Vicente Ortega, presidente de la Fundación Círculo: "Hay que tender a los consorcios o fusiones en España por grupos de empresas o por áreas, aunque sea complicado"
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Vicente Ortega, presidente de la Fundación Círculo: "Hay que tender a los consorcios o fusiones en España por grupos de empresas o por áreas, aunque sea complicado"

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26/04/2010 (Infodefensa.com) Por A. V. Suárez - Madrid - La coyuntura económica de la que se derivan los recortes en el presupuesto de Defensa, estrechan un mercado que obliga al tejido industrial de la Defensa español a dirigirse a la exportación. Sin embargo, las compañías españolas "juegan con una pequeña desventaja y es que son de dimensión más pequeña e históricamente están menos consolidadas" que las grandes del resto de Europa, analiza Vicente Ortega, catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid y presidente de la Fundación Círculo de Tecnologías para la Defensa y la Seguridad. Por todo ello, Ortega considera que "hay que tender a los consorcios o fusiones en España por grupos de empresas o por áreas, aunque sea complicado".

Un esfuerzo necesario de cara a la futura Europa de la Defensa que actualmente "perjudica a un tejido industrial español compuesto por empresas pequeñas en comparación con las grandes multinacionales", indica el catedrático a Infodefensa.com, quién, no obstante, considera que existen "buena base" en nuestro país, parte de ella derivada de la Universidad.

¿En qué áreas del sector de la Defensa colabora más la universidad con la industria?

La colaboración en muy extensa, desde la logística, economía... Refiriéndonos al área concreta de las tecnologías creo que el área en que más se colabora mediante contratos, cursos, es en las tecnologías de la información y telecomunicaciones. Todo lo que tiene que ver con los sistemas CIS, C4ISTAR, radares, sensores de todo tipo, así como en el área de materiales, aunque con menos intensidad. Hay grupos universitarios que trabajan en el área de materiales, así como en aeronáutica, sobre todo en transporte aéreo y simulación.

¿Cómo se establecen los distintos tipos de colaboraciones? ¿Se crean empresas ‘spin-off' a partir de grupos de investigación en la Universidad?

Alguna empresa se ha creado desde la Universidad, pero pocas. Desde los años ochenta, sobre todo, se empiezan a desarrollar en España tecnologías propias, gracias al plan nacional de ciencia, planes de I+D... todo ello fomentó la relación con la Universidad a través de planes concertados, que luego se llamaron coordinados y ahora son los CENIT. Hay grupos de investigación que trabajan en un proyecto y se ponen en contacto con las empresas. La vía de la contratación se realiza por el famoso artículo 83 de la Ley de reforma universitaria que propicia este tipo de cosas. Con la ayuda de la Administración, se empiezan a firmar unos contratos en los que se establecen las tareas, los desarrollos. Es una labor que funciona bien y las empresas se dan cuenta.

Pionera en esto fue la antigua CESELSA, hoy integrada en Indra. Por ejemplo, Indra es una de las empresas que más fondos dedica a I+D en España y mantiene con muchas Universidades como la Politécnica de Valencia, la de Santander, de Cataluña, de Madrid... unas relaciones de plena confianza. En el ámbito civil y militar, porque está un poco relacionado, AENA o ISDEFE mantienen mucha relación con la Universidad. Y sí, una empresa que sí ha salido de la universidad es GMV, ya consolidada, concretamente nació de la Escuela de Aeronáutica.

La Universidad en su día respondió bien, hubo planificación de I+D, se han recibido ayudas a la empresa y universidades para meterse conjuntamente en planes, la gente trabajó y es una de estas cosas que se puede decir que han salido bien.

Supone un estímulo para los futuros profesionales...

Sí, porque prescindiendo del carácter coyuntural, esperemos, de esta crisis, lo cierto es que una ventaja de las empresas grandes y medianas de Defensa es que desarrollan tecnologías propias, fabrican y venden. En el sector de Telecomunicaciones, gran parte de los graduados van al sector de la industria de la Defensa.

¿A qué problemas se enfrenta la industria de Defensa española?

La perspectiva, por lo que conozco por mis relaciones con el sector, es que si uno ve como se empezó en los años 80 y como se encuentra ahora, la verdad es que se ha dado un salto importante. En ese sentido veo bien al sector, con sus altibajos propios de crisis como la actual y sus recortes en los presupuestos de Defensa.

La industria de Defensa depende mucho de las políticas nacionales y también de las europeas, porque con la EDA (Agencia de Defensa Europea) se entra en una nueva dinámica. En el ámbito de la EDA quizás las empresas españolas juegan con una pequeña desventaja y es que son de dimensión más pequeña e históricamente están menos consolidadas que las grandes británicas, francesas, alemanas o italianas, incluso. Creo que las empresas españolas tienen buena tecnología, tiene buenas ideas pero el mercado español es pequeño y lo que es cierto es que aunque se exporte, por donde se empieza a vender es por el propio mercado. Y ese mercado, además, ahora tira poco. Con todo, se está exportando bastante.

Las empresas españolas tienen una dimensión pequeña, pero tienen buena base. Al ser un mercado del Estado, las coyunturas políticas le afectan mucho y no debería afectarle tanto. Creo que es un error por parte del Gobierno actual la tremenda reducción que han metido en Defensa, porque de los sectores de innovación quién más innova en España es las tecnologías que tienen que ver Defensa detrás de la industria químico farmacéutica. TICs y sector aeroespacial. Están hablando de innovación y castigan uno de los sectores más innovadores, tiene poco sentido. Pero esperemos que sea una situación coyuntural.

Dado el tamaño de las empresas del tejido industrial español, ¿sería una solución la creación de consorcios, como el caso de EADS?

Sí, pero participando más. El problema en EADS es que España participa poquito en el consorcio, un 5%, y la importancia en la toma de decisiones es paralela a la participación. Pero sí creo que hay que tender a los consorcios o fusiones en España por grupos de empresas o por áreas, aunque sea complicado.

En un supuesto consorcio, por ejemplo, en el ámbito de las TICs, ¿España tendría más protagonismo?

Indra tiene ya una dimensión que se está acercando a las dimensiones europeas, precisamente porque ha sido producto de fusiones. En los años 90 se produce la unión de la división de Electrónica e Informática del INI con un montón de empresas y luego por otro lado el grupo CESELSA. Luego Indra ha ido comprando otras compañías, pero todavía queda mucho por hacer.

¿Donde situaría la industria de la Defensa española con respecto a la europea y mundial?

Respecto a la europea, yo creo que está la quinta. En la mundial, lo desconozco, pero por delante de Europa hay que poner a Estados Unidos, Rusia y China, podemos decir que estamos entre los diez primeros.

¿Hace falta más empuje desde lo público o las iniciativas deben partir de lo privado?

Tiene que ser dual. A las empresas, muchas veces les digo que no pueden estar siempre esperando el maná de lo que le digan que le van a contratar. Evidentemente, en un cliente único como son los Gobiernos, lo principal es saber qué planifica la demanda. Pero las empresas también tienen que dar ideas, tener sus propios desarrollos y tecnologías y presentar sus productos a los mercados. En cierta medida esto se hace ya, puesto que empresas dedicadas exclusivamente a la Defensa son poquísimas, de manera que utilizan sus tecnologías en mercados civiles.

Pese a la corta vida del Ministerio de Ciencia e Innovación, ¿ha contribuido a mejorar la situación de la industria de la Defensa española?

Efectivamente lleva poco tiempo, y si había que juzgarle por lo que ha sucedido en este poco tiempo yo creo que ha sido malo. Primero porque cualquier estructura ministerial produce un periodo de cambio, de personas, de programas... y se sufre un pequeño ‘parón'. Pero además, así como la ministra (Cristina Garmendia) es una persona que procede del mundo de la empresa, el entorno del Ministerio de Innovación es académico, y yo creo que determinadas competencias que ha asumido el Ministerio estaban mejor en Industria, como el CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial), porque ya tenían experiencia, conocían la industria y cómo hacer las cosas. De hecho, fue notoria la lucha entre Industria e Innovación por el CDTI, que era la joya de la corona. Por su parte, Defensa sí logró bloquear el cambio del INTA, pero los centros de investigación estaban mejor en su ubicación anterior, como el caso del Instituto Carlos III en Sanidad.

Hay que darle tiempo para que se consolide, pero cuando se consolidan cogen y lo cambian. Estas cosas no funcionan nunca, hay que mantener las estructuras. Este tipo de cambios lo único que hacen es alborotar, perjudicar... es lo de siempre, cuando conoces bien una institución, quiénes son los implicados, cuáles son los procedimientos, de repente te lo cambian todo y sólo por ese hecho te dejan en una situación de incertidumbre, de indefinición, no salen las convocatorias, tardan más tiempo, los gestores no son los mismos...

¿Qué labor cumplen plataformas como la Fundación Círculo de Tecnologías para la Defensa?

Ha cumplido y sigue cumpliendo la labor de conocerse. Para esto hay que volver otra vez la vista atrás, hace 25 años, cuando el mundo universitario, el militar y el industrial iban cada uno por su lado. Ponerlos juntos y que se conozcan, organizando seminarios y foros, esta labor de reunión da lugar a que surjan relaciones, contratos, un clima de confianza entre las partes. Genera a las largas relaciones de proyectos, de patentes, de colaboración...

Como experto en este sector, ¿cómo ve el futuro a medio y largo plazo?

Dentro de los altibajos, estamos en un ‘bajo' debido al recorte de presupuestos, pero la base es buena. La tecnología que poseen las empresas españolas es buena, se exporta bastante, y pasado este altibajo lo veo con cierta esperanza. Depende, como decíamos, de la política nacional y de la europea. No sabemos qué va a pasar, ¿se va a hacer por fin la Europa de la Defensa?, ¿se va a consolidar el mercado común de la Defensa? No lo sabemos.

Un mercado de la Defensa europeo, ¿liberaría a la industria de estar tan sujeta a la coyuntura política?

Se están dando pasos y se trata de que las ofertas sean públicas, que todo el mundo las conozca... pero en general en Europa, cuanto más importante es una cosa, más política local hacen los países. Tampoco hay que ser ingenuo. Hay que ir hacia ello, pero como con casi todo en la Unión Europea: muy despacio.



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