(Infodefensa.com) Por Alberto López, San Salvador – Los fabricantes de helicópteros Agusta Westland, Bell y MD Helicopters han mantenido protagonismos importantes en ventas y donaciones o transferencias de Estados Unidos, desde finales de 2012 a la fecha, tanto en México como en Centroamérica.
Sin lugar a dudas, los italianos Agusta Westland, de Finmeccanica, encabezan las preferencias de compras directas, de parte del Servicio Nacional Aeronaval (Senan) de Panamá y de la Presidencia de México.
El Senan se decidió por seis AW139, con una inversión superior de los 100 millones de dólares, los cuales arribaron por etapas a lo largo del año pasado; mientras que México recibió igual número, pero del modelo AW109SP, a inicios de diciembre, por un monto de inversión de alrededor de 60 millones de dólares, lo que ha roto, el menos de forma momentánea, la hegemonía en México de los modelos de Eurocopter.
De acuerdo con un documento de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) que ofrece un análisis costo-eficiencia, fechado en noviembre de 2013, los helicópteros Agusta Westland son los más convenientes porque usan menos combustible, son más ligeros y tienen mayor alcance.
“Es necesario contar con aeronaves que abrevien los tiempos de traslado del Ejecutivo Federal y funcionarios de su gabinete, disminuyan los costos de operación”, consideró la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en el documento.
Latinoamérica es de gran interés para el fabricante italiano, al grado de que en septiembre pasado se supo de la intención de la subsidiaria Agusta Westland de Brasil en someterse a una gran expansión.
Se construirá nuevas instalaciones en Sao Paulo, las cuales incluirán hangares de mantenimiento con espacio suficiente para acomodar una línea de montaje final de helicópteros. La empresa también informó tener planes para instalar un centro de entrenamiento, depósito de piezas, áreas de trabajo y otros servicios de apoyo, incluido un helipuerto.
La construcción está planeada para ser completada a finales de 2014 y deberá atender la esperada introducción de un significativo número de nuevos helicópteros AW189 y AW169, en el mercado brasileño.
El modelo AW169 pretende el mercado de transporte corporativo y privado, además del sector público, en cuanto al AW189 está destinado al mercado “offshore” de petróleo y gas del gigante suramericano.
Por su parte, MD Helicopters vendió tres de sus aeronaves MD500E, por más de nueve millones de dólares, al Gobierno de los Estados Unidos, como parte de un importante donativo estadounidense a la Fuerza Aérea Salvadoreña (FAS), en octubre de 2012.
Aparte de los dos MD600N que se ha vendido directamente al Gobierno de Costa Rica, para su Policía, por un monto aproximado de 7,3 millones de dólares.
MD Helicopters también ha expresado su intención al Gobierno salvadoreño de invertir hasta 20 millones de dólares en una planta de una de sus líneas de producción en ese país centroamericano. El director ejecutivo de la Agencia de Promoción de Inversiones (Proesa) salvadoreña, Giovanni Berti, dijo en octubre pasado que MD Helicopters se encontraría buscando los terrenos más factibles para establecer su planta en El Salvador.
Mientras que el pasado 16 de diciembre, cuando se dio a conocer el plan maestro para la ampliación a largo plazo, hasta 2032, del Aeropuerto Internacional El Salvador (AIES), con inversiones de casi 500 millones de dólares, el titular de la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA, ente administrador de aeropuertos, puertos y ferrocarriles en El Salvador), Alberto Arene, confirmó que se retomaría con Proesa la intención de MD Helicopters, en el marco del clúster de servicios aeronáuticos y del centro de servicios logísticos. Esto porque CEPA pretende también desarrollar las zonas extra portuarias en los alrededores de los puertos marítimos y del AIES, donde se prevé para el Aeropuerto El Salvador, dentro del plan maestro a 20 años, desarrollar el Aerotrópolis Park, que incluiría el clúster aeronáutico y el centro logístico e industrial-tecnológico.
Mientras, Bell ha sido históricamente un aliado, sobre todo, para las fuerzas aéreas centroamericanas, con sus veteranos UH-1H que acompañaron férreas batallas (décadas de los 70, 80 y 90) y traslado de tropas en guerras internas contra guerrillas, tanto en Guatemala como en El Salvador, principalmente.
Sin embargo, no ha habido compras de equipos nuevos por un buen tiempo (de hecho, en el pasado, también eran donaciones estadounidenses) sino repotenciaciones, donaciones y transferencias de parte de Estados Unidos; la más reciente transferencia de equipos se registró en octubre cuando los estadounidenses trasladaron una pequeña flota de seis UH-1H a la Policía de Guatemala, los cuales ya habían participado en operativos conjuntos entre fuerzas norteamericanas y guatemaltecas, dentro de la operación Martillo, contra el crimen organizado y el narcotráfico. Hace un año, Taiwán también obsequió a Guatemala cuatro de estos mismos aparatos, pero se desconoce si son nuevos de fábrica o de medio uso.
Para 2014, ya se anunció una nueva cooperación estadounidense en la región, cuando Honduras reciba el donativo de un pequeña flota de helicópteros, cuyo número y modelo aún no se ha especificado, pero se rumora que pudieran ser equipos Bell (la Fuerza Aérea Hondureña, FAH, opera del modelo 412) o hasta MD Helicopters.
Como puede apreciarse por los hechos: compras, transferencias o donativos, las tres compañías mencionadas han tenido una amplia influencia en México y Centroamérica, al menos en el último año, aunque Bell ha tenido una historia de más larga data, al menos con América Central.
Eurocopter (ahora Airbus Helicopters) no ha tenido mayor influencia comercial en territorio centroamericano y los rusos MI-17 solo han tenido eco en Nicaragua, como fruto de donativos (desde los 80) de la histórica relación militar entre Managua y Moscú.