El factor político-estratégico en la industria de defensa: el caso de Andalucía

(Infodefensa.com) – La capacitación tecnológica es, a menudo, un elemento catalizador de cambios para las organizaciones y la sociedad en general. Para su desarrollo las tecnologías requieren apoyarse en dos factores que están directamente relacionados entre sí: visión estratégica y soporte financiero. La combinación de objetivos estratégicos a largo plazo, disponibilidad y aprovechamiento de recursos económicos, y potencial industrial e investigador suficiente, son tres pilares esenciales para potenciar la innovación.

Cuando los recursos disponibles son limitados el factor político-estratégico cobra mayor peso, puesto que la visión a largo plazo ayuda al impulso de los otros dos pilares y contribuye de manera decisiva a fomentar la colaboración para conseguir los recursos, humanos y materiales, que permitan el desarrollo de las actividades tecnológicas. El elemento clave en este juego es ampliar el horizonte de visión para poder centrar el foco de esfuerzo sobre lo que se considere prioritario.

El desarrollo de la industria aeronáutica en España, y fundamentalmente en Andalucía en los últimos años puede ser un ejemplo del camino a seguir. Los proyectos de defensa han contribuido de forma significativa al desarrollo de un sector estratégico en una zona que presenta excelentes oportunidades, y han permitido su ampliación al campo de la aeronáutica general. La cooperación entre administraciones de nivel nacional, autonómico y local ha favorecido el fomento de la innovación y la generación de empleo y riqueza, convirtiendo a Andalucía en un polo de referencia a nivel europeo, con creciente presencia internacional. El esperado desarrollo del Centro de Excelencia de Sistemas no Tripulados de El Arenosillo es un nuevo ejemplo de cómo aprovechar sinergias entre administraciones especialmente en tiempos de limitaciones financieras.

El impulso político entre administraciones ha servido como elemento incentivador para el desarrollo de actividades empresariales y formativas con el necesario apoyo de entidades financieras.

Este esquema de colaboración puede extrapolarse a otros ámbitos. El papel de la administración es esencial a la hora de marcar objetivos y favorecer actividades en sectores estratégicos. No se trata tanto de poner desde la administración mucho dinero en juego, sino de promover y aprovechar la aportación de financiación por diferentes vías. El respaldo público permite que las entidades financieras y las empresas puedan asumir riesgos razonables para que los tecnólogos puedan desarrollar sus proyectos.

En septiembre de 2013, CCOO establecía entre sus propuestas para el desarrollo del sector industrial de defensa español la necesidad de establecer una adecuada planificación para potenciar la competitividad industrial y la capacitación técnica. Básicamente los mismos objetivos que planteaba, el mes siguiente, el estudio realizado para el Ministerio de Industria por el Boston Consulting Group y que incluye entre otras medidas transversales para fortalecer la industria española, la necesidad de incentivar las actividades de I+D+i, integrar el modelo educativo con las necesidades de las empresas y buscar vías de financiación “no convencionales”.

El ejemplo de la industria aeronáutica en Andalucía puede marcar por tanto un camino de colaboración a seguir para potenciar la innovación y el desarrollo económico con la aportación y el esfuerzo de todos.

Foto: Airbus DS

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