Buzos de Salvataje de la Armada de Chile, 141 años de eficiencia bajo el mar
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Buzos de Salvataje de la Armada de Chile, 141 años de eficiencia bajo el mar

Buzos de la Partida de Salvataje de la Tercera Zona Naval. Foto Víctor Silva Armada de Chile
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La Armada de Chile es líder a nivel regional en técnicas de buceo moderno y en operaciones submarinas de salvataje. Cada 8 de junio conmemora la creación de la especialidad de Buzo de Salvataje, en homenaje al buzo José Sobenes, quien hace 141 años demostró arrojo y valentía al colocar explosivos en la torpedera Janequeo evitando su captura por fuerzas peruanas. 

Las necesidades actuales de la Marina de Chile en operaciones de rescate y salvataje de buques, mantención submarina, construcción, reconocimiento submarino, demolición e investigación, continuamente dan ímpetu al entrenamiento y el desarrollo de esta especialidad.

El buceo de salvataje ha contado con diferentes modificaciones en su entrenamiento y protocolos de operación durante su historia, introduciendo nuevas tecnologías y experiencias, dando un carácter de cohesión y trabajo en equipo muy particular a quienes integran sus filas.

Un rol fundamental

 

Esta actividad no está sólo limitado a las operaciones tácticas de combate, salvataje en tiempos de guerra y naufragios submarinos. El buceo de mantenimiento a flote de unidades se ha ido incrementando y diversificando, siendo en la actualidad una actividad constante. 

Una parte principal de las misiones del buceo de salvataje en la Armada de Chile es la inspección y la reparación de unidades de superficie para minimizar el tiempo de baja y la necesidad de acudir a dique. 

Otros aspectos del buceo incluye la recuperación de torpedos de práctica e investigación, la instalación y reparación de arreglos electrónicos submarinos, construcciones submarinas y la localización y recuperación de elementos extraviados.

Una rigurosa formación

 

Los integrantes de esta especialidad son formados en la Escuela de Buceo, plantel de la Academia Politécnica Naval (Apolinav) que proporciona personal entrenado y capacitado en las diferentes técnicas de buceo, con el propósito de cumplir las necesidades institucionales.

Cuenta con un grupo de instructores con una amplia experiencia y que permien instruir a cada alumno con los más altos estándares que la institución requiere, entregando  buzos capaces de cumplir tareas a lo largo del país con un alto grado de profesionalismo y compromiso.

En el caso del personal de Gente de Mar, el curso tiene una duración de dos años y el grumete naval egresa con el título de técnico nivel superior en Buceo de Salvataje, mención Control de Averías Soldador.

El buzo de salvataje debe aprender una serie de áreas técnicas que le permiten construir y reparar los buques, como lo son la soldadura submarina, cálculos fundamentales de salvataje y reflotamiento, estabilidad, matemática, física y control de averías.

La segunda área académica comprende un programa de acondicionamiento físico permanente y de alto nivel, acompañado de las enseñanzas propias del buceo, como la medicina, física y fisiopatología aplicadas, procedimientos de descompresión, teoría de salvataje, entre otras.

Partidas de Salvataje

 

Las Partidas de Salvataje agrupan a los especialistas de buceo para coordinar todas sus labores. Existe una en cada Zona Naval, además de una en Puerto Williams, dependiente de la Tercera Zona Naval.

Los buzos de salvataje disponen para cumplir sus tareas de equipos de circuito cerrado Rebreather (CCR), Diver Propulsion Vehicle (DPV), trajes secos con ropa de aislación térmica para aguas frías y estaciones de mezcla de gases.

Los especialistas cumplen rigurosos entrenamientos y protocolos, los cuales son certificados periódicamente con el objetivo de minimizar los riesgos constantes a los que se ven expuestos, en donde la preparación, comunicación y conocimiento mutuo es fundamental.

La institución logró en 2015 la certificación de buceo profundo autónomo hasta los 100 metros de profundidad, convirtiéndose en el segundo país de Sudamérica que logra este nivel. Esto permite desarrollar rescates de cuerpos, exploración, inspección, reconocimiento en caso de pérdida de algún material y, de ser necesario, hacer una recuperación con un equipo especializado en trabajo submarino.



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