La justicia uruguaya investiga la entrada y destino de los motores de F-5 robados en Malasia
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La justicia uruguaya investiga la entrada y destino de los motores de F-5 robados en Malasia

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20/02/2010 (Infodefensa.com) Montevideo - La Justicia de Uruguay ha iniciado una investigación para aclarar las circunstancias en las que entraron en el país y el destino de dos motores para cazas F-5 sustraídos hace años en Malasia. Se sospecha que el destino final podría ser Irán. Están valorados en unos 28 millones de dólares.

Por el momento no hay detenidos en Uruguay, indicaron fuentes judiciales.

La jueza especializada en Crimen Organizado Graciela Gatti, en subrogación del juez especializado Jorge Díaz, dispuso la convocatoria de deposiciones por parte de funcionarios de los Gobiernos de Estados Unidos y Malasia, así como representantes de diversas empresas, entre ellas una de origen argentino.

Según publicó el diario La República, los funcionarios norteamericanos, especialistas en material de seguridad, con asiento en la República Argentina, explicaron que los motores de cazas fueron vendidos legalmente a la Fuerza Aérea de Malasia y dieron detalles de la operación La documentación aportada por los funcionarios de EEUU es de "extrema importancia" para intentar aclarar los hechos, señalaron las fuentes.

Para el mercado negro

Se presume que los motores "importados" en forma irregular habían sido comercializados en el mercado negro hacia países sobre los que pesa un embargo de armas, previsiblemente Irán. Otros países que tienen en uso cazas Northrop F-5E y a los que no se puede vender este tipo de material son Sudán y Venezuela.

Los motores, del tipo General Electric J-85 pueden ser utilizados por los modelos F-5E Tiger 11 y RF-5E Tigereye de la estadounidense Northrop. Estos aviones empezaron a volar en 1963 aunque su producción se cerró en 1989.

Según la documentación obtenida, los motores fueron sustraídos de la base de la Fuerza Aérea de Malasia Sungai Besi, a las afueras de la capital Kuala Lumpur, en 2008 y tras una investigación se proceso varios militares malayos, representantes de una empresa local y un conocido contrabandista de armas de nacionalidad belga, Jacques Monsieur, condenando por abastecer clandestinamente al gobierno iraní. El robo se descubrió durante una inspección rutinaria en un hangar de la base aérea y se conoce que fueron embarcadas en el puerto de Klang, al sur de Kuala Lumpur.

Posteriormente, aparecieron en Uruguay en una importación en tránsito procedente de la República Argentina. Fueron hallados en la Zona Franca de Florida (100 kilómetros al norte de la capital) en la primera semana de febrero. Las autoridades judiciales uruguayas ordenaron su traslado al depósito judicial de Montevideo.

Los motores fueron incautados por funcionarios de la Dirección Nacional de Aduanas (DNA) ante información brindada por fuentes oficiales por ser considerados material bélico y, por tanto, de carácter de seguridad nacional. El titular de la DNA, Ricardo Prato, explicó que actuaron tras recibir una denuncia de las autoridades de Malasia que fue presentada ante la cancillería de Uruguay en Montevideo.

Según la documentación obtenida, los motores fueron traídos por un cliente argentino de la empresa usuaria, y depositados en un espacio por el que se pagan, para almacenamiento de mercadería, unos doscientos dólares por mes.

Depositados en Zona Franca

Luis Calachi, presidente de la Zona Franca de Florida, declaró, según el diario El País que "el valor de la factura" de las cajas en las que luego se hallaron los motores "decía US$ 190.000", que las mismas se encontraban en depósito "desde julio de 2008", y que la carga había sido llevada a Uruguay por una empresa argentina.

"Desde el punto de vista de la zona franca y del mundo, es una operación totalmente normal. Está dentro de los circuitos normales. Ahora, si lo robaron en Malasia, o en el Congo, yo no sé", explicó Calachi. Respecto a la compañía argentina, el empresario no quiso revelar su nombre pero afirmó que se trata de una empresa "que está constituida y armada, y es cliente de un despachante serio, reconocido en plaza como un hombre responsable, que lo tenemos muy bien fichado y no es ningún fantasma".

Además indicó que los motores habían salido rumbo al Puerto de Montevideo con el supuesto destino de Estados Unidos y luego regresaron a Florida "porque parece que el negocio no le salió". "Para mí era un cliente más, tenía dos cajones, pagaban US$ 200 por mes y estaban ahí", afirmó.

"Todos los papeles estaban en orden. Eso estaba preparado con la factura hecha para ir a EEUU (...). A eso lo vio la aduana una vez, la aduana dos, la aduana tres, y nunca se vio ningún hecho anómalo de ningún tipo", dijo el empresario que también es propietario de la cadena de emisoras "Sur" (integrada, entre otras, por "M24"),

Pista argentina

La Policía de Malasia indicó que Argentina fue el destino de los motores de dos aviones caza robados de una base militar del país asiático, y valorados en unos 29 millones de dólares.

El inspector jefe de la Policía Malasia, Tan Sri Musa Hasan, declaró a la prensa, que su departamento detectó en diciembre pasado los motores en Argentina y se puso en contacto con las autoridades de ese país para su seguimiento. Las investigaciones llevaron a la localización de los motores en Uruguay

El ministro de Defensa malasio, Ahmad Zahid Hamidi, explicó que una compañía local, cuya identidad no reveló, contrató a varios trabajadores de la base para sacar los motores de la base. Todos los detenidos, entre ellos al menos dos representantes de la empresa, serán procesados por tráfico ilícito de equipos militares.

Foto cedida por http://intelligenceservicechile.blogspot.com



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