Santos camina hacia el Nobel
EDICIÓN
| INFODRON | INFOESPACIAL | MUNDOMILITAR | TV
Firma invitada >

Santos camina hacia el Nobel

Colombia farc dialogo paz e1450216800427 655x226
|

(Especial Infolatam para Infodefensa) -Ya no hay vuelta atrás. Poco a poco las FARC van logrando todos sus propósitos y lo que queda es asunto menor. Una vez asegurado que no pisarán la cárcel y todo lo que tendrán que hacer para reparar víctimas es señalar unas cuantas fosas, el resto es pan comido.

Hacer política ya lo tienen ganado. Se lo dieron sin negociarlo. Es un costo político que Santos puede pagar porque no tiene un partido ni ningún delfín detrás. El Partido de la U, el suyo, es una empresa electoral con muchos dueños, y su hijo Martín tiene todavía un largo camino que recorrer.

Pese a que los colombianos, según la última encuesta de Cifras y Conceptos, rechazan en porcentajes del 80% que les regalen escaños a los guerrilleros, la opinión de la mayoría de analistas y los políticos lo aprueban. No digamos la comunidad internacional, que ve en Colombia un centro de oportunidades de negocio. El precio que tengan que pagar los colombianos por quitarles la marca FARC no es asunto de ellos. Solo quieren el resultado final.

¿Qué falta de aquí en adelante? Decretar pronto un cese al fuego bilateral. Escocerá a muchos colombianos pero en realidad es oficializar lo que ya existe. Las FFMM tienen orden de dejarlos en paz salvo que haya permiso expreso de actuar.

Las Farc, por su parte, no matan y viven de la extorsión y el narcotráfico, que casi se ha duplicado en sus zonas. Y son tantos los grupos que extorsionan y trafican que siempre pueden echarle la culpa a otro. Encima ocurre en la periferia rural, donde no viven los que hacen opinión. No digamos el hecho de que aún recluten niños y retengan a los que ya tienen. Nadie lo exige y a nadie le importa.

En cuanto a los flecos que aplazaron de los puntos de la agenda que supuestamente ya estaban firmados, como el narcotráfico y el desarrollo rural, se trata de darles lo que pidan excepto algunas líneas rojas. O de pactar algunas las peliagudas de manera gaseosa para que sea el próximo Presidente el que establezca los límites.

Ahora Santos se concentrará en empezar el diálogo con el ELN, un grupo que ha protagonizado un rosario de atentados terroristas en los últimos días. Pero como la aplanadora mediática reduce a lo mínimo ese tipo de noticias y es un país acostumbrado a digerir matanzas y bombas en pocas horas, las acciones de pocos muertos no impresionan.

Los Elenos son más difíciles aún que las FARC, se creen más políticos y populares. Al igual que sus colegas de crímenes, no comprenden que los colombianos los detestan. Más el rechazo general, lo que juega en contra de ellos –como en contra de las FARC– es la debilidad del chavismo y la edad de los Castro. Sin ambos santuarios no pueden sobrevivir, sobre todo los máximos dirigentes, que viven entre la patria de Chávez y la perla del Caribe. Por tanto, alguna ficha tendrán que mover pronto.

Santos, que es un gran jugador de póker, está encantado. Cuenta con el apoyo de todo el mundo y eso que en ningún país europeo que le aplaude aceptarían una negociación similar donde los asesinos, sin respaldo popular alguno y en decadencia militar, imponen sus condiciones. Para él, son pequeños detalles de la Historia que está escribiendo.

Con cuatro años de gobierno solo hubiera aparecido en dos líneas diciendo que Nicaragua le arrebató un gran territorio marítimo. No hizo ni un camino veredal que mostrar. Ahora recogerá un Nobel y habrá logrado que las Farc desaparezcan. ¿El precio? La historia la escriben los ganadores. Y él lo será para la mayoría de extranjeros el 23 de marzo del 2016, cuando firme el papel que le presenten las Farc.

Imágenes: Infolatam

© INFOLATAM SL. Todos los derechos reservados. Este artículo no puede ser fotocopiado ni reproducido por cualquier otro medio sin licencia otorgada por la empresa editora. Queda prohibida la reproducción pública de este artículo, en todo o en parte, por cualquier medio, sin permiso expreso y por escrito de la empresa editora.



Los comentarios deberán atenerse a las normas de participación. Su incumplimiento podrá ser motivo de expulsión.

Recomendamos


Lo más visto