Indra entrega a Australia tres sistemas militares desplegables de gestión de tráfico aéreo

Los nuevos sistemas desplegables de gestión y control de la gestión del tráfico aéreo de defensa (DDATMCS) de la Real Fuerza Aérea Australiana (RAAF, por sus siglas en inglés) tienen origen español. La firma Indra Australia, filial local de la compañía española Indra, ha entregado tres unidades de estos desarrollos que permitirán a la RAAF reforzar su capacidad de despliegue rápido y gestión del espacio aéreo en cualquier parte del mundo.

Dos de estos tres DDATMCS, destinados a gestionar la aproximación y el tráfico aéreo en ruta, están diseñados para su despliegue rápido por aire, mar o tierra en operaciones de corta duración. De este modo, resultan especialmente apropiados en misiones de asistencia militar a operaciones de ayuda humanitaria y auxilio durante desastres, según la información recogida por el medio australiano Defence Connect, que acaba de revelar el suministro de estos equipos.

Cada uno de estos dos sistemas incluyen un radar Lanza de vigilancia de medio alcance 3D desplegable, transportable e integrado en un Centro de Control de Área (ACC) móvil. El ACC, a su vez, está equipado con un sistema de automatización aérea de Indra para el control de tráfico aéreo de última generación, y que cumple con los requisitos pertinentes de las Organización Internacional de Aviación Civil (OACI) y Eurocontrol. Además se incluye un Radar de Vigilancia Secundario Monopulso con Modo 5 de identificación amigo o enemigo (IFF), igualmente de Indra, y un sistema de tratamiento y recepción de señales ADS-B (Automatic Dependent Surveillance–Broadcast), para la detección temprana de objetivos.

Emplazamientos no preparados

Se trata de unos sistemas preparados para su despliegue en áreas en las que no existe una infraestructura de gestión del tráfico aéreo o haya sido dañada.

En cuanto al tercer DDATMCS entregado, está conformado por un equipo que admite implementaciones de la RAAF de mayor entidad y permanentes, a través de un ACC integrado, y con hasta media docena de posiciones de operador, según la información citada.

En palabras del director general de Indra Australia, Tehmur Khan Galindo, la solución entregada por su compañía “reemplazará la capacidad anterior de la Fuerza Aérea [Australiana] y brindará una mayor flexibilidad y opciones de despliegue, brindando mejoras importantes en la gestión del espacio aéreo y los aeródromos desplegados”. El alto ejecutivo de la compañía revela que la intención de la empresa es aprovechar ahora “esta experiencia en apoyo de futuros programas, con el objetivo de convertirnos en un socio estratégico para la modernización y digitalización de las Fuerzas Armadas”.

Entre los mayores fabricantes de radares del mundo

Los responsables de Indra destacan de la compañía que se trata de uno de los principales fabricantes de radares del mundo. Actualmente en la evolución del radar del avión de combate Eurofighter y ha entregado uno de los radares de vigilancia espacial más potentes y avanzados actualmente en funcionamiento en Europa, capaz de detectar objetos en órbita a más de 2.000 kilómetros de la tierra y encargado de proteger lanchas, satélites y la estación espacial internacional. Además, es uno de los principales proveedores mundiales de sistemas de tráfico aéreo, con sistemas suministrados a 180 países. Se trata de una de las tres empresas europeas que están coordinando el desarrollo del futuro sistema aéreo de combate NGWS/FCAS, basado en el uso de aviones y drones de última generación que operarán en una nube de combate e intercambian datos en tiempo real con múltiples plataformas. También está impulsando la digitalización militar con la introducción de tecnologías basadas en hiperconectividad, la computación en la nube, la inteligencia artificial y la realidad virtual y ciberdefensa.

Actualmente cuenta con una plantilla de cerca de 57.000 empleados y una presencia internacional en 46 países, además de contar con operaciones comerciales en más de 140. En el último ejercicio (2022), la empresa,

En el ejercicio 2022, Indra, de la que el Estado español es propietaria de alrededor de la cuarta parte, alcanzó ingresos por un total de 3.851 millones de euros.