Vuelos eco: ¿utopía o realidad

El sector aeronáutico vuela hacia la sostenibilidad. Durante los últimos años, las compañías del sector han buscado diversas fórmulas para reducir el impacto medioambiental y su dependencia de los combustibles tradicionales. La toma de conciencia sobre el respeto al medio ambiente impulsa a los agentes del sector hacia los vuelos ecológicos.

Actualmente existen tres tipos de tecnologías aprobadas para generar biocarburantes: un proceso que usa carbón, biogás o biomasa, otro que utiliza la transformación de azúcar de caña y, por último, el denominado HEFA, con aceites y grasas, que fue aprobado en 2011.

En España ya existen organismos que fomentan alternativas sostenibles tipo HEFA, y a partir de plantas producen aceite vegetal que se usa como biocombustible. La planta utilizada, la camelina sativa, se suele emplear para elaborar jabones o para alimentación animal y se puede cultivar en terrenos de barbecho, por lo que es compaginable con otros cultivos. Por otro lado, la compañía Boeing realizó el año pasado el primer vuelo del mundo con el llamado 'diésel verde', similar al HEFA y también utilizado en transporte terrestre, mostrando la viabilidad de las alternativas sostenibles.

El denominado diésel verde, un combustible renovable fabricado a partir de grasas vegetales, aceite de cocina usado y residuos de grasa animal, se utiliza en transporte terrestre desde hace años pero ahora también está presente en la aeronáutica.

Además de la innovación en biocombustibles, otro de los hitos disruptivos que hemos vivido el el último año es el uso de la energía solar para hacer volar un avión. El Solar Impulse 2 realizó los primeros vuelos alimentándose exclusivamente de energía solar en 2015 y se planea que en la primavera de 2016 dé la vuelta al mundo.Un proyecto que refleja que la aviación sostenible no es una utopía, sino una realidad.

Para fabricar un avión tan innovador se necesita orquestar un diseño perfecto. En este caso se utilizaron plataformas colaborativas 3D para diseñar un nuevo fuselaje y alas y combinar todo ello con el uso de nuevos materiales que permitieran cumplir los estrictos requerimientos de peso.

Para afrontar el reto de dar la vuelta al mundo, el Solar Impulse 2 podría estar volando durante cinco días seguidos, por lo que es fundamental que durante el diseño y la fabricación del avión se tenga en cuenta cada pequeño detalle. Las plataformas colaborativas incorporan todos los elementos, desde la propulsión hasta la electrónica, pasando por las instalaciones de la tripulación. Todo ello tiene que ser tenido en cuenta, diseñado e integrado para que un vuelo de estas características tenga éxito.

Desde que en los tiempos más remotos el hombre soñara con volar transformándose en pájaro, la aviación no ha dejado de avanzar. Desde los inventos de Da Vinci hasta los primeros vuelos de los hermanos Wright en 1903, los límites no dejan de romperse. Ahora, con la tecnología adecuada podemos dar un paso al frente hacia alternativas seguras que pueden cambiar el mundo de la aviación para siempre.