La Marina de Brasil incorpora el S-40 Riachuelo, el submarino más moderno de América Latina

El 1º de septiembre de 2022 se recordará como una fecha histórica para la Fuerza de Submarinos de Brasil. Ayer la Marina del gigante sudamericano incorporó a su flota el primer submarino diésel-eléctrico de los cuatro en desarrollo en el marco del Prosub, el S-40 Riachuelo.

La ceremonia de entrega tuvo como punto culminante el desembarco de los empleados del Itaguaí Construções Navais (ICN), a cargo de la construcción del buque, quienes abandonaron el submarino mientras la tripulación del S-40 Riachuelo, comandada por el capitán de fragata Edson do Vale Freitas, ingresaba a la nave.

La tripulación del Riachuelo, tras el cierre de la ceremonia, inició los trabajos de desacoplamiento ya que el flamante submarino completará otra intensa etapa de entrenamiento práctico donde se realizarán misiones que exigirán las máximas capacidades de la nueva máquina

El evento contó con la presencia del ministro de Defensa, Paulo Sérgio Nogueira de Oliveira; el comandante de la Marina de Brasil, almirante Almir Garnier Santos; el jefe de Estado Mayor de la Flota, almirante Renato Rodrigues de Aguiar Freire; y el jefe de Operaciones Navales, almirante Marcos Sampaio Olsen; y el director general de ICN, André Portalis; entre otras autoridades militares y civiles.

"El Programa de Desarrollo de Submarinos es de importancia estratégica para el país. La construcción de estos nuevos submarinos en el ámbito del PROSUB cumple con dos grandes objetivos: la mejora de la capacidad operativa de nuestra Armada con un aumento considerable de su poder disuasorio y la ampliación de la protección de sus aguas jurisdiccionales, logrando una presencia más efectiva en el Atlántico Sur y también el incremento de nuestra industria naval y el desarrollo de nuevas tecnologías, contribuyendo al impulso de la economía nacional con la creación de miles de empleos directos e indirectos", sostuvo el ministro Nogueira de Oliveira

Por su parte, el almirante Santos destacó que “el Riachuelo representa una inversión para la sociedad brasileña, en la soberanía, en la riqueza del pueblo brasileño. Ya se han creado más de 20.000 puestos de trabajo directos y unos 40.000 indirectos. Además, las riquezas de nuestra Amazonía Azul aún son incalculables. Estamos hablando de algo grande y sumamente importante para el futuro de nuestro país".

Clase Riachuelo (S-BR)

El Riachuelo es el primero de cuatro submarinos convencionales con propulsión diésel-eléctrica, que permitirá un mayor poder disuasorio en los 5,7 millones de km² de la denominada Amazonía Azul, cuya riqueza de aguas, fondos marinos y subsuelo son importantes para fines económicos, científicos y desarrollo ambiental. 

El S-40 Riachuelo, al igual que sus hermanos de clase, está equipado con uno de los más modernos sistemas de combate existentes en la actualidad, que reúne sonares de casco frontales y laterales, un periscopio equipado con un sensor térmico (visión nocturna) y otras tecnologías que permiten a la clase detectar objetivos a enormes distancias con precisión.

El submarino Riachuelo tiene una eslora total de 70,62 metros, diámetro de casco de 6,2 metros, desplazamiento en superficie de 1.740 toneladas y desplazamiento en inmersión de 1.900 toneladas. Su sistema de combate está equipado con seis tubos de lanzamiento de armas, capaces de lanzar pesados torpedos electroacústicos, misiles tácticos submarinos de superficie y minas de aguas profundas.

Los armamentos también se pueden disparar desde grandes distancias, manteniendo así el sigilo del submarino. Las armas consisten en torpedos inteligentes pesados F21 guiados por fibra óptica y misiles antisuperficie Exocet disparados desde el submarino sumergido, minas navales (guerra minera), etc.

La clase Riachuelo está claramente dotada de la capacidad de buscar, encontrar, identificar y atacar objetivos de superficie más allá de la línea del horizonte, algo inédito para la Fuerza Submarina, ya que los submarinos de la clase Tupi y la única Clase Tikuna, si bien son versátiles, no vienen incluso cerca de las capacidades inmensamente superiores del Riachuelo en todos los aspectos, ya sea en rendimiento, capacidad de sensores y armas, profundidades a las que pueden sumergirse y flexibilidad operativa, ya que tienen espacio para más combustible y suministros, y especialmente, una cuarta parte equipada para recibir combate. buzos y su equipo.

A pesar de los retrasos observados en los plazos de entrega de los submarinos, que suman más de dos años, las capacidades recibidas compensan ampliamente el retraso en la entrega. Los submarinos operarán de forma rutinaria desde una megabase diseñada y construida para fabricar, operar y mantener los submarinos, así como otros medios tecnológicos de la Marina de Brasil.

De hecho, el S-41 Humaitá, el segundo sumergible de la clase, realizó su primera prueba de inmersión funcional el día anterior a la entrega del S-40, y durante la ceremonia permaneció amarrado junto al Riachuelo, demostrando que el cronograma se está siguiendo al pie de la letra.

Debido a las diversas tecnologías e innovaciones, los submarinos clase Riachuelo son más versátiles que los submarinos clase Tupi (Tupi, Tamoio, Timbira y Tapajó) y se consideran operacionalmente superior a varios submarinos actualmente disponibles en el mundo. Las embarcaciones cuentan con sensores avanzados -como un conjunto de sonares y periscopios con cámaras para visión nocturna-, además de un sistema de gestión de combate equipado con modernos y complejos algoritmos, que permiten al submarino detectar y clasificar objetivos a largas distancias. 

Los S-BR también tienen mayor autonomía que otros submarinos Scorpène, debido a un cambio de diseño que incluyó una sección intermedia para aumentar el alojamiento y los tanques de agua.

Transferencia tecnológica

A través de un proceso de transferencia de tecnología, la construcción del S-BR está siendo realizada por mano de obra brasileña (ingenieros y técnicos) con la asistencia técnica de la empresa francesa Naval Group. El programa de nacionalización ya ha calificado unas cuarenta empresas brasileñas para fabricar componentes submarinos, en más de cien proyectos, siendo los principales: la fabricación de válvulas de agua salada por la empresa Micromazza, la fabricación de baterías por la empresa NewPower y la fabricación del anchor bearing de la empresa Miba.

Para el desarrollo de los submarinos brasileños convencionales y, en el futuro, del sumergible a propulsión nuclear Álvaro Alberto se construyó en Itaguaí un complejo naval que cuenta con diversas instalaciones, equipos y sistemas especializados. Hoy es uno de los astilleros más modernos que existen, ya que la construcción de submarinos requiere mano de obra altamente calificada y un parque industrial equipado, para posibilitar la ejecución de las distintas actividades de fabricación, puesta en marcha y pruebas. Todo esto requiere la integración de tecnologías sofisticadas, siguiendo estrictas normas y estándares de calidad y seguridad.

“El programa nuclear de la Marina es la columna vertebral del programa nuclear brasileño. Producimos gránulos de uranio para que las Industrias Nucleares de Brasil puedan mantener funcionando -los reactores- Angra 1 y Angra 2, por ejemplo. El programa permite un uso dual de esta tecnología nuclear. Además de los militares, las áreas farmacéutica y de alimentos también pueden utilizar esta tecnología, proporcionando desarrollo tecnológico, científico y médico para Brasil”, aseguró Santos.

Entrenamiento de la primera tripulación

El entrenamiento de la primera tripulación duró dos años y cuatro meses y se dividió en tres etapas: preliminar, en tierra ya bordo. En el entrenamiento preliminar, la tripulación se sometió a exámenes teóricos y entrevistas individuales. También se elaboró un Plan Preliminar de Capacitación, ejecutado por el Centro de Instrucción y Capacitación Almirante Áttila Monteiro Aché.

Las fases de entrenamiento en tierra y a bordo fueron realizadas por instructores de Défense Conseil International, empresa colaboradora del Ministerio de Defensa de Francia, responsable de la transferencia internacional de sus conocimientos militares a las Fuerzas Armadas de países amigos. “Nos capacitamos en los diversos sistemas del submarino y realizamos ejercicios, con el propósito de que la tripulación sea autónoma en la conducción segura del entorno. En el mar se realizaron capacitaciones encaminadas a conducir el 'Riachuelo' y controlar daños, para que todos tuvieran la capacidad de desempeñar sus funciones con seguridad y destreza”, explicó el comandante del S-40.