Safran mantendrá motores de helicópteros de las FFAA españolas por 32 millones

La empresa Safran Helicopter Engines ha firmado esta semana un contrato por valor de 34 millones de euros con el Ejército del Aire español para el sostenimiento de los motores Makila, Arriel y Arrius de los helicópteros en servicio en la Fuerza Aérea y también del Ejército de Tierra.

Los tres motores citados están diseñados por el fabricante francés Turbomeca -integrada hoy en el Grupo Safran-. El Makila es el motor de los helicópteros Super Puma de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército (Famet) y de las aeronaves del mismo modelo de búsqueda y rescate (SAR, por sus siglas en inglés) del Ejército del Aire.

Mientras, el Arriel está instalado en los helicópteros Sikorsky S-76 de la Fuerza Aérea, dedicados básicamente a la instrucción de pilotos. Por último, el Arrius es el motor de la flota de helicópteros EC-135 de las Famet utilizada para la enseñanza.

La finalidad de este expediente es "mantener los helicópteros operativos y en condiciones de seguridad, especialmente aquellos para los que no existe posibilidad de mantenimiento, por no disponer de medios técnicos para ello o porque la carga de trabajo supera la capacidad de absorción".

El plazo de ejecución de los trabajos será de dos años, a contar a partir de la firma del contrato, con la opción a una prórroga por otros dos años de mutuo acuerdo entre las partes, con el mismo presupuesto.

El presupuesto está repartido en dos anualidades de 16 millones de euros cada una, para 2021 y 2022. Por su parte, el valor estimado del contrato asciende a los 64 millones de euros al incluir la partida para la prórroga.