(Infodefensa.com) G. Soriano, Madrid El año 2012 también ha sido el de los intentos de control sobre los mercados de armamentos. Los 193 miembros de la ONU trataron el verano pasado de llegar a un acuerdo para regular el comercio de armas convencionales, que suma casi 48.000 millones de euros. Finalmente no fue posible alcanzar un pacto porque Estados Unidos, entre otros países, no firmó el texto. La cercanía de las elecciones presidenciales norteamericanas de noviembre se apuntó como uno de los principales motivos de esta negativa. A nivel nacional, en cambio, otras iniciativas han tenido más éxito. Es el caso de las medidas adoptadas por Italia, Francia y Noruega para reforzar sus respectivas legislaciones sobre el control del comercio de armas.
Noruega, que en 2011 vendió al exterior 530 millones de euros en material militar, es el último de estos tres países en anunciar, hace unas semanas, su intención de aumentar el control de estas exportaciones e incrementar su transparencia.
El anuncio noruego se sumaba al realizado poco antes por el ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian, en su Parlamento acerca de la intención del Ejecutivo galo de mejorar la transparencia e incrementar el rigor y los controles en este tipo de comercio. El ministro hizo este anuncio cuando presentaba a su Parlamento el informe anual sobre estas ventas. Allí explicó que los pedidos suscritos en el exterior alcanzaron en 2012 los 6.500 millones de euros. Francia, incluía ese informe, sigue siendo uno de los cinco principales vendedores de armas del mundo.
Otro destacado miembro de la Unión Europea, Italia, emprendió algo antes la tramitación de una ley para aumentar igualmente el control de su Parlamento sobre este tipo de operaciones. En el caso italiano, sin embargo la futura regulación se centra en las adquisiciones y no en las ventas al exterior.
Con estas iniciativas se trata de contribuir a la lucha contra la corrupción, uno de los puntos negros del sector. Esta lacra cuesta a la industria de defensa cada año un mínimo de 20.000 millones de dólares (algo más de 15.200 millones de euros). La cifra representa el 4% de los ingresos del sector, y puede ser todavía mayor, según el informe 2012 sobre seguridad y defensa de Transparencia Internacional del Reino Unido. El estudio, que analiza el comportamiento ante la corrupción de las 129 principales firmas de defensa, concluye que dos tercios de las mayores compañías de armamento del mundo no informan adecuadamente acerca de cómo luchan contra estas prácticas ilegales.
Apoyo a las exportaciones
Cuando el titular de Defensa francés notificó las mencionadas medidas de control sobre las transacciones de material militar, las acompañó de otro anuncio: un mayor apoyo estatal a su industria nacional de armamento. Esta iniciativa se dirige ante todo a las pequeñas y medianas empresas del sector para que, entre otras mejoras, puedan incrementar sus exportaciones.
El Gobierno de EE UU también ha tomado este año una serie de decisiones para facilitar las exportaciones de sus empresas, y solventar de este modo parte del daño que les ha ocasionado en sus cuentas los recortes en sus presupuestos militares.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos, por ejemplo, ha acometido una serie de cambios internos para eliminar trabas burocráticas sobre la venta de armas y equipos militares a los gobiernos extranjeros. Y, en la misma línea, el Pentágono ha recuperado un antiguo fondo destinado a agilizar las exportaciones de equipo militares a sus aliados y lo ha dotado de 81 millones de euros. Esa cantidad se emplea en los gastos de almacenamiento de material para su posterior venta a países socios.
Con todo ello se trata de compensar los recortes de más de 386.000 millones de euros que previsiblemente afectarán al Pentágono a lo largo de la próxima década.
Foto: Ginés Soriano / Infodefensa