(Infodefensa.com) Madrid - El Ministerio de Defensa planea lanzar una iniciativa para solucionar la falta de médicos militares y estudia ofrecer costear la carrera de medicina a los aspirantes, que tendrán un sueldo mientras estudian. A cambio, los reclutas tendrán que comprometerse a permanecer como militares durante los 12 años siguientes a terminar la carrera. No se conoce el coste que tendría la medida.
Según han confirmado fuentes de Defensa, el plan se pondría en marcha en 2012, lo que quiere decir que la primera promoción de médicos militares formados bajo estas condiciones saldría hasta siete años después.
Por el momento, Defensa no informó del coste que calculan tendría la iniciativa.
La fórmula es similar a la que ya se aplica con los pilotos y se prevé ampliar a los controladores aéreos, con una diferencia: Defensa no formará a los médicos, como hace con pilotos y controladores, sino que se limitará a becarlos y completar luego sus estudios de Medicina con una formación específicamente militar. A ello se suma otra ventaja: los futuros médicos podrán aplicar en el Ejército sus conocimientos teóricos.
Para materializarlo, el Ministerio dirigido por Carme Chacón celebrará convenios con universidades públicas que, por el momento, no han sido identificadas.
Buenas notas en selectividad
Según estas fuentes, el Ministerio de Defensa ofrecerá las becas a los estudiantes que tengan buena nota en selectividad, y tendrán que pasar las pruebas de ingreso en las Fuerzas Armadas.
Mientras cursan la carrera de Medicina tendrán la condición de alumnos de la enseñanza militar, por lo que percibirán una retribución, y cuando la concluyan serán tenientes, además de médicos. Completarán sus estudios de Medicina con una sucinta instrucción castrense.
Hasta ahora, Defensa reclutaba a los médicos militares entre los licenciados en Medicina, pero cada vez tenía menos éxito, ya que sus salarios no son competitivos con la sanidad civil, ni siquiera la pública. Además, en los últimos tiempos ha sufrido una fuga masiva de facultativos -en torno a medio centenar al año- porque la frecuencia con la que deben participar en misiones internacionales, como la de Afganistán, les impide compatibilizar su servicio en el Ejército con la atención a una consulta privada. Además, el cierre de la mayor parte de los hospitales militares obligaba a cambiar de ciudad o a colgar el uniforme.
En 2007, Defensa intentó paliar el problema alistando a médicos latinoamericanos, lo que suponía ampliar a este cuerpo de oficiales una previsión reservada hasta entonces para la tropa, pero sin ningún resultado práctico.
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Jurídicos e interventores
Entre los profesionales que cambian la vida civil por la militar destacan los jurídicos y los interventores militares. Ambos acceden a las Fuerzas Armadas tras haber realizado una licenciatura y habar superado una prueba de concurso-oposición.
El ingreso en el Cuerpo Jurídico Militar es necesario contar con la licenciatura de Derecho y superar dos ejercicios orales de 70 minutos cada uno -en el caso del ingreso como militar de carrera- o uno escrito de cuatro horas en el caso de ingreso como militar de complemento. El año pasado se convocaron 4 plazas como militar de carrera a las que se presentaron 84 aspirantes.
En el caso de los interventores, que pueden tener la licenciatura en Derecho, Económicas, Administración de Empresas o Ciencias Actuariales, la oposición es una prueba escrita de conocimientos, otra oral y otra práctica de contabilidad.
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