológica en la región hasta 2006, cuando la Fuerza Aérea de Chile recibió sus F-16C/D Block 50.

Operatividad

En las décadas de los 80 y 90 la operatividad de los F-16 venezolanos alcanzó niveles superiores (hasta un 85%) al resto de los operadores de entonces de ese sistema. Por lo demás, en 1992, la Fuerza Aérea de Venezuela fue invitada a participar, con sus F-16, en los ejercicios multinacionales Red Flag que se celebran anualmente en la Base aérea Nellis de la US Air Force, en el estado de Nevada, Estados Unidos. Fue la primera vez que la fuerza aérea de un país no perteneciente a la OTAN participó en esos ejercicios.

Desde su arribo al país, los F-16 han sido sometidos a varios procesos de actualización. A mediados de los años 90 fueron dotados, entre otros sistemas, de un contendedor de designación de blancos (Precision Guide Monitor -PGM-) Rafael Litening I y, a finales de esa misma década, la empresa Samsung elevó las prestaciones de las turbinas Pratt & Whitney F100-PW-200 a la versión F100-PW-220.

A mediados de la década siguiente, en 2005, se inició el proceso de modernización Mid Life Update (MLU) de los F-16, que comprendía la revisión mayor de la estructura de los aviones a cargo de la empresa belga Sabca y, por parte de Elbis Systems, la modernización integral los sistemas electrónicos y la integración de los misiles aire-aire Rafael Python IV. Sin embargo, los trabajos fueron suspendidos debido a que las empresas contratistas se vieron obligadas a retirarse por presión del gobierno de Estados Unidos, que ese año comenzó a vetar la venta de armamento y transferencia de tecnología militar estadounidense a Venezuela.

El problema de las piezas

Desde entonces, a la Aviación Militar venezolana se le ha dificultado obtener piezas de recambió para mantener operativos a sus F-16; no obstante, los aviones siguen volando. Del total de 24 aviones recibidos, tres se han perdido en accidentes, dos F-16A y un F-16B, mientras que otros dos F-16A han sido desincorporados y ahora son exhibidos como piezas estáticas de museo. Por lo tanto, el inventario del Grupo Aéreo de Caza N°16 lo conforman actualmente 14 F-16A y cinco F-16B.

Desde hace varios años se viene comentando sobre su eventual remplazo y distintos modelos han sido mencionados: Sukhoi Su-35, Dassault Rafale y los Chendu J-10B y JF-17 Thunder, pero a la fecha no se conoce ninguna decisión oficial al respecto.



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