Gral. Alejandre (exjemad): "El Gobierno ruso se va a salir con la suya, la OTAN solo puede esperar y mirar" (1)

El general Fernando Alejandre estuvo al frente del Estado Mayor de la Defensa (Emad) entre marzo de 2017 y enero de 2020. Fue elegido para el cargo de Jemad por la entonces ministra María Dolores de Cospedal y lo dejó ya con Margarita Robles, quien le cesó. "La ministra era consciente de que yo no quería seguir con ella", apunta en el libro recién publicado Rey Servido y Patria Honrada (Editorial Deusto). En él, repasa su etapa como Jemad y aporta su visión de la defensa de España a lo largo de 400 páginas.

Alejandre, ya en la reserva, hace un hueco en su apretada agenda para charlar con Infodefensa.com. La entrevista, dividida en dos partes por su extensión, comienza con el análisis del general de la invasión rusa de Ucrania desde la experiencia que le da haber estado cinco años en la estructura de la OTAN. El conflicto lo conoce muy bien. En 2014, estaba destinado en el cuartel aliado en Mons cuando Vladimir Putin se anexionó Crimea. "Creo que (Putin) va alcanzando sus objetivos poco a poco", señala durante la conversación.

Rusia es una de las amenazas a la seguridad de España, pero, deja claro, no es la principal. "La amenaza número uno sigue siendo el flanco sur, nuestro patio trasero", advierte, sin olvidar a China "que está frotándose las manos con lo que ve en Europa".

La actualidad pasa por Ucrania, ¿cómo ve el conflicto?

Lo veo triste porque para la civilización occidental y Europa en su conjunto. Creo que es triste que estemos de vuelta en la guerra. En esta especie de sociedad buenista en la que nos habíamos instalado creíamos que no iba a haber más guerras. Lamentablemente para nosotros, también me parece que el Gobierno ruso se va a salir con la suya y va a conseguir alcanzar sus objetivos en un plazo de tiempo razonable, antes de llegar al agotamiento.

¿Cree, por tanto, que Putin va ganando?

No creo que esté ganando, pero creo que Putin tiene un objetivo, que solo él sabe al final, y que está cumpliendo. Basta con ver el mapa y ver los avances, como poco a poco va alcanzado los objetivos que se ha establecido. ¿Cuáles son? Al principio creíamos que era la ocupación de toda Ucrania, creo que eso hay que desecharlo, a lo mejor es la ocupación de la zona al este del Dniéper, esa Nueva Rusia, y recuperar el control de la parte más industrializada que, por otra parte, es la zona con más población rusa y ortodoxa. Creo que va alcanzando sus objetivos poco a poco y que en algún momento habrá que entablar una negociación. Zelensky ya dijo hace unos días que la negociación no estaba mal. El problema es que cuando te sientas a negociar tienes que tener cartas. Habrá que esperar que Ucrania tenga cartas buenas y que Putin no las tenga todas en el momento de la negociación.

Ha estado destinado cinco años en la OTAN, ¿qué opina del papel de la Alianza hasta ahora?

Sí, estuve tres años como general de división de segundo jefe de Estado Mayor para Recursos del cuartel general aliado en Mons y durante casi dos años de segundo jefe del cuartel general conjunto que precisamente vigila la frontera de Polonia y otros países aliados con Ucrania. ¿Qué está haciendo la OTAN? Lo único que puede hacer. No puede hacer otra cosa. Habría podido hacer otras cosas si se hubiera tomado más en serio los avisos que Putin nos envió en 2014. Pero como no se tomaron en serio, seguimos produciendo papeles sin que se llegara a nada más que el despliegue de tres agrupaciones tácticas en las repúblicas bálticas y uno más en Polonia. No hemos hecho todo lo que deberíamos haber hecho, y ahora lo único que podemos hacer es esperar y mirar.

¿Acaba de publicar un libro donde habla de amenazas externas para España y menciona precisamente el tema de Crimea?

Sí, hablo de la amenaza del este, una amenaza evidente. El libro está fechado en septiembre del año pasado. Mucho antes de la guerra en Ucrania.

También menciona “el patio trasero” en referencia a Marruecos y comenta que en mayo de 2020 la entrada masiva de personas en Ceuta fue en realidad un intento de “intifada”.

El patio trasero no es solo Marruecos, es también Argelia, Mauritania, Senegal y Mali. Es toda la parte del Sahel que influye sobre nuestra seguridad, esa frontera avanzada de la que se habla. Es evidente que la situación de inestabilidad en esa zona puede resultar una amenaza clara y directa para España. Somos el único país de Europa con frontera con un país africano, física y terrestre, lo que hace que debamos tomarnos esa amenaza en serio. No hay que pensar en columnas de carros marroquíes avanzando sobre Ceuta y Melilla. Se pueden sumar otros muchos medios para llegar a calentar la situación de tal forma que el resultado sea muy parecido, sino el mismo. Todos hemos aprendido lo que es la amenaza híbrida. Vimos en Crimea a hombrecillos verdes que subvirtieron una península, por cierto, bastante grande, igual que vimos a las primaveras árabes subvertir el orden. ¿Nos puede pasar a nosotros? ¿Es un ensayo lo del año pasado en Ceuta? La semana pasada subsaharianos asaltaron la valla de Melilla armados hasta los dientes y habiendo preparado además el modo de enfrentarse a la Guardia Civil.

¿Cree que podría haber un conflicto entre Marruecos y Argelia, más que entre Marruecos y España?

Entre ellos, el conflicto está latente. Y al final podría salpicar a España. Si la presión entre ellos dos es muy fuerte alguno de los dos buscará una acción para tratar de escapar. Cada vez Marruecos está más cerca de EEUU y Argelia de Rusia. Esto no lo he descubierto yo. En este patio trasero, deberíamos tener una vigilancia permanente y, sobre todo, una preocupación permanente y presencia e influencia permanente. Este último punto no lo tenemos.

Usted comenta también que el reconocimiento por parte de EEUU de la soberanía marroquí del Sáhara occidental no favorece a España

A España no le viene bien porque exacerba las tensiones entre Argelia y Marruecos. El proceso de descolonización del Sáhara no se hizo bien. Esto ha dado lugar a un conflicto larvado con una muralla en el desierto que puede verse desde el aire para defender la parte que han asumido los marroquíes.

También habla de amenazas internas (nacionalismos, terrorismo yihadista…) y profundiza en las amenazas híbridas (desinformación…).

Todo eso es un campo nuevo. Para mi una de las cosas que mayor preocupación me causó, a raíz del intento de subversión del orden establecido en Cataluña, fue que cuando iba a Europa o a la OTAN a entrevistarme con mis compañeros jefes de Estado Mayor de otros países la apreciación que tenían era totalmente diferente. Y, en ese, habían influido de forma evidente los medios de comunicación y la campaña de desinformación perfectamente orquestada cuyo centro de gravedad estaba en una ciudad rusa.

Se especuló precisamente sobre la influencia de Rusia.

No se especuló, fue un hecho innegable. Es evidente que hubo granjas de bots en Caracas y que hubo intervención de gente de muchos países. Y el centro de gravedad estaba en San Petersburgo, eso ya no lo duda absolutamente nadie.

Sí estableciéramos una lista de amenazas para España, ¿cuál sería la número uno?

Para mí, la amenaza número uno sigue siendo el flanco sur, nuestro patio trasero, seguido de Rusia. Y luego aparece China, es un elemento desestabilizador, en estos momentos, está frotándose las manos con lo que ve en Europa. Le ha salido la jugada perfecta. Primero nos mandó una pandemia que ha matado a 120.000 españoles y ahora mira desde lejos, como observador privilegiado, un conflicto que les viene de maravilla.