Los Gulfstream IV de la FACh incorporan capacidades aerofotogramétricas y de Evacrit

La Fuerza Aérea de Chile (FACh) dio a conocer que dos de los aviones de apoyo al combate Gulfstream IV del Grupo de Aviación N° 10 de la IIª Brigada Aérea ahora podrán realizar misiones aerofotogramétricas y de evacuación aeromédica de pacientes críticos (Evacrit).

En la última edición de la Revista Fuerza Aérea de Chile se indica que tras la baja de los Learjet 35A se proyectó que los G-IV -por su mayor alcance y velocidad, sumado a que ya estaban en el inventario de la FACh- hizo que el Estado Mayor General optara por incorporar dos de estas aeronaves a los modelos ya existentes. 

El jefe del Departamento de Sistemas de Armas Aéreas de la División de Ingeniería y Apoyo a Sistemas de Armas (Diasa), coronel de aviación Fernando Mondaca, explica en el artículo institucional que “los Learjet 35 ya estaban culminando su vida útil, entonces se dio la posibilidad de optar por un avión que la FACh ya tuviera, y de esta forma no agregar otros modelos que generaran nuevos costos. Además, que ya se contaba con el entrenamiento de las tripulaciones y mecánicos. Por estas razones se decidió ampliar la flota de G-IV, de dos a cuatro”. 

G-IV de la FACh operando en el sur de Chile. Foto: FACh

Junto con minimizar los costos, lo que se buscaba también era contar con un avión cuya performance permitiera modificarlo y habilitarlo para efectuar diversas misiones, en este caso, de transporte,  aerofotogrametría y Evacrit. Este material de vuelo posee una autonomía de ocho horas de vuelo, alcanza los 1.000 kilómetros por hora, y los 45.000 pies de altura.

Fue así como la FACh entró en contacto con la empresa estadounidense Aevex Aerospace para efectuar las modificaciones a dos aeronaves. La primera de ellas ingresó el 3 de noviembre del 2022 y tiene fecha de salida aproximada el 20 de septiembre del 2023, mientras que la segunda partiría el 18 de septiembre del 2023 con salida aproximada en mayo del 2024.

Las nuevas capacidades

Las modificaciones permitirán que estas aeronaves queden habilitadas para realizar cualquiera de este tipo de misiones en no más de tres horas y, en algunos casos, realizarlas de manera paralela como es el traslado de pasajeros y aerofotogrametría, por lo que esta nueva configuración transformará al avión en un material muy versátil.

El G-IV cuenta con una escalera incorporada a la aeronave. Foto: FACh

El jefe de la Sección de Transporte Liviano de la Diasa, y responsable del Área de Ingeniería y Mantenimiento del proyecto, capitán de bandada Estivalia Morales, explica que en cuanto a la aerofotogrametría, la modificación consiste en instalar en la parte delantera de la aeronave la Vexcel Ultracam Eagle Mark 3, cámara que utiliza el Servicio Aerofotogramétrico de la Fuerza Aérea (SAF) en los aviones DHC-6 Twin Otter.

En el caso de la modificación para convertir al G-IV en un avión ambulancia para la evacuación de pacientes críticos, la idea es habilitarlo para incorporar una camilla eléctrica del modelo Spectrum Aeromed 2200-016, compatible con los 220 volts que hay en Chile, para que cada vez que se tenga la necesidad de transladar a un paciente en estado crítico, todo el equipamiento médico se pueda montar en la camilla y se conecte sin ningún problema y tenga alimentación eléctrica. Es lo último en tecnología y que, por ejemplo, cuenta con un sistema de respiración artificial, el cual va implementado dentro de la modificación del avión, es decir, está pensado para que el personal de sanidad pueda ir monitoreando al paciente”.

La autonomía de la aeronave es de ocho horas de vuelo. Foto: FACh

Al tratarse de un paciente crítico, la camilla debe ingresar de manera horizontal al avión por lo cual deberá habilitarse un sistema que la eleve a la altura de la puerta. Esto también considera reubicar varios sistemas, entre ellos, el equipamiento de aviónica, el hidráulico, los cables secundarios del control de vuelo, algunas antenas y las botellas de oxígeno que están bajo el piso de la aeronave.

El comandante de aeronave G-IV destinado al SAF, comandante de escuadrilla Luis Salas, señala que “la incorporación de la capacidad Evacrit en el Gulfstream permitirá obtener un mayor alcance, una disminución en los tiempos de reacción, y efectuar este tipo de misiones abarcando mayores distancias sin escalas técnicas, pudiendo volar hasta ocho horas continuas a una velocidad de hasta 1.000 kilómetros por hora, llegando incluso a Rapa Nui o cualquier destino con una pista habilitada de mínimo 1.700 metros de largo, en apoyo a la ciudadanía cuando sea requerido”, junto con destacar que, “a diferencia de otras aeronaves que realizan este tipo de misiones, ésta es una aeronave con capacidad de operar de forma autónoma, es decir, no requiere personal de apoyo y equipamiento en tierra para realizar sus operaciones, facilitando de esta forma los apoyos logísticos requeridos para su utilización”.

La aeronave posee dos motores turbofan Rolls-Royce Tay 611-8. Foto: FACh

Cabe señalar que el primer Gulfstream IV se encuentra operando desde el año 2000 en el Grupo de Aviación N° 10, y la última aeronave en ser incorporada a la flota arribó en febrero del 2021. Actualmente, la institución cuenta con este material de vuelo con diferentes fines, lo cual permite trasladar entre 15 a 18 personas, más la tripulación compuesta por un piloto, un copiloto y un mecánico tripulante. Dentro de sus misiones asignadas están el apoyo gubernamental para el traslado de personas y de carga (orgánica e insumos médicos, solicitados por el Ministerio de Salud, tales como órganos y vacunas).

El G-IV es un avión de ala baja que posee dos motores turbofan Rolls-Royce Tay 611-8, presurizado, diseñado para operar en cualquier condición meteorológica, y certificado para volar a altitudes hasta los 45.000 pies. Cuenta con una planta de poder auxiliar (APU), cuya función principal es energizar la aeronave con poder de corriente alterna (AC), y proveer aire para el encendido de los  motores. Además, cuenta con una escalera incorporada, localizada a la izquierda del fuselaje, constituyéndose esta en la entrada principal tanto para la tripulación como para los pasajeros. Estas dos características –APU y escalera incorporada- le permiten realizar operaciones autónomas, sin la ayuda de personal y equipamiento en tierra. Sus dimensiones son: envergadura de 24 metros; largo de 27 metros; y alto de 7,5 metros. El alcance máximo de la aeronave es de 4.100 millas náuticas, lo que contempla un vuelo directo de ocho horas, sin la necesidad de cargar combustible, lo que equivale a un vuelo entre Santiago de Chile y Miami, Estados Unidos.