La Armada española ha sacado a concurso la modernización de los patrulleros Alborán, Arnomendi y Tarifa por 18 millones de euros. Este programa, financiado con fondos europeos por el Ministerio de Agricultura, tiene como objetivo prolongar 15 años más la vida de estos buques, dedicados a la luchan contra la pesca ilegal y a dar apoyo a la flota pesquera española en los caladeros nacionales e internacionales.
La actualización estos patrulleros operativos desde hace dos décadas, explica la Armada, permitirá en líneas generales “garantizar una operación segura, mejorar la eficiencia energética y reducir el impacto medioambiental de los buques, corregir la obsolescencia de determinados equipos y sistemas, así como mejorar las condiciones de habitabilidad y confort de sus dotaciones”.
La licitación, a la que ha tenido acceso Infodefensa.com, detalla los sistemas que serán modernizados en los tres buques. La Armada contempla en concreto la sustitución de equipos que actualmente es difícil de mantener “por la dificultad en la obtención de repuestos” como las plantas de aire acondicionado, frigorífica y osmotizadoras. También dotará a las embarcaciones de nuevos sistemas de los que no disponen como cámaras Flir con capacidad de visión infrarroja para mejorar las tareas de vigilancia.
Además, el contrato prevé otras actuaciones como la modernización del Sistema Integrado de Control de la Plataforma, la instalación de una segunda giroscópica en cada buque, la reforma integral de la lavandería y mejoras en espacios comunes y alojamientos de la dotación. Por último, establece a lo largo de los próximos tres años trabajos de mantenimiento (correctivo y preventivo) en la planta propulsora, sistema de generación y distribución de energía eléctrica, sistemas de navegación y sistemas auxiliares.
Los trabajos de actualización se extenderán durante el próximo año, hasta diciembre de 2023 o agotar los créditos, lo que suceda antes. La financiación del programa fue aprobada por el Gobierno a finales de julio. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación pondrá 18 millones en dos cuotas, una de diez millones este año y otra de ocho el próximo. La transferencia se enmarca en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno, concretamente en el apartado dedicado a la “lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada”.
El contrato está gestionado a través de la Dirección de Gestión Económica de la Jefatura de Apoyo Logístico de la Armada mediante procedimiento abierto y tramitación ordinaria. Las empresas interesadas tienen hasta el 3 de noviembre para presentar las ofertas y una semana después el 8 de ese mes será la apertura de las propuestas.
No está prevista su sustitución
Los Buques de Vigilancia de Pesca (BVP) Alborán, Arnomendi y Tarifa entraron en servicio en la Armada los años 1997, 2000 y 2004, respectivamente. La misión fundamental de estos buques es la vigilancia e inspección de pesca, así como el apoyo a la flota pesquera tanto en caladeros nacionales como internacionales. “Durante el desempeño de su misión, están sometidos a duras condiciones meteorológicas de viento y sobre todo de mar”, destaca la Armada.
También deja claro que no hay relevo a la vista: “Tras un periodo de servicio en la Armada que ronda los veinte años, no está prevista su sustitución a corto ni medio plazo, por lo que es necesario garantizar su operatividad durante los próximos 15 años”.
La Armada además expone que es necesario “el auxilio de la industria privada” para este proyecto puesto que “no se prevé disponer a corto plazo en el ámbito de la Unidad de la dotación de los medios estructurales, de instalaciones, materiales ni personales cualitativos o cuantitativos suficientes para atender la ejecución propia de los trabajos de forma eficaz y eficiente en tiempo, forma y contenido”.
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