Tras la batalla, la Liga Santa había perdido 10.000 marinos, contaba 8.000 heridos y perdió 13 galeras (que llegó a ascender a 40 por la imposibilidad de realizar reparaciones en 27 de ellas).
Los británicos consiguieron hacerse con la victoria y lograron mantener la ciudad en su poder durante el resto de la guerra.
La contienda, que pilló desprevenidos a los españoles, finalizó con victoria británica en un enfrentamiento conocido como la batalla del cabo de Santa María.Las fuerzas españolas estaban mandadas por el brigadier José de Bustamante y Guerra y se componían de cuatro fragatas (Medea, Fama, Mercedes y Santa Clara).
El presidente nicaragüense, Adolfo Díaz Recinos, contaba para la batalla con el apoyo de un contingente estadounidense y del ejército de la Segunda República Conservadora, bautizado como La Constabularia.
Mientras se intercambiaba fuego de artillería, la atención estaba puesta en el acceso de la ciudad por mar y los cambios en la marea provocados por las tormentas.
El empleo de la artillería durante el ataque de Conti fue la principal razón por la que Carlos Manuel decidió ordenar la retirada.
El Independencia y el Espora se vieron obligados detener el fuego.Casi 13 horas después, en la madrugada del 30 de septiembre, los sublevados, sin escapatoria, decidieron abandonar el buque, que pasó de nuevo a manos del Gobierno.
El combate duró hasta el anochecer, cuando el marqués de Novalinches fue herido en la mandíbula por metralla y tuvo que tomar el mando el general Jiménez de Sandoval.
Esta FEB estaba compuesta por 25.834 hombres que lucharon en numerosas batallas junto a los Aliados en la campaña italiana en sus dos últimas fases: la rotura de la Línea gótica y la ofensiva aliada final en Italia.Los soldados de la FEB durante una operación en Italia La FEB, junto con el 371º regimiento de Infantería (un contingente afroamericano segregado), comenzó su campaña tras desembarcar en Nápoles en el USS General Mann.
Así, las tropas de Belgrano se instalaron en la ciudad de Tucumán y fueron acogidos y apoyados por sus habitantes.
El combate supuso un antecedente para la guerra entre Reino Unido y España entre los años 1585 y 1604.
Tal día como hoy, 22 de septiembre, pero de 1586, el ejército de Felipe II se enfrentó a las tropas inglesas y neerlandesas en la ciudad de Zutphen, ubicada en una de las (por aquel entonces) diecisiete provincias de los Países Bajos, Güeldres.
Ostende no había sido conquistada antes por los españoles y fue a partir del inicio de la guerra cuando cobró importancia por su ubicación estratégica.
El primero fue repelido por los franceses gracias a su artillería, el segundo logró capturar el bastión del castillo (aunque fue una conquista efímera) y el tercero supuso un desastre en el que las fuerzas aliadas que acabaron sumando 421 muertos. Los siguientes ataques también fueron severamente defendidos por el fuego francés, se intentó atacar mediante escalas y también bajo tierra, excavando un túnel, pero ambas estrategias lo único que lograron fueron más muertos por parte de los atacantes.
La batalla supuso una victoria decisiva del Estado de Buenos Aires y significó el fin de la Confederación de Argentina como fuerza dominante en el país.
Pese al éxito de la campaña, las tropas castellanas temían una posible reconquista enemiga, por lo que comenzaron las labores para reforzar las defensas y para abrir de nuevo el foso.
Falleció debido a su deterioro de salud en la Isla de San Fernando con un amplio historial militar a sus espaldas. Monteverde estuvo al mando de la campaña militar que terminaría con la I República de Venezuela en el año 1812.
Tal día como hoy, 14 de septiembre, pero de 1262, el rey de la corona de Castilla, Alfonso X el Sabio lograba conquistar Cádiz.
Las edades de los cadetes del colegio militar variaban entre los 12 y los 18 años, y pese a que su instructor y militar general, Mariano Monterde, les comunicó la posibilidad de marcharse, la mayoría de estos jóvenes decidieron permanecer en el castillo y defender su país.
Tal día como hoy, 10 de septiembre, pero de 1229, el rey Jaime I de Aragón, apoyado por las fuerzas de Marsella, Narbona, Génova, así como por la Orden del Temple y la Orden del Hospital de San Juan, inició la conquista de la isla de Mallorca, que duró dos años.