China y su participación en el fortalecimiento militar de Venezuela

Cuando el fallecido presidente Hugo Chávez decidió romper relaciones militares con Estados Unidos, a mediados de la década pasada, y consolidar vínculos con sus nuevos “aliados estratégicos”, Rusia, Belarús, China, Cuba e Irán, todo apuntaba a que la industria militar rusa se iba a convertir, prácticamente, en la proveedora exclusiva de las Fuerzas Armadas de Venezuela.

De hecho, el primer convenio de cooperación técnico-militar entre Rusia y Venezuela se suscribió en mayo de 2001 y las primeras órdenes de compra importantes de material militar ruso se formalizaron menos de cuatro años después, a las que han sumado otras que, según algunos cálculos, totalizan más de 12.000 millones de dólares.

Defensa Aérea

En noviembre de 2006, Venezuela adquirió a la empresa China Electronics Import and Export Corporation (CEIEC) siete radares de largo alcance JLY11, a los que, en 2010, le siguieron tres del modelo JY1B. Posteriormente, en abril de 2014, se compraron 26 radares y once sistemas de comando y control de modelos aún no revelados.

Equipos y material antimotín

Desde la década pasada, la China North Industries Corporation (NORINCO) ha venido suministrando a la Guardia Nacional de Venezuela equipos y material antimotín: cascos, chalecos, trajes de protección corporal, escudos, máscaras antigases, artificios lacrimógenos, escopetas y rifles lanza-gas, entre otros.

Igualmente, en 2101, fueron adquiridos, también para la Guardia Nacional, 141 vehículos blindados y de orden público: 121 vehículos blindados 4x4 VN4, diez vehículos antimotín (cañón de agua) WTC-1 y diez vehículos porta barreras ABV 1. Luego, en agosto de 214, se anunció una nueva compra de “300 equipos antidisturbios”.

Material de intendencia y equipos de campaña

China ha suministrado a Venezuela material de intendencia y equipos de campaña diversos. Las compras en este segmento, que solo en 2011 totalizaron casi 85 millones de dólares, han comprendido cientos de miles uniformes de campaña y de faena, más de 60.000 chalecos antibalas y cascos. Asimismo, se han recibido accesorios fornituras, correajes, morrales, más de un millar de carpas, cocinas móviles y equipos de comunicaciones tácticas, entre otros.

Aviación

El primer contrato para la compra de aviones chinos se concretó en 2009 y fue por 18 aviones de entrenamiento básico/apoyo ligero Hongdu K-8W Karakorum. A este, le siguió, dos años después, otro por ocho aviones de transporte táctico mediano Shaanxi Y-8F-200W. Cada uno de estos sistemas fue entregado con sus respectivos simuladores de vuelo.

En los años sucesivos se han anunciado nuevas adquisiciones de aeronaves, pero que aún no se han concretado. Las más recientes, en 2014, están referidas a 24 aviones supersónicos de entrenamiento avanzado de combate/ataque ligero Hongdu L-15 Falcon y nueve K-8W adicionales.

Mientras, en materia aeroespacial, China ha construido y ha puesto en órbita dos satélites para Venezuela y adelanta la construcción de un tercero. El segundo de los satélites tiene aplicaciones militares.

Industria militar

En agosto de 2012, la Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (CAVIM) y CEIEC, suscribieron un contrato, por 172,3 millones de dólares para la instalación en Venezuela de un Centro Industrial de Radiocomunicaciones para producir radios y equipos de comunicaciones, el cual entró en operaciones en noviembre de 2013.

Del mismo modo, en agosto de 2013, CAVIM y Norinco, firmaron un convenio para transformar una planta de chalecos antibalas, una de textiles y una de uniformes, existentes en Venezuela, en una planta multipropósito para elaborar productos de intendencia, seguridad personal y el kit (implementos) del soldado.

En el ámbito automotor, China ha contribuido con partes para la fabricación del vehículo táctico multipropósito 4x4 Tiuna, producido por la Empresa Mixta Socialista de Vehículos Venezolanos S.A. (Emsoven), subsidiaria de CAVIM. Más aún, la última versión del Tiuna es similar al Jeep Warrior 2020 de la empresa Beijing Benz Automotive Co., Ltd. Por otra parte, Emsoven ha comenzado a ensamblar vehículos de la línea Chery, el modelo X1 y la camioneta Tiggo 5, esta última para ser empleada como vehículo militar administrativo, además de particular.

Artillería y blindados

En 2012, el Gobierno venezolano concretó con Norinco la compra de equipos para la Infantería de Marina por 500 millones de dólares. El paquete incluye vehículos blindados anfibios de combate de Infantería 8x8 VN1 y VN18, tanques livianos anfibios VN16, morteros autopropulsados SM4 de 81 mm y lanzacohetes múltiples autopropulsados SR.5 de 122/220 mm., vehículos de transporte pesado, entre otros materiales.

Infraestructura militar

China está participando en la ejecución de varias obras de infraestructura para la Fuerza Armada venezolana. La obra más importante, contratada en septiembre de 2013 al estatal CITIC Group, es la construcción de las nuevas sedes de las comandancias de los cuatro componentes militares (Ejército, Armada, Aviación Militar y Guardia Nacional). Se trata de un complejo de nueve edificios de tecnología de punta, construidos en un área que abarca ocho manzanas en el Fuerte Tiuna de Caracas.

Tecnología y eficiencia

Varios son los argumentos para explicar este sigiloso pero consistente avance de China, en detraimiento de Rusia, para posicionarse como el segundo proveedor y contratista de la Fuerza Armada Nacional venezolana y con miras a convertirse en el primero, si es que no lo es ya. Consideramos que hay razones económicas, tecnológicas y logísticas.

En ese orden, destacan, en primer lugar, las facilidades crediticias otorgadas por China a Venezuela por decenas de miles de millones de dólares a través del denominado “Fondo Chino” y que el Gobierno venezolano cancela con petróleo.

En cuanto al aspecto tecnológico, tal como lo hemos mencionado en oportunidades anteriores, China estaría ofreciendo una tecnología más avanzada y muy similar a la “occidental” a la que están acostumbrados los militares venezolanos. En cuanto a logística, el servicio de postventa chino, se comenta, es superior al ruso, específicamente en mantenimiento y a prontitud en cuanto a suministro de repuestos y piezas de recambio se refiere.

Por lo demás, los chinos han sido eficientes en la instalación de plantas industriales militares en Venezuela. Un caso notable es la de equipos de comunicaciones, contratada en agosto de 2012 y que entró en operaciones 15 meses después. Por su parte, la planta para la producción de fusiles Kalashnikov encargada a Rusia en 2006, cuya apertura estaba prevista para 2009, aún no está terminada y se estima que lo estará para finales de este año. Y es solo un ejemplo.