Marruecos estrecha lazos en ciberseguridad con Reino Unido

El ministro de Asuntos Exteriores marroquí, Nasser Bourita, se ha reunido en Londres con su homóloga británica, Liz Truss, para fortalecer los lazos políticos y económicos entre ambos países, y especialmente incrementar su cooperación en ciberseguridad. A principios de este año entró en vigor un tratado comercial entre los dos reinos suscrito en octubre de 2019, y que posteriormente se ha extendido a otras materias, incluida la defensa, informa el medio con sede en Madrid Atalayar, centrado en buena parte en Marruecos.

La reunión celebrada ahora afianza los lazos que unen a los dos países y que, de acuerdo con la citada cabecera, se han intensificado considerablemente desde principios de año con el aludido pacto. La mención expresa a la ciberseguridad se produce, de acuerdo con ambos ministros, por tratarse de un ámbito “cada vez más importante”. En un comunicado conjunto las autoridades marroquíes y británicas se comprometen a luchar contra la ciberdelincuencia.

La publicación recoge asimismo la información del periódico marroquí Bladi en la que se especifica que el Ministerio del Interior británico y la Dirección General de Seguridad de los Sistemas de Información (DGSSI) de Marruecos emprenderán un proyecto pionero en ciberseguridad, relacionado con el análisis cibernético. Marruecos es el primer país con el que el que Reino Unido, asociada con la Unión Internacional de Telecomunicaciones y la Universidad de Oxford, establece un acuerdo de este tipo, tal y como apunta el comunicado conjunto de ambos países citado por el medio marroquí.

Lucha contra el terrorismo

Además, Bladi recoge el anuncio de ambas partes para crear un nuevo centro de excelencia en ciberseguridad para África en Marruecos. El comunicado conjunto emitido tras el encuentro entre los dos ministros, considerado como tercera sesión del diálogo estratégico emprendido entre los dos países, da cuenta igualmente del llamamiento britano-marroquí a una acción internacional decidida contra el terrorismo y el extremismo violento en todas sus formas.

Este acercamiento de Rabat y Londres llega dos semanas después de que Marruecos haya suscrito con Israel un acuerdo militar sin precedentes, fruto de los llamados Acuerdos de Abrahan, impulsados hace un año por el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y que suponen el acercamiento marroquí a Israel a cambio del reconocimiento estadounidense de la soberanía del país norteafricano sobre la antigua provincia española del Sáhara Occidental.

Curiosamente, y relacionado con la ciberseguridad, entre los sistemas de defensa y seguridad que israel ya ha suministrado a Rabat se encuentra el software espía Pegasus, de la compañía NSO, con el que según Amnistía Internacional, entre otras organizaciones, Marruecos ha espiado al presidente de Francia, Emmanuel Macron, algo que las autoridades del reino norteafricano han negado.

La misma postura sobre el Sáhara Occidental

La normalización de las relaciones entre Israel y Marruecos fue acogido por el secretario de Relaciones Exteriores británico, Dominic Raab, “con satisfacción”, y considerado como “un paso positivo entre dos valiosos socios del Reino Unido”. Si bien a continuación Raab aclaró que la posición británica “sobre la situación del Sáhara Occidental no ha cambiado”. En su intervencion especificó que el “Reino Unido apoya los esfuerzos para alcanzar soluciones políticas negociadas y mutuamente aceptables que aseguren la autodeterminación tanto del pueblo palestino como del pueblo del Sahara Occidental”.

Poco después, el ministro británico de Estado para Medio Oriente, África del Norte y el Commonwealth Office, James Cleverly, aclaró en respuesta a pregunta parlamentaria que el acuerdo de asociación “Reino Unido-Marruecos se aplica de igual manera que los acuerdos entre la Unión Europea y Marruecos”, y que no ha habido cambios respecto a “nuestra postura respecto del estatuto del Sahara marroquí que consideramos como indeterminado”. En definitiva, como resume la cabecera marroquí Bladi, Reino Unido no está listo para seguir el ejemplo de Estados Unidos que hace un año reconoció la soberanía de Rabat sobre el Sahara Occidental.