Los retos de Belén Gualda al frente de Navantia
EDICIÓN
| INFODRON | INFOESPACIAL | MUNDOMILITAR | TV
Industria >

Los retos de Belén Gualda al frente de Navantia

Belén Gualda, nueva presidenta de Navantia. Foto: SEPI
|

La nueva presidenta de Navantia, Belén Gualda, toma las riendas de una compañía en pleno proceso de transformación en el marco del Plan Estratégico 2018-2022. Uno de los principales retos será precisamente llevar a buen puerto los diferentes puntos (digitalización, rejuvenecimiento de plantilla o nuevos contratos) de este ambicioso programa. Pero hay más.

Estos son algunos de los temas que tendrá sobre la mesa:

-Astillero 4.0. La transformación digital es uno de los pilares del plan industrial en vigor. La compañía busca aprovechar el potencial de tecnologías emergentes como el big data, la inteligencia artificial, la robotización, el internet de las cosas o la fabricación aditiva. Un concepto clave en todo este proceso es el gemelo digital, una réplica en realidad virtual 3D de un buque físico que permitirá optimizar el diseño o avanzar hacia el mantenimiento predictivo. El objetivo final es convertir a los centros de producción en factorías inteligentes.

-Corbetas de Arabia Saudí. El astillero de Navantia en San Fernando (Cádiz) trabaja desde principios de 2018 en la construcción de cinco corbetas para la Marina Real saudí. Es el mayor programa de exportación en la historia de Navantia, valorado en unos 1.800 millones de euros. El primer buque fue botado el mes de julio y será entregado en principio en octubre de 2021. Todo apunta que la buena marcha del contrato abrirá la puerta a más contratos con la monarquía del Golfo.

-Submarino S80. Tras superar múltiples problemas de diseño y retrasos, la compañía pondrá a flote el primero submarino de la serie, el Isaac Peral, en marzo del próximo año. El programa tiene poco margen para nuevos retrasos, después de sufrir los efectos de la pandemia del coronavirus. El diseño y construcción de submarinos es una de las grandes apuestas a futuro de Navantia, que ya ha presentado ofertas basadas en el S80 en concursos internacionales.

-Fragata F-110. Sin duda, el gran proyecto de Navantia durante la próxima década. Las cifras hablan por si solas de la magnitud del encargo: 4.317 millones de euros, alrededor de 7.000 empleos y entre 16 y 18 millones de horas de trabajo. La compañía se juega mucho con este programa. De él depende parte de las inversiones orientadas a la digitalización y la construcción de nuevas infraestructuras. El programa está en fase de diseño en la actualidad y el inicio de la construcción se espera con impaciencia en Ferrol para principios de 2022.

-Rejuvenecimiento de la plantilla. Este es otro punto clave del plan estratégico. La empresa firmó en diciembre de 2018 el nuevo convenio único intercentros con los sindicatos que recoge 1.658 nuevas incorporaciones y la salida anticipadas de 2.200 trabajadores que alcancen o superen los 61 años a partir del próximo 1 de enero y hasta el 31 de diciembre de 2022, siempre que tengan una antigüedad mínima reconocida en la empresa de cinco años

-Cuenta de resultados. Durante la etapa de Susana de Sarría, el astillero estatal ha reducido sensiblemente las pérdidas, no obstante, continúa en números rojos. Volver a la senda de los beneficios es, sin duda, el gran desafío en el apartado financiero de la nueva presidenta.

-Nuevos contratos de exportación. Navantia está pendiente de la orden de ejecución del BAM-IS de la Armada y aspira a construir otros dos buques logísticos para el Ejército de Tierra. Fuera de España, el foco está puesto en ofertas presentadas en Arabia Saudí (fragatas y buques anfibios), Reino Unido (buques logísticos), Marruecos (patrulleros) o India (submarinos). Los astilleros piden nuevos contratos de exportación que garanticen carga de trabajo en los próximos años.

-Europa de la Defensa. El acceso a los fondos europeos pasa por la colaboración con el resto de astilleros europeos. Navantia ya están inmersa en el proyecto de la corbeta europea y aspira a jugar un papel relevante en la definición de los sistemas, equipos y armamento de los buques escoltas que los países europeos construirán a partir de 2035. Para ello, acaba de lanzar el proyecto 4E.



Los comentarios deberán atenerse a las normas de participación. Su incumplimiento podrá ser motivo de expulsión.

Recomendamos


Lo más visto