Argentina hace permanente su comando de operaciones antárticas

En medio de una inestable situación financiera que le ha obligado a recurrir a la ayuda del Fondo Monetario Internacional, el Gobierno argentino trata de no abandonar su compromiso de renovación de las Fuerzas Armadas. Con ello en mente, se hizo oficial la puesta en marcha de manera permanente del Comando Conjunto Antártico (Cocoantar), destinado a gestionar las operaciones en el continente blanco.

A través de un decreto, el Ejecutivo dispuso que esta entidad deja de ser temporal y estableció que su labor consistirá en "la planificación, gestión y ejecución en lo que hace al sostén logístico, tanto para el mantenimiento y funcionamiento de bases y refugios como para la ejecución de las operaciones terrestres, navales y aéreas en la Antártida".

La decisión se hizo oficial esta semana, en una ceremonia en la sede del Ministerio de Defensa en Buenos Aires encabezada por el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, el teniente general Bari del Valle Sosa, quien consideró que el hecho de que el Cocoantar pase a ser una organización permanente que controle todas las bases antárticas "es todo un símbolo". "Manteniendo su esencia, se reconvierte para brindar un mejor servicio, más previsible, mejor planeado, coordinado y conducido”, valoró antes de señalar que esta decisión del Gobierno "constituye el primer paso en el proceso de reconversión de las Fuerzas Armadas que comenzamos a transitar”.

“Sabemos que hay muchos otros pasos que dar para mejorar, en este ámbito de la Antártida y en otros del quehacer de nuestras Fuerzas Armadas, pero aquí hemos dado el primero y estamos convencidos que los resultados van a tener efectos inmediatos”, celebró.

El "ejemplo" en la Antártida

El papel de Argentina en el territorio no es baladí: es el país con mayor cantidad de bases y, además, posee la más antigua de todas (Orcadas, que desde 1904 opera ininterrumpidamente). En concreto, cuenta con 13, seis permanentes (Marambio, Esperanza, Belgrano II, San Martín, Orcadas y Carlini), y siete no permanentes (Cámara, Petrel, Matienzo, Decepción, Primavera, Melchior, Brown), que cierran en invierno.

Según afirmó Bari del Valle Sosa, la actividad antártica "es un ejemplo de una verdadera política de Estado que se ha mantenido inalterable por más de un siglo”. Por ese motivo, vio necesaria esta disponibilidad de un comando que asuma "de manera permanente y con unidad de concepción y esfuerzo" la disposición de los medios para el apoyo a las actividades científicas y logísticas en el continente blanco.