La Armada sigue adelante con su plan para mejorar y potenciar su capacidad anfibia y de desembarco y para ello ha puesto en marcha una serie de proyectos entre los que destaca la sustitución de los obsoletos AAV por 34 nuevos vehículos anfibios de combate para la Infantería de Marina. Paralelamente, continúa la adquisición de nuevos morteros embarcados, y estudia adquirir los Centauro II italianos para ganar potencia de fuego, además de piezas de artillería autopropulsada sobre cadenas.
Ahora, ha lanzado la licitación para el suministro de un vehículo de combate anfibio no tripulado (UXV) con un importe de dos millones de euros, que busca dotar a España de una capacidad emergente en el ámbito de los sistemas no tripulados navales y de superficie, alineada con las tendencias internacionales en modernización de fuerzas armadas.
Licitación
El pliego de prescripciones técnicas que regula la licitación detalla que el objetivo es contar con un “vehículo anfibio no tripulado controlado remotamente desde unidades de control portátiles junto con sus repuestos de primer escalón”. Deberá tener al menos seis ruedas, “con algunas funciones autónomas desplegable desde buque de guerra que no portará personal y tenga como características principales movilidad todoterreno y todo tiempo y capacidad de navegación en aguas abiertas”.
Este nuevo vehículo deberá servir para la realización de misiones de exploración, vigilancia y apoyo al combate en el ámbito litoral y anfibio, reduciendo la exposición de personal en operaciones de alto riesgo. El pliego señala expresamente que se trata de un proyecto “de carácter experimental y de evaluación tecnológica”, concebido para sentar las bases de futuras adquisiciones de sistemas más avanzados.
Requisitos operativos
El vehículo debe ser no tripulado, anfibio y de combate, lo que implica que ha de desplazarse tanto en tierra como en el agua, garantizando movilidad sobre diversos tipos de terreno y en superficies marítimas de distinta complejidad: terrenos secos y húmedos como arena (playa), barro, nieve, superficies deslizantes o pedregosas. Deberá poder soportar situaciones de lluvia intensa y vientos de hasta 30 metros por segundo y desplazarse por el mar en aguas abiertas.
En tierra, deberá poder alcanzar una velocidad máxima de 30 km/h. (20 marcha atrás) en terrenos de baja dificultad, superar pendientes de al menos el 60%, “detenerse en ellas, y con la única retención del freno principal o de servicio, reiniciar la marcha”. Además, otro de los requisitos es que pueda recorrer una distancia de dos kilómetros en funcionamiento “eléctrico puro sin emitir ruidos”, con un umbral sonoro de 50 dB A a un metro.
La Armada exige que el prototipo cuente con un diseño modular, que facilite la integración de diferentes cargas de pago según la misión a realizar. En cuanto a dimensiones y prestaciones físicas, “no deben superar 6,5 m de largo, 3,5 m de ancho y 3,5 m de alto (sin contar con futuros implementos)”, de tal modo que pueda ser transportable por carretera en plataforma normalizada, así como por ferrocarril o por vía marítima y aérea.
También deberá superar zanjas de 400 mm de anchura, superar escalones verticales de 500 mm y vadear “sin flotar” profundidades de 1.500 mm durante seis minutos sin perder comunicación con la estación de control. La velocidad máxima de navegación será como mínimo de nueve km/h, tendrá una autonomía de navegación pura de seis horas a una velocidad de 5 km/h y podrá navegar en aguas abiertas con un estado de mar 3.
Asimismo, contará con un sistema de mejora de la flotabilidad basado en elementos hinchables desplegables en los cuatro lados del vehículo que permita mejorar la estabilidad y flotabilidad en condiciones adversas.
Capacidades de combate y protección
El documento especifica que el sistema deberá poder portar una estación de armas remota (RWS), un lanzador de munición merodeadora; tubos lanzaingenios; un lanzador de misiles contra carro, elementos para el desminado; lanzador de manguera explosiva o sistemas de guerra electrónica. El objetivo es evaluar la viabilidad de operaciones ofensivas o defensivas con un sistema no tripulado en un entorno anfibio.
La protección del vehículo también figura entre los requisitos: se pide un nivel de blindaje en zonas vitales resistente a proyectiles de guerra de hasta 12,7 mm para resistir impactos de armas ligeras y esquirlas, así como resistencia frente a condiciones climáticas extremas en entornos marítimos.
Sistemas de observación y control
En el terreno de los sensores, el vehículo estará dotado de un sistema de conciencia situacional, que incorpore varias cámaras, que permitan tanto la visión diurna como la nocturna y que cubran el entorno 360 º próximo del vehículo.
El sistema de navegación está compuesto por un sistema GNSS y un sistema de navegación inercial que garantice el funcionamiento en caso de pérdida de comunicaciones. El reconocimiento del terreno se realizará mediante sensores LIDAR. El sistema permitirá el control remoto del vehículo de manera manual, así como ciertas funciones autónomas.
En cuanto a su capacidad autónoma, deberá disponer de navegación por way points (nvegación autónoma siguiendo un camino predefinido y si detecta algún obstáculo mediante sus sensores esquivará el obstáculo o si no es viable se detendrá y requerirá control por operador); función follow me que permita autónomamente seguir a otros vehículos predefinidos y modo de regreso seguro, de tal manera que, en caso de pérdida de comunicaciones, iniciará un retorno sobre sus pasos hasta recuperar las comunicaciones.
El puesto de control remoto, ya sea embarcado en un buque o desplegado en tierra, debe ofrecer en tiempo real la información captada por el vehículo, con capacidad de supervisión y control simultáneo de varias plataformas.
En este sentido, se espera que el vehículo pueda emplearse en operaciones de exploración de playa, vigilancia de áreas sensibles, apoyo a desembarcos y protección de unidades navales en zonas costeras.
Otros aspectos técnicos
El plazo de presentación de ofertas finaliza el 15 de septiembre y el plazo de ejecución será de 15 meses, desde la formalización del contrato hasta el 15 de diciembre de 2026.
El adjudicatario deberá asegurar soporte técnico, manuales de operación, repuestos iniciales y formación de personal. Además, el pliego prevé que el vehículo sea transportable en plataformas actuales de la Armada, como buques de asalto anfibio y lanchas de desembarco, lo que condiciona sus dimensiones y peso máximo.
Principal candidato
Aunque la licitación está abierta a cualquier fabricante, el principal favorito es el denominado Valkyrie, un modelo de la compañía leonesa Sascorp (asociada al grupo empresarial SAES) presentado en 2021 en la edición de Feindef de ese año y que se ha podido ver también, aunque con un aspecto diferente, en la reciente edición de mayo de este año. De hecho, en la última versión mostrada en 2025 se podía leer, bajo el epígrafe Armada 2050: el futuro ya está aquí: “Vehículo anfibio no tripulado español diseñado para operar en la primera línea de desembarco en playas”, aunque poco más se decía de sus características y funciones.
En el momento de su presentación, el vehículo tenía un peso máximo de 7.500 kg y una capacidad de carga de casi 4.000 en el modo terrestre. Mientras, en la versión anfibia, el peso máximo era de 5.500 kg y capacidad de carga de 1.800 kg. Tenía cinco metros de largo, dos de ancho y 1,7 de altura.
Según la propia compañía, este UGV versátil y modular de propulsión híbrida tiene tracción integral 6x6 y suspensión neumática regulable de gran recorrido en las seis ruedas. Incorpora un motor Jaguar 350 cv turbo y turbinas de empuje vectorial.
Si bien el vehículo se presentó como multipropósito, la empresa planteaba de entrada dos versiones de este UGV: unidad de combate y unidad de zapadores, la primera capaz de integrar diferentes sistemas como una estación de armas remota de hasta 40 mm y coaxial de 7,62 mm o lanzamisiles AT, mientras que la segunda estaba preparada para operar con diferentes elementos intercambiables como roller antiminas, marcador de brechas o el sistema de maguera explosiva Plofadder 160 AT.