¿Cuánto necesita invertir Europa y España en su defensa?
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¿Cuánto necesita invertir Europa y España en su defensa?

El dinero no lo puede todo y en defensa menos. Alcanzar el 5% es innecesario y pernicioso para cualquier país y para Europa más
Leopardo 2E en un reciente ejercicio en Polonia
Un carro Leopardo español cruza el río Vistula en Polonia
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Consultor internacional en defensa e industria

La reciente cumbre de la OTAN se presentaba como un potencial enfrentamiento entre las necesidades, los deseos y la realidad. Cualquier planteamiento que suponga fijar una cifra en base al PIB, solo puede tener una consideración política. El dinero no lo puede todo y en defensa menos. Alcanzar el 5% es innecesario y pernicioso para cualquier país y para Europa más, teniendo en cuenta la dimensión de la amenaza. Incluso alcanzar un 2,5% sobre el PIB para países como el nuestro, en dos años sería un tremendo error y generaría enormes deficiencias. Mi objetivo es realizar un análisis desde las necesidades, los retos y las capacidades existentes para determinar unos valores ajustados a la necesidad y no a meras especulaciones diplomáticas.

¿Cuál es la dimensión del gap entre Europa y Estados Unidos en materia militar?

Europa necesita disponer de una adecuada disuasión militar sobre Rusia y una capacidad bélica que la permita derrotar en un escenario de guerra convencional a Moscú sin contar con Estados Unidos. Una situación que se plantearía entre 3 y 5 años después de haber terminado la guerra de Ucrania y que Rusia haya recompuesto sus fuerzas.

El gap actual entre Europa y Estados Unidos presenta tres características definitorias. Ante una amenaza real no se trata de cubrir una diferencia de capacidades en tiempo de paz, sino de guerra, lo que acentúa la dimensión del déficit europeo. No tenemos que cubrir los 128.000 efectivos con su material actualmente desplegados por Estados Unidos en Europa, sino los 300.000 que serían desplegados en caso de una agresión rusa.

Estados Unidos ha invertido en modernización y desarrollo en los últimos diez años dos billones de dólares mientras que Europa ha invertido 500.000 millones. Teniendo en cuenta los largos periodos de maduración, esta es la diferencia que necesitamos cubrir, que es mucho mayor que el diferente volumen de gasto militar de 2025, y de ahí que el esfuerzo europeo deba ser muy superior a los Estados Unidos en los próximos años. 

Finalmente, estamos hablando de un escenario convencional frente a Rusia, que tiene la quinta parte de la capacidad militar china, a la que se enfrenta Estados Unidos. Es decir el enemigo ruso es una amenaza muy inferior militarmente al gigante asiático, pero en nuestro defecto, tenemos el hándicap de compartir una enorme frontera terrestre, a diferencia de los miles de kilómetros de mar que separan a China de la costa norteamericana.

En la actualidad, el ejército ruso ahora es considerablemente más grande, más experimentado y mejor equipado que la fuerza que invadió Ucrania en 2022. Ahora posee una valiosa y única experiencia en el campo de batalla. La presencia rusa en Ucrania a finales de 2024 era de aproximadamente 700,000 tropas, mucho más que la fuerza de invasión de 2022 y ahora es una fuerza mucho más preparada. 

La producción de  equipamiento de Rusia se ha incrementado rápidamente. Solo en 2024, Rusia produjo 400 carros de combate nuevos y renovó unos 1,200. En cuanto a blindados se entregaron 1.000 unidades y se modernizaron 4.000 , así como se incorporaron 450 piezas de artillería de gran calibre. Durante el año pasado se entregaron más de 1.800 drones kamikaze. Si Rusia mantiene estos ratios una vez acabada la guerra de Ucrania, los niveles de equipamiento serían más numerosos y modernos que los anteriores a 2022.

Las evaluaciones de la OTAN, indican que Rusia estará lista para atacar dentro de cuatro a ocho años. Podría ser antes, con los ejercicios militares cuatrienales Zapad que se llevarán a cabo en Bielorrusia en el verano de 2025 se mostrará la capacidad de Rusia para gestionar ejercicios militares a gran escala incluso durante una guerra y Putin no va a dejar pasar la oportunidad de demostrarlo.

¿Qué necesita Europa?

La primera prioridad de Europa es continuar apoyando a Ucrania que es nuestra primera línea de defensa frente a Rusia. Si Ucrania decide no aceptar una rendición total o parcial, Europa es capaz de proporcionar armas adicionales a Ucrania para asegurar que sus capacidades de combate permanezcan como están actualmente. Es cierto que Ucrania y la UE dependen de algunos activos estratégicos críticos de Estados Unidos, incluidos inteligencia y comunicaciones satelitales y que estos son difíciles de reemplazar a corto plazo, pero hay sustitutos si es necesario, no tan efectivos, pero suficientes. 

Muchos se preguntan si Europa puede salvar a Ucrania. Los números son bastante elocuentes. Desde febrero de 2022, el apoyo militar de Estados Unidos a Ucrania ha ascendido a 64.000 millones de euros, mientras que Europa, incluido el Reino Unido, envió 62.000 millones de euros. En 2024, el apoyo militar de Estados Unidos ascendió a 20.000 millones de euros de un total de 42.000 millones de euros. Para reemplazar a Estados Unidos, la UE tendría que gastar solo otro 0.20% de su PIB lo que no parece una cifra descabellada. El problema es cuánto de esta ayuda se puede proporcionar desde la industria europea. La respuesta es que para el combatir en el frente ruso, la industria europea tiene suficientes capacidades para mantener la capacidad militar de Ucrania.

Un escenario significativamente más desafiante para Europa sería un improbable acuerdo de paz aceptado por Ucrania y que resulte beneficioso para Rusia. En tal escenario, es probable que Moscú continúe su acumulación militar, creando un desafío militar formidable para toda la UE en muy poco tiempo, dada la producción rusa actual y seria nuestro peor escenario. 

Como señalaba, ante el escenario de tener que cubrir la aportación potencial norteamericana en caso de conflicto, Europa necesitaría incrementar su capacidad de combate en unos 300.000 efectivos, con un enfoque en fuerzas mecanizadas y blindadas para reemplazar las unidades pesadas del ejército estadounidense. Esto se traduce en aproximadamente 100 nuevas brigadas europeas.

El problema añadido es que no solo habría que reemplazar con 29 países a los 300.000 norteamericanos que nos faltarían, es que habría que darles el respaldo que sí tendrían los norteamericanos de todo el poder de los habilitadores estratégicos estadounidenses, incluidos la aviación estratégica y los activos espaciales, de los que carecen los ejércitos europeos. 

Europa, incluido el Reino Unido, actualmente tiene 1,47 millones de personal militar en servicio activo, pero su efectividad se ve obstaculizada por la falta de un mando unificado. La OTAN trabaja bajo la suposición de que el Comandante Supremo Aliado en Europa sería un general estadounidense de alto rango, pero eso solo puede funcionar si Estados Unidos toma un papel de liderazgo y proporciona habilitadores estratégicos. Es decir el mando conjunto unificado europeo es mandatorio y debe ser una acción inmediata su implantación.

Necesidades de equipamiento y producción industrial

Generar rápidamente tales aumentos requiere un esfuerzo extraordinario, aunque la experiencia muestra que las economías de mercado pueden hacerlo si se asignan los recursos y se flexibilizan los procedimientos. Tomando como ejemplo un Cuerpo de Ejército de Estados Unidos, la disuasión creíble europea, requeriría un mínimo de 1.400 tanques, 2.000 vehículos de combate de infantería y 700 piezas de artillería (obuses de 155 mm y lanzacohetes múltiples). Esto es más poder de combate que el que actualmente existe en las fuerzas terrestres de Francia, Alemania, Italia y el Reino Unido combinadas. Esto nos da una idea del esfuerzo inmediato que debe realizarse.

Proveer a estas fuerzas con suficientes municiones será esencial, más allá de las existencias mínimas disponibles actualmente. Por ejemplo, un millón de proyectiles de 155 mm sería el mínimo para un stock lo suficientemente grande para 90 días de combate de alta intensidad. Europa también tendría que generar capacidades de aviación de combate de quinta generación para tener una clara superioridad y de transporte, así como capacidades de misiles de todo tipo, guerra de drones y comunicación e inteligencia. Esto incluye aumentar la producción de drones para igualar a Rusia, a un nivel de aproximadamente 1.500 municiones merodeadoras de largo alcance por año. Mientras tanto, se tendrían que reclutar y entrenar a 300.000 nuevos efectivos.

Las iniciativas de la Unión Europea de un fondo de 800.000 millones de euros más las nacionales  que se manejan como en Polonia donde el 70% del incremento presupuestario se ha dedicado a adquisiciones o el fondo de deuda alemán Sondervermögen de Alemania que hasta ahora se ha destinado exclusivamente a compras de equipamiento, son cifras realistas, pero por si solas no garantizan el éxito.

Para que esta inversión resulte eficaz será necesario incrementar la adquisiciones a escala europea para obtener mejores costes y alcanzar una gestión más eficiente de la inversión. Tanto dinero en un sector con escasa transparencia exigirá, asimismo, de rigurosos controles de gestión para evitar subsidios y preferencias que vayan en detrimento del objetivo común.

En la actualidad un incremento enorme de la demanda implicaría una incapacidad de asumir las obligaciones, daría lugar a cuellos de botella, incremento de costes y falta de trabajadores especializados así como problemas añadidos por las limitaciones regulatorias. Aunque Europa compra el 55% de sus necesidades en su mercado doméstico, hay equipos que necesariamente deben adquirirse en Estados Unidos como aviones de combate de quinta generación, buques, artillería de precisión, sistemas de observación de baja órbita y algunos equipos y componentes críticos. Un objetivo a medio plazo será eliminar esta deficiencia.

Europa es incapaz de gastar un 5% en su defensa, aunque tenga el dinero; son demasiados recursos para la ambición estratégica de Europa, que no necesita un arsenal nuclear de miles de cabezas, ni ocho grupos aeronavales ni mantener bases alrededor del mundo con los costes de vida del militar norteamericano.

Hay que trazar un plan paulatino para no crear cuellos de botella. «Vísteme despacio que tengo prisa» es la máxima. Un incremento rápido de la demanda colapsará la cadena de suministro y la encarecerá si no se han tomado las medidas necesarias para asegurar que ningún elemento necesario para la producción queda descontrolado.

La decisión del gobierno de alcanzar el 2% del PIB, teóricamente en 2025, salvo que sea un brindis al sol de Europa , es una calamidad, un error de enormes consecuencias. Necesitamos veinte años para alcanzar la autonomía estratégica y no vamos a acelerar este proceso por muchos recursos que tengamos. Si hinchamos de comida a un corredor de maratón, correrá deprisa al principio pero se saturará y colapsará.

¿Cuáles son las necesidades y cuánto nos va a costar?

En la estimación del gasto necesario hay que considerar que las inversiones deben intensificarse a corto y medio plazo para reducir el gap existente, considerando un abandono de Estados Unidos de la guerra convencional en Europa en caso de una agresión rusa, para luego entrar en una senda de estabilidad. Es decir debemos en España subir a un ratio medio que estimo en el 2,5% para luego mantenerse en el 2% del PIB.

Europa necesita incrementar en 300.000 efectivos sus fuerzas armadas que sería la teórica aportación norteamericana en caso de un conflicto. Esto supone un 20% de incremento sobre los actuales efectivos disponibles. Esto nos permitiría crear 100 brigadas. Harían falta entre cinco y siete años para alcanzar este número con su correspondiente equipamiento. Esto supondría un incremento del coste de personal de 60.000 millones al año, entre sueldos, beneficios y entrenamiento.

Unido a la anterior hay que aumentar la disponibilidad de los efectivos y su entrenamiento, de poco nos sirve tener un millón y medio de militares si nos cuesta un año movilizarlos a todos. Aquí entra en juego la preparación para el combate. Esto exigirá de una inversión en centros de entrenamiento, campos de maniobra, sistemas de simulación. Una inversión cercana a los 30.000 millones de euros. Además, un millón y medio de hombres y mujeres no serán suficientes en un conflicto a gran escala. La movilización de una reserva de al menos otro millón será imprescindible para garantizar las adecuadas rotaciones en caso de una guerra larga.

El aspecto aéreo de la guerra, especialmente los drones y los misiles serán nuestra mayor baza disuasoria. Quiero destacar a vital importancia de la Iniciativa Escudo del Cielo Europeo en el que una gran conglomerado industrial europeo deberá tomar el liderazgo de este macro proyecto.

En cuanto al equipamiento hay que distinguir varios dominios:

Sistemas C4 ISR: Teniendo en cuenta que un conflicto en Europa sería manejado por la OTAN bajo el mando de Estados Unidos y toda la cobertura americana de estos sistemas, resulta perentorio reforzar los sistemas europeos en este que es el principal gap. Aquí se incluyen sistema de observación, sistemas de comunicaciones seguras, radares tipo AWACS, sistemas de comunicaciones seguras, sistemas de navegación etc. En definitiva ese corazón que no se ve pero que marca la diferencia entre un ejército vencedor y uno derrotado. Como la mayoría de los países tienen arquitecturas ya coordinadas en el marco OTAN, será una inversión significativa pero no crítica. Una inversión de 80.000 millones permitiría igualar al menos la capacidad actual rusa. Crear un sistema y ponerlo en operación tomaría al menos 10 años.

Equipamiento terrestre

Entre cubrir las deficiencias actuales de Europa y la que supondría el incremento de estas cien brigadas por la desconexión norteamericana, los datos que manejo son los siguientes:

Plataforma

Mercado Eur.(En cursiva no Eur)

Núm.

Coste €

Total MM€

Carro de combate

Leopardo 2 A8

900

26

23.400

AIFV

ASCOD, CV-90 LYNX

1.400

12

16.800

AIFV ruedas

AMV, Boxer, Piraña 5,Freccia

1.500

8

12.000

VAC

Ascod, AMPV

1.600

6

9.600

APC

Boxer, Pandur, Piraña, CAVS, Patria

900

6

5.400

Vehículo táctico blindado

Eagle, Dingo, Sisu, VBMR

4.000

1,5

6.000

Vehículo de asalto anfibio

ACV

50

10

500

ATP 155 mm ruedas

Archer, CAESAR, Piraña 10

400

12

4.800

ATP 155mm cadenas

Krab, Pzh-2000, Némesis

800

12

9.600

MLRS

Himars, Chunmoo, Pulse

400

30

1.200

Misil balístico corto alcance

ATACMS, Predator Hawk

400

4

1.600

Misil de crucero lanzador y misiles

MdCN, Tomahawk, Taurus

20

18

3.600

Defensa de misil de teatro

THAAD, Aegis

3

4.000

12.000

Baterías misiles SAM largo alcance

Patriot Aster-30

24

1000

24.000

ATP cañón antiaéreo

Skyranger

120

30

3.600

TOTAL

 

 

 

134.100

 

Equipamiento naval

Plataforma

Mercado EUR ( en cursiva no EUR)

Núm.

Coste €

Total

Submarinos nucleares

Astute, , Barracuda, SNLE-3G

10

2.200

22.000

Submarinos convencionales

U-214, Scorpene, S-80

24

800

19.200

Portaviones

Queen Elisabeth, Charles de Gaulle

2

6.000

12.000

LCH-LPD

Juan Carlos I, Trieste, Mistral

4

1.800

7.200

LPD

Albion, Galicia,

8

1.000

8.000

DDG- Fragata

F-110, Horizon, Tipo 45,F-125

30

900

27.000

Misiles de crucero

MdCN, Tomahawk

1.200

6

7.200

Misiles Sam balísticos

SM-3

100

12

1.200

SAM largo alcance

Aster 30

2.700

6

16.200

SAM medio alcance naval

Aster 15, ESSM

700

2

1.400

Torpedos

DM24, F21

250

3

750

MCM

 

36

300

10.800

Helicópteros ASW

SH-60, Lynx, AW159, NH-90

50

50

2.500

Aviones VTOL

F-35

100

200

20.000

TOTAL

 

 

 

114. 250

 

Equipamiento aéreo

PLATAFORMA

MERCADO EUR

NÚM.

COSTE

TOTAL

Fighter 5ª Gen

F-35

200

200

40.000

Fighter 4.5ª Gen

Ef-2000, Rafale

400

180

72.000

 ASW

A321MPA, C-295MPA, Poseidón

20

450

9.000

AEWC

Archangem 

10

2.000

20.000

ELINT

Elta, EP-3 EA-37B

10

600

6.000

Helicóptero ataque

Tigre

200

60

12.000

Helicóptero Transporte pesado 

CH-47, H-225

50

150

7.500

Helicóptero medio

NH90, AW 149

200

50

10.000

ISR drones

Eurodron

50

80

4.000

Drones Kamikaze

 

4.000

0.8

3.200

Misiles AAM

ASRAMM IRIS-T

1.200

1

1.200

Misil crucero antibuque

Exocet

200

4

800

Misil antiradiation ARM

HARM, AARGM-ER

600

2

1.200

Misil crucero

Storm Shadow, Taurus

3.000

3

9.000

Avión de transporte medio

C-295, C-27, C-130

100

60

6.000

TOTAL

 

 

 

195.900

 

A las plataformas anteriores habría que sumar todo el material de despliegue y de campaña. Camiones, puentes móviles, puentes lanzables, hospitales de campaña, campamentos, unidades médicas avanzadas, cocinas de campaña, contenedores, vehículos, generadores, camiones, cisternas, bulldozers, grúas, volquetas y apisonadoras. Aspectos fundamentales que implicarían una inversión adicional de 60.000 millones de Euros.

Finalmente la munición. Europa necesitaría un stock de 1.000.000 de disparos de 155 mm para 90 días de guerra. Asimismo stocks suficientes de munición 5.56 mm 12,7 mm, 9 mm, morteros, granadas, cohetes. Una inversión que ascendería a 90.000 millones de euros

El total de la inversión para cubrir el déficit norteamericano y equilibrar la situación con Rusia ascendería a 670.000 millones de Euros que deberían asignarse de forma progresiva durante los próximos siete años, para que dé tiempo a preparar la producción y planificar las entregas.

A esto deben sumarse los créditos para modernización y mantenimiento y reposición del material existente en cada país más las inversiones en nuevos desarrollos, que cada país deberá asignar para no perder las capacidades actuales y mantener la superioridad tecnológica.

Conclusión

No hay dudas sobre la necesidad de que Europa debe planificar su capacidad militar a futuro en el escenario de un abandono convencional de Estados Unidos. La conclusiones son que con un 0,2% del PIB europeo se puede mantener militarmente a Ucrania con unos 40.000 millones de euros al año. El segundo reto es que debemos reemplazar a los 300.000 efectivos norteamericanos que se desplazarían en caso de guerra con todo su equipamiento. Asimismo es necesario movilizar una reserva de un millón de efectivos. Finalmente el plan de inversiones a siete años asciende a 670.000 millones de euros que deberán asignarse de forma creciente para no saturar a la industria.

En el caso español, teniendo en cuenta nuestro posicionamiento geográfico, el esfuerzo en Defensa debería desglosarse en tres programas. El de modernización y nuevas adquisiciones: un presupuesto a siete años que ascienda a 70.000 millones de euros, asignados de forma creciente. Este presupuesto separado iría dirigido a eliminar el gap actual en equipamiento más el incremento en un 20% del número de efectivos. Una vez terminado el periodo citado, un presupuesto del 2% del PIB sería más que suficiente para mantener esta fuerza operativa y disponible. Finalmente las industrias deben alcanzar sus acuerdos con sus colegas europeos para blindar la autonomía estratégica de Europa y esto exige de un plan de capacitación de la industria.



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