El 'Almirante Irizar', rehén de luchas entre el Ministerio de Defensa y el de Transporte

El rompehielos ARA Almirante Irizar (Q-5), luego de casi 300 millones de dólares y a unos meses de los diez años de estar en reparaciones por un incendio que destruyó buena parte de sus instalaciones, se encuentra ‘atrapado’ en un muelle de del complejo naval Tandanor esperando que alguien decida quién se hará cargo del dragado que lo liberará del fondo marino para hacer sus pruebas de mar.

La insólita situación, que enfrenta al Ministerio de Transporte Argentino, que argumenta que por ser los responsables de los puertos a través de la Subsecretaria de Puertos y Vías Navegables deben realizar la licitación para el dragado (llamado que llevaría unos seis meses en ser adjudicado), contra el Ministerio de Defensa, que indica que o bien las tareas se deberían hacer en forma directa por parte del Ministerio de Transporte con sus propias dragas, trabajos que insumirían una inversión de alrededor de 1,5 millones de dólares, según el propio Ministerio de Transporte, o contratar un proveedor privado, que según el Ministerio de Defensa, podría costar casi la mitad.

Entre las discusiones pasan los meses y el ARA Almirante Irizar sigue inmóvil, no ya por los destrozos causados por el incendio que consumió sus entrañas aquel fatídico 10 de abril de 2007, sino por la increíble burocracia y falta de comunicación entre dos Ministerios argentinos. Debido a que las tareas se encuentran profundamente demoradas, se está dando por descontado que la nave no podrá realizar sus pruebas de mar y hielo en la próxima campaña antártica de verano austral.

Foto: Tandanor